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El Banco aprueba la estrategia anticorrupción: ¿De regreso al punto de partida?

19 abril 2007

A finales de marzo del 2007, la Junta del Banco Mundial aprobó una versión muy revisada de la estrategia de gobierno y anticorrupción. Debido a la alta presión de la sociedad civil y de varios países en la Junta, el Banco se vio forzado a realizar una amplia consulta sobre la versión de la estrategia publicada en las reuniones anuales en septiembre pasado. Por lo tanto, durante diciembre del 2006 y enero del 2007, se llevaron a cabo 51 consultas en 47 países distintos. Como resultado de la retroalimentación seleccionada, el Banco ahora enfatiza lo siguiente:

  • Los pobres no deben pagar dos veces: Ya no se habla de quitar el apoyo a los países con problemas de gobierno. En los países difíciles el Banco bosquejará ahora «las áreas determinadas del acuerdo con mayor potencial para un impacto positivo sobre el desarrollo.»
  • Amplio compromiso: Al tiempo que los gobiernos continuarán siendo los «principales contrapartes», el Banco se «comprometerá sistemáticamente» con el sector privado, los parlamentos, la sociedad civil, los medios de comunicación, los sistemas legales y las comunidades locales.
  • Fortalecer los sistemas en los países: El Banco ahora trabajará para fortalecer los sistemas fiduciarios y de compra en los países.
  • No trabajar solos: Habrá una mayor cooperación con otros bancos, con el FMI y con los organismos de la ONU sobre los marcos de anticorrupción, las decisiones sobre sanciones, y la cooperación para combatir los paraísos fiscales y recobrar activos.
  • En febrero del 2007, el Banco Europeo para la Reconstrucción y el Desarrollo puso en la lista negra a la multinacional alemana Lahmeyer, por haber sido declarada culpable de sobornar a funcionarios oficiales para conseguir contratos en el Proyecto Highland Waters de Lesotho. La inclusión de Lahmeyer en la lista negra por parte del Banco Mundial ocurrió (tardíamente) en noviembre del 2006 (ver Boletines 52 y 53). Este primer precedente de descalificación es un gran logro, y es un buen antecedente para unificar criterios sobre sanciones de parte de los bancos.
  • Otros aspectos positivos de la nueva estrategia del Banco incluyen: una revisión de su política de revelaciones; la promesa de mejorar la transparencia en su Departamento de Integridad Institucional; la tentativa (aunque no muy marcada) de discutir las deudas odiosas; y el fortalecimiento del lenguaje sobre el papel de las corporaciones ricas de los países.
  • Sin embargo, quedan preocupaciones relativas al énfasis de la estrategia sobre las soluciones del sector privado. Sepultado en la página 20 se encuentra un pasaje donde se anima a los gobiernos a luchar contra la corrupción para «privatizar en forma competitiva y transparente los negocios de propiedad estatal.» Estas son señales de advertencia para aquellos temerosos de que se emplee la agenda anticorrupción como un Caballo de Troya para las recetas ya conocidas. Otra preocupación adicional es el lento avance de la misión (misión creep) en relación con los planes para aumentar el trabajo con las organizaciones de la sociedad civil y la construcción de capacidades con los medios.

El plan de implementación del marco de trabajo estará listo antes de junio del 2007, y éste también dirigirá el espinoso asunto de las reasignaciones presupuestales ya que se ha prometido que el plan será costo-neutral.

La revisión INT carece de objetividad

Paul Volcker, el antiguo presidente de las Reservas Federales de EU, revisó el Departamento de Integridad Institucional del Banco (INT – Department of Institutional Integrity) debido a alegatos de corrupción. Los Directores Ejecutivos del Banco exigieron una revisión independiente el año pasado después de reclamos de que el personal del INT no estaba cumpliendo con el proceso debido para descubrir la evidencia o los actos mal hechos. Sin embargo, la ONG de EU, Proyecto de Presentación de Cuentas Gubernamentales (GAP – Gobernment Accountability Project) cuestionó la independencia de Volcker, pues cuando fue presidente del ‘Programa Petróleo por Alimentos de la ONU’, en el 2004, él seleccionó un equipo de investigación que incluía a cuatro miembros del INT.