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¿Repite el Banco los pasados errores de las hidroeléctricas?

16 julio 2007

En Asia, en un informe sobre el progreso de la represa Nam Theun 2 (ver Boletín 45), el Banco Mundial y el Banco para el Desarrollo del Asia (ADB – Asian Development Bank) se refieren a los próximos doce meses como una "fase vital" antes de que se llene el embalse en junio de 2008, afirmando que "el satisfactorio progreso" se está haciendo de acuerdo con las medidas de mitigación ambientales y sociales.

Sin embargo, en un informe de mayo de 2007 de la ONG Red Internacional de Ríos (International Rivers Network) basado en una visita al terreno en marzo de 2007, advierte que "el modelo del proyecto de hidroeléctrica está peligrosamente cerca de convertirse en una réplica de los errores del pasado de las represas hidroeléctricas." Ellos encontraron que: los programas de restauración de los medios de vida están en peligro en todos los proyectos de las áreas afectadas; que el gobierno y la compañía de energía se han retractado en su compromiso de asegurar la evacuación de la biomasa del área del embalse y en las promesas de garantizar los derechos de los pobladores a sus recursos forestales; y que la compañía de energía ha fallado en revelar los planes de reasentamiento, en violación de las políticas del Banco Mundial y del ADB.

En África, el respaldo del Banco Mundial con $360 millones en préstamos y garantías para la controversial represa de Bujagali en Uganda fue finalmente aprobado en abril de 2007 (ver Boletín 55). Sin embargo un mes después la Junta del Banco le dio vía libre al Panel de Inspección para investigar aspectos ambientales, económicos y sociales presentados por el equipo de la Asociación Nacional de Uganda de Profesionales Ambientalistas (NAPE – Ugandan National Association of Professional Environmentalists) y otras organizaciones locales. Y en junio de 2007 el gobierno de Uganda adelantó $100 millones a la firma italiana Salini, para iniciar de inmediato la construcción de la represa, a pesar de que otros aportantes decían que se debían esperar los resultados del Panel de Inspección.

Cartas recientes de las ONGs congolesas a la Junta del Banco han urgido sin resultados que se considere el legado ambiental y social de las represas Inga 1 y 2 en la República Democrática del Congo, antes de que se apruebe la financiación para la rehabilitación de las represas para más avanzados desarrollos hidroeléctricos en Inga (ver Boletín 53). El Banco aprobó un préstamo de $297 millones en mayo de 2007 para el proyecto de Desarrollo de Mercados Energéticos Regionales y Domésticos. Las ONGs han solicitado que el Banco adelante estudios más cuidadosos en cuanto a los altos niveles de metales pesados en las muestras de agua tomadas de la represa de Inga, y que en consecuencia reclasifique el proyecto. Ellos también cuestionan la habilidad del gobierno para manejar los ingresos para la reducción de la pobreza debido a la desaforada corrupción y a la falta de transparencia fiscal.