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Más combustibles fósiles y fe en el sector privado

17 abril 2007

En marzo del 2007 el Banco Mundial realizó una conferencia conjunta en Londres para considerar las opciones de la energía global, como parte de su compromiso para solucionar los problemas globales de la pobreza sobre la energía y el cambio climático (ver Boletín 52). El Banco también lanzó el Fondo de Carbono para Europa (CFE – Carbon Fund for Europe) junto con el Banco de Inversión Europea, en contradicción con lo que revela un informe reciente del Banco de que éste, ha llevado a cabo una alarmante alza en su financiación de operaciones del combustible basado en el petróleo y el gas, y al tiempo no revela su desempeño sobre el medio ambiente o sus indicadores de la pobreza.

El objetivo del fideicomiso del CFE es ayudar a los países europeos a cumplir con sus compromisos, de acuerdo con el Protocolo de Kyoto y con el Plan de Comercio sobre Emisiones de la Unión Europea, a través de la compra de reducciones de emisiones del gas de invernadero por medio de los mecanismos de proyecto del Protocolo: la Implementación Conjunta y el Mecanismo del Desarrollo Limpio. El Banco también se ha manifestado optimista en mantener su propio compromiso de aumentar la energía renovable y la energía eficiente diciendo que ha financiado estos proyectos en un 20 por ciento desde el 2005. Esta afirmación ha sido seriamente desafiada dado que solo un 4 por ciento de su financiación, de hecho, fue destinada a proyectos de energía renovable que utilizan el viento, el sol, y la producción geotermal (ver Boletín 53).

El aumento de la financiación para la energía eficiente y renovable también se ha visto seriamente socavado por el creciente apoyo de los combustibles fósiles por parte del Banco Mundial. Esto se ha visto a través del análisis elaborado por el Centro de Información del Banco (BIC – Bank Information Center), en EU, del Informe de Implementación EIR (Manejo de la Respuesta en las Industrias Extractivas – Implementation of the Management Response to the Extractive Industries Review) del Banco para el 2006. Este análisis comenta la conformidad del Banco con ciertas medidas de reforma convenidas en su respuesta de gerencia del 2004 al EIR. El análisis del BIC encuentra que las operaciones extractivas del Grupo del Banco Mundial han aumentado sustancialmente del 37 al 44 por ciento durante el último año fiscal, y que el portafolio del sector privado extractivo de la CIF para el 2006 aumentó aproximadamente en un 60 por ciento ($508,9m) desde el 2005 ($334,3m). De estos, casi la mitad fueron para proyectos petroleros, el 37 por ciento en apoyo de proyectos de gas, y el 16 por ciento para la minería.

Daniel Mittler de Greenpeace International declaró: «Estas cifras profundizan la brecha entre los billones dedicados a los combustibles fósiles y las migajas que llegan a las puertas de los sectores de la energía eficiente y renovable. El mismo nivel de apoyo regulatorio, político, financiero y técnico que los bancos multilaterales de desarrollo han venido dando a los combustibles fósiles por décadas, debería ser adjudicado a la energía renovable para catalizar las enormes inversiones que son necesarias.»

El análisis BIC del Informe de la Implementación EIR del Banco para el 2006 también muestra que:

  • Algunos de los proyectos más provechosos para la CIF son los mismos que han sido acusados de contribuir a grandes perjuicios sociales, ambientales y económicos en el terreno.
  • El Informe falla al no dar información crítica sobre las tendencias basadas en los indicadores tales como la reducción de la pobreza, la diversificación económica, o la mejora de las condiciones sociales y ambientales.
  • El Informe no muestra ejemplos específicos sobre los criterios utilizados para evaluar el grado de apoyo comunitario para ninguna de las operaciones de la industria extractiva.
  • A pesar de que generalmente se cree que el Banco está realizando algún progreso en el área de la transparencia de los ingresos, el Informe no da información sobre ninguna actividad específica.

Recientemente hubo una conferencia de dos días en Londres, Financiación de la Energía Limpia: un Marco de Trabajo para que las Asociaciones del Sector Público y Privado Manejen el Cambio Climático. El anfitrión de la conferencia fue el Banco Europeo para la Reconstrucción y el Desarrollo y ésta fue organizada en parte por el Banco Mundial. La Conferencia atrajo a «instituciones públicas y privadas para trabajar en forma más estrecha al enfrentar las necesidades energéticas futuras y combatir el cambio climático.» El objetivo de la Conferencia fue lograr un progreso en conseguir marcos de trabajo para la inversión energética de los bancos multilaterales del desarrollo, como parte del proceso Gleneagles convenido en las reuniones G8 en el 2005. Fue interesante observar que la Conferencia no involucró por completo a las compañías de de energía eficiente y renovable y tampoco a las organizaciones de la sociedad civil que trabajan con los asuntos de la energía y el desarrollo.