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Las soluciones de la energía global dependiendo del comercio del carbóno

15 diciembre 2006

En medio de las charlas sobre el clima en Nairobi y de la publicación de la revisión Stern respecto a la catástrofe potencial sobre la economía como consecuencia del cambio climático, el Banco Mundial sigue tratando de vender publicidad sobre el más reciente de sus borradores del marco de trabajo sobre la energía limpia y el desarrollo, y asumiendo más el papel de buscar soluciones a los cambios climáticos basados en el mercado. Los críticos han desprestigiado al Banco por su hipocresía al financiar proyectos de combustibles y por su perversa lógica detrás del comercio del carbóno.

El último borrador del marco de trabajo del Banco sobre la inversión en la energía limpia y el desarrollo fue publicado en las reuniones anuales del Banco/Fondo en Singapur en septiembre de 2006 (ver Boletín 51). El marco de trabajo ahora incluye «un plan de acción africano para el acceso mejorado a la energía» y está basado en tres pilares: energía para el desarrollo y acceso para las personas pobres; transición a una baja economía de carbóno; y adaptación al cambio climático.

El informe anima la transición a una economía baja en carbóno que sea económica y ‘sostenible’, «sin obstaculizar el crecimiento de países en desarrollo y mitigando el incremento del costo hacia ellos.» El borrador enfatiza la necesidad de ensanchar «la reforma del sector de la política para atraer inversiones del sector privado y financiación adicional del sector público», también pide apoyo para concesiones adicionales para las necesidades energéticas en el Sub-Sahara Africano. Propone nuevos instrumentos financieros, especialmente un fondo para financiar vehículos de energía limpia; hace sugerencias para el papel de la Facilidad del Medio Ambiente Global (GEF – Global Environment Facility); y aboga por la creación de «buenas políticas nacionales de energía» y «marcos de trabajo reguladores.»

Muchas de las críticas al primer borrador de este reporte publicado en abril de 2006 todavía están en pie, incluyendo la promoción del Banco de grandes hidroeléctricas, de proyectos nucleares y del carbón como alternativas ‘limpias’, y el fracaso al no desafiar la responsabilidad de los grandes contaminadores del Norte. Una coalición de ONGs, incluyendo al Proyecto Bretton Woods, se refirió a estos asuntos en un informe titulado: ‘Cómo el marco de trabajo de energía del Banco Mundial defrauda al clima y a la gente.’ El informe señala cómo a pesar de las declaraciones laudables sobre la pobreza de la energía, y los efectos adversos que el cambio climático puede tener en las formas de vida de las personas pobres y sobre la ayuda para el desarrollo, el nuevo marco de trabajo del Banco es fundamentalmente erróneo. El informe urge al Banco a cambiar la financiación de la energía sucia y en vez de ello que empiece a financiar las tecnologías renovables y los proyectos de uso eficiente de la energía a través de un marco de trabajo multilateral. Pantoro Tri Kuswar de Amigos de la Tierra Indonesia/WALHI dijo: «el enfoque del Banco en proyectos de combustibles fósiles no traerá electricidad a las personas pobres y en vez de ello creará más contaminación, conflicto y corrupción y además hará poco para frenar el cambio climático.»

Encontrar datos confiables y comparables sobre el gasto del Banco Mundial en la energía es difícil. De acuerdo con ‘Nueva Energía Renovable y Energía Eficiente: el Grupo del Banco Mundial excede los Compromisos del Año Previo en un 48%’, el Banco Mundial dice que financió $871 millones en energía renovable y energía eficiente en el año fiscal 2006. Sin embargo un análisis reciente de Amigos de la Tierra desacreditó por completo ese documento. Las figuras del Banco no solo incluyen grandes proyectos hidroeléctricos perjudiciales para el medio ambiente, sino también proyectos financiados por el Fondo Mundial para el Medio Ambiente (GEF – Global Environmental Facility), o por fondos que financian el carbóno, los cuales están técnicamente separados del Banco Mundial. De los $4.4 billones que el Banco reclama como sus inversiones en el sector de la energía en el año fiscal 2006, solo el 4 por ciento fue realmente invertido en proyectos de energía renovable como el viento, la energía solar y la producción geotermal. Más del 82 por ciento de la financiación del Banco Mundial para la extracción del petróleo se fue a proyectos que exportaban el petróleo a los países ricos del Norte. «Las inversiones del Banco Mundial son como una gota en el océano comparadas con lo que se necesita para promover la energía renovable y eficiente en los países en desarrollo» dice Elizabeth Bast.

