Finanzas

Noticias

América Latina: ¿Regresar al FMI o fortalecer las alternativas?

23 abril 2009

Los países latinoamericanos se enfrentan hoy ante la opción de regresar a las instituciones financieras internacionales y regionales – Fondo Monetario Internacional, Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo – o rechazar las recetas fallidas de los noventa para construir y fortalecer alternativas que le permitan enfrentar la crisis actual.

La crisis es un fenómeno global que no perdona a regiones ni países. El Instituto Internacional de Finanzas ha calculado una dramática reducción en los flujos de capital privado a los mercados emergentes. Mientras el financiamiento externo ascendió en 2007 a U$S 929.000 millones, en 2009 este financiamiento apenas ascenderá a U$S 165.000 millones. Es decir, estamos frente a la perspectiva de una contracción monumental en el financiamiento externo hacia los países emergentes y la pregunta que se impone es qué entidades y en qué condiciones deberá ser compensada esta contracción.

El argumento político que los países latinoamericanos esgrimieron para alejarse del FMI es el mismo que los llevó a acumular reservas internacionales y a pensar en alternativas de financiamiento para la región. Esto es lo que hoy los enfrenta ante la disyuntiva de participar en la recapitalización de estas instituciones y reclamar una reforma que les de más participación en sus decisiones, o avanzar en la construcción de mecanismos de cooperación Sur-Sur, darle forma a una moneda regional y poner en funcionamiento el Banco del Sur.

rechacen a las IFIs

En vísperas del encuentro del G-20, presidentes sudamericanos acudieron a Doha para participar de la II Cumbre de América del Sur-Países Árabes (ASPA), a fin de fortalecer el eje Sur-Sur y unir fuerzas para que sus voces tengan más peso en el concierto internacional. Desde el primer encuentro del grupo, en 2005 en Brasilia, las exportaciones de Brasil con el mundo árabe pasaron de ser 8.000 millones de dólares a 20.000 millones; mientras que las argentinas también saltaron de 1.800 millones de dólares a 4.500 millones. Según funcionarios del gobierno argentino, esta relación está dada sobre una base de cooperación y no de imposición.

El BRIC, grupo de países conformado por Brasil, Rusia, India y China, anunció el 14 de marzo que sólo aportará más dinero al FMI si la institución es reformada y aumenta en ella el poder de voto de los países emergentes (ver Boletín 65). Esta reforma también debería incluir la reducción de las condicionalidades en los préstamos a los países pobres, y un aumento de la capacidad de disciplinar a las naciones más poderosas.

Sin embargo, muchos todavía dudan de la real magnitud de las reformas que se implementarán en las IFIs. Según el economista argentino, Benjamín Hopenhayn, una reforma del pensamiento del FMI no es creíble, ya que «para eso debería cambiar su ideología y la de los 3000 economistas que forman parte del FMI». Por su parte, el economista Anwar Shaik, profesor de la New School for Social Research, de New York, afirma que «la coordinación mundial sería una buena idea pero la pregunta es a qué intereses responderá. No confío en el FMI o el Banco Mundial para decir qué es lo correcto. Sus antecedentes son terribles. Si la coordinación va a ir en ese camino prefiero no tenerla».

El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, también intensificó su discurso contra el neoliberalismo, sus políticas e instituciones, afirmando que instituciones tales como el FMI y el BM fueron «incapaces de prever y controlar el desorden financiero».

En meses recientes, China ha extendido acuerdos de intercambio de divisas de miles de millones de dólares a Corea del Sur, Hong Kong, Indonesia, Malasia y Bielorrusia, después de rechazar las peticiones de los países ricos para darle más dinero al FMI en ausencia de una reforma institucional. A esta lista ahora se suma Argentina, a quien China ofreció 10.200 millones de dólares. Según analiza Mark Weisbrot, del Center for Economic and Policy Research, con sede en Estados Unidos, esto supone una alternativa concreta para el país sudamericano de escapar de la influencia de FMI.

En el marco de la 50a Asamblea Anual del BID, celebrada en marzo, en Medellín, Colombia, el presidente del Banco Central de Argentina, Martín Redrado, habló sobre la convergencia de políticas macroeconómicas e hizo referencia a la propuesta de crear una moneda única regional. Esto se basa en la iniciativa que lleva adelante el gobierno de Venezuela de implementar el ‘Sucre’ como un instrumento de comercialización entre Venezuela, Cuba, Nicaragua y Ecuador.

Finalmente, el Banco del Sur debería estar lanzado el próximo mes de mayo con un capital inicial de 10 mil millones de dólares de Argentina, Brasil, Venezuela, Bolivia, Ecuador, Paraguay y Uruguay (ver Boletín 62).

Las organizaciones de la sociedad civil de la región demandan que sus gobiernos rechacen a las IFIs y enfoquen sus estrategias hacia alternativas regionales orientadas a las personas.