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Wolfowitz enfrenta juicios sobre dirección dada a la financiación

17 abril 2007

Recobrándose de una pelea con su Junta sobre sus planes para manejar la corrupción, el Presidente del Banco Mundial, Paul Wolfowitz, debe ir ahora humildemente a los países donantes para pedirles más dinero para la financiación de los países pobres, justo en el momento cuando se acaba de revelar que el Banco no ha podido conseguir los fondos que ya había destinado para África.

En marzo del 2007 se inició en París la primera reunión de la última vuelta del proceso de reabastecimiento para la oficina del Banco Mundial que trabaja con los países más pobres, la Asociación Internacional de Desarrollo (IDA – International Development Association). El motivo de las reuniones es discutir las contribuciones financieras del periodo de tres años que comienza en julio del 2008.

El Banco necesita conseguir unos $25.000 millones de los donantes para mantener su nivel de financiación actual. Esto representa un incremento de unos $18.000 millones sobre lo que se convino en la última vuelta IDA, debido a una ‘brecha estructural’ causada por las cancelaciones de las deudas el año pasado (ver Boletín 50). Si el compromiso de los donantes no está a la par, eso significará que los países pobres estarían pagando por su propio alivio a la deuda.

Los Estados Unidos estarán bajo presión para aumentar sus contribuciones. Aquellos que buscaban el lado positivo del nombramiento de Wolfowitz en el 2005, confiaban que su posición como parte de la rosca administrativa estadounidense ayudaría a que EU diera más apoyo al Banco. Wolfowitz ha dicho que confía en que «algunos de los donantes cuyas contribuciones han quedado cortas, incluyendo a los Estados Unidos, hagan más.» Se probará ahora la generosidad de EU cuando el US dólar ha bajado y cuando hay presión sobre el Ministerio de Hacienda causada por la Guerra en Iraq.

Las revelaciones de que los préstamos del Banco para el África cayeron en $1.000 millones el año pasado harán este esfuerzo de financiación aún más difícil. Se especula que los directores de país del Banco mantienen un bajo perfil con las manos en sus billeteras después de la cruzada del Presidente del Banco contra la corrupción. La ONG de EU, el Proyecto de Rendición de Cuentas Gubernamentales (Government Accountability Project) reveló en marzo del 2007 que el Banco tendrá que comprometer $3.000 millones adicionales para los proyectos africanos antes de julio del 2007 para lograr las metas de este año. Tanto el personal del Banco como los observadores externos están seriamente preocupados de que para conseguir esto necesariamente se descuide la calidad de los proyectos.

Ponga el dinero donde lo prometió

Los donantes priorizaron tres áreas para las discusiones de la reforma de la IDA, paralelas a las preocupaciones estrictamente financieras. Estas áreas llamadas ‘temas especiales’ son:

  • La arquitectura de la ayuda – se tratará la forma como la IDA debe responder a la competencia en aumento de los bancos regionales de desarrollo, de los programas de EU, de los nuevos prestamistas soberanos tales como China, y de fondos de una sola ocasión como los del Fondo Global para luchar contra el SIDA, la Tuberculosis y el Paludismo.
  • La efectividad de la ayuda – esto cubrirá la forma como los escasos recursos de la IDA van a ser asignados (ver más adelante), también la propiedad de los países receptores, la armonización de los donantes y el uso de la condicionalidad por parte del Banco.
  • El papel del Banco respecto a los países ‘frágiles’ – estudiará cómo se deciden los volúmenes de la ayuda a los países después del conflicto, al igual que el papel del Banco en relación con las agencias de la ONU.