El Banco «se neutraliza» por el comercio de carbóno

El Banco Mundial es el mayor corredor de bolsa público del mundo en el comercio del carbóno. Su marco de trabajo para inversiones pone mucho énfasis en las soluciones del mercado. El Banco y el Fondo anunciaron con orgullo que sus reuniones anuales eran ‘neutrales con el carbóno’. La suposición de que el problema del cambio climático se puede comerciar, mientras se mantiene el ‘status quo’ económico está refutada en un libro reciente editado por Larry Lohmann, llamado ‘El comercio del carbóno: conversación crítica sobre el cambio climático, la privatización y el poder.’ El libro demuestra cómo las políticas actuales del comercio del carbóno «favorecen la continuada explotación de los combustibles fósiles, y también crea y perpetúa las inequidades sociales.» El libro también señala que a pesar del trabajo del Banco Mundial en iniciativas del comercio del carbóno como la del ‘Fondo para el Mecanismo del Desarrollo Limpio y el Prototipo del Carbón’ (ver Boletín 47), desde 1992 hasta 2004, el Banco aprobó $11 billones en la financiación de 128 proyectos de extracción de combustibles fósiles en 45 países. Estos proyectos en último producirán más de 43 billones de toneladas de emisiones de dióxido de carbono, «un número cientos de veces mayor que el volumen de emisiones que los firmantes del Protocolo de Kyoto se comprometieron a reducir entre 1990 y 2012.»

Bote el desarrollo sucio (Ditch Dirty Development)

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Una campaña recientemente lanzada por la red de trabajo de estudiantes del Reino Unido La Gente y el Planeta (People & Planet), desafía las contradicciones entre las metas del Gobierno británico para manejar el cambio climático al intentar reducir las emisiones de gas de invernadero, y el uso continuado de la ayuda del Reino Unido para el desarrollo y la reducción de la pobreza, en proyectos de extracción de combustibles fósiles que generan energía para el consumo en el Norte. El Documento Blanco del Departamento del Reino Unido para el Desarrollo Internacional (DFID – Department for Internacional Development) dice que «el cambio climático presenta la más grave amenaza a largo plazo al desarrollo y a los MDGs», sin embargo el DFID continúa contribuyendo al cambio climático a través de la financiación multilateral de proyectos de extracción de petróleo y gas, en vez de ir en reduciendo las inversiones del Banco Mundial para la extracción del petróleo como recomendó la Revisión de las Industrias Extractivas; el DFID tampoco está monitoreando el impacto que tiene su financiación sobre el clima. People & Planet (Gente y Planeta) por lo tanto pide al DFID que empiece a reducir todo el apoyo a los proyectos de extracción de combustibles fósiles y aumente masivamente su apoyo a las fuentes nuevas de energía renovable para dirigir las necesidades crecientes de energía de las economías emergentes y en desarrollo, sin repetir los aumentos en las emisiones del carbóno. «Gastar la ayuda al desarrollo en proyectos de combustibles fósiles está completamente en desacuerdo con el alivio a la pobreza que es el mandato del DFID y del Banco Mundial,» dijo el activista Bronwen Thomas.

Recientemente se ha organizado una campaña internacional llamada «Fin a la ayuda del petróleo» (End oil aid), para dirigir los asuntos relacionados con la interacción entre la dependencia del petróleo, el cambio climático y la ayuda internacional.