Las ONGs europeas lanzaron una campaña con el lema ‘Ponga el dinero donde lo prometió’ (Put your Money where you mouth is) para que sus gobiernos asuman mayor responsabilidad por la dirección del Banco Mundial. Este llamado firmado por más de 70 organizaciones en toda Europa fue lanzado en París en la reunión de la IDA. El llamado exige que el Banco deje de usar las condiciones de la política económica y que termine sus subsidiarios y su política de apoyo a los combustibles fósiles. Si el Banco no cambia sus prácticas, «Los Gobiernos Europeos deben considerar retirar permanentemente sus fondos del Banco y en cambio, utilizarlos a través de otros mecanismos que respetan la autonomía de los países y asuman el liderazgo necesario para manejar el cambio climático.»

Sobre el asunto de la asignación de los recursos, los empleados del Banco han elaborado dos documentos con antecedentes para el proceso de reabastecimiento de la IDA. La fórmula por medio de la cual los fondos de la IDA se dividen entre los países receptores depende de factores tales como la población y la riqueza económica, pero tiene una fuerte orientación hacia el ‘desempeño del país’ el cual es calificado de acuerdo con los controversiales marcadores por medio de los cuales el Banco califica las políticas del país. El primer documento juega con la fórmula de la asignación, pero ignora preguntas importantes sobre lo que se está midiendo y el por qué. El otro documento trata algunas de las preguntas más importantes, pero da como resultado una decepcionante afirmación del ‘status quo’. La posibilidad de reemplazar indicadores que enjuician las ‘buenas’ políticas con aquellas que miden los resultados es echada a un lado. El asunto de los resultados será el punto central de la discusión en una conferencia organizada por la Iniciativa de la Universidad de Columbia para el Diálogo Político a principios de abril del 2007, con una ponencia a ser presentada por el Profesor Ravi Kanbur de la Universidad de Cornell.

«Las frustraciones con Paul»

Se ha manifestado preocupación de que el reabastecimiento de la IDA pueda convertirse en el próximo campo de batalla entre el Presidente Wolfowitz y su Junta. El Financial Times del 5 de marzo del 2007 cita lo que dijo un funcionario senior del Banco: «Me preocupa que la frustración con Paul se convierta en una excusa para que los donantes no hagan sus contribuciones que de todas maneras no pensaban hacer.» Wolfowitz respondió que él esperaba que «todos tengan la atención en el hecho de que esto no se trata ni de mí, ni de ninguna otra persona.»

Durante los últimos meses Wolfowitz ha venido tambaleándose entre debates después del embarazoso incidente sobre su plan anticorrupción en las reuniones anuales de Singapur (ver Boletín 53). Para Wolfowitz el año nuevo empezó con un incidente de información filtrada sobre las discusiones con la Junta respecto a las prioridades presupuestales. Un artículo del Noticiero Fox cita las opiniones de los miembros de la Junta describiendo el plan de Wolfowitz como «una oportunidad perdida.» Reaccionando, el día después del incidente Wolfowitz lanzó una investigación sobre su fuente. Un mensaje anónimo en una cartelera de empleados del Banco capturó el sentir de muchos observadores externos: «¿Por qué persiste el Banco Mundial en pensar que su gobierno debería estar protegido del escrutinio, y que sería catastrófico si el resto del mundo supiera lo que están discutiendo en la sala de reuniones de la Junta?»

Los miembros de la Junta podrían considerar una evaluación formal del desempeño de Wolfowitz en su cargo. Al tiempo que los Artículos del Acuerdo del Banco no dicen nada sobre los asuntos de evaluación, sí dicen claramente que «El Presidente cesará de ejercer su oficio cuando así lo decidan los directores ejecutivos.» En ausencia de una descripción de trabajo formal por medio de la cual se pueda juzgar el desempeño de Wolfowitz, sus compromisos con los Directores Ejecutivos Europeos antes de su nombramiento en marzo del 2005, podrían reemplazarla. Mientras que muchos de los compromisos fueron imprecisos, dos años después de haber sido nombrado, no es seguro que pudiera recibir una buena evaluación en otros compromisos tales como «escalar los recursos para el África’, «mantener la viabilidad financiera del Banco’, dar «un buen gobierno corporativo», o «ejercer un liderazgo efectivo.»