Gobernanza de las IFI

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Los países europeos de nuevo traman apoderarse del papel de jefe del FMI

24 junio 2011

Después de la repentina dimisión de Dominique Strauss-Khan como jefe del FMI se vio a los países europeos incumplir sus promesas de "un proceso abierto de selección basado en el mérito y la transparencia", cuando empujaron a la ministra de finanzas francesas, Christine Lagarde, por delante de un número de decepcionantes candidatos.

Strauss-Kahn se retiró formalmente el 18 de mayo de 2011, como consecuencia de las denuncias de asalto sexual contra una empleada de un hotel en Nueva York. Los gobiernos europeos se apresuraron a nombrar a Lagarde como su candidata, presumiendo que sería elegida. Nuria Molina, de Eurodad, comentó en el blog imfboss.org: "Tanto la amnesia como la regresión son características comunes entre los responsables europeos en materia de gobernanza del FMI."

Incluso antes de la renuncia, una coalición mundial de grupos de la sociedad civil ya había estado exigiendo un proceso de selección justo. En la declaración de la conferencia de mediados de abril de 2011, ¿Hacia una elección correcta? (ver Boletín 75), la coalición pidió que se diera fin a la dominación europea de este importante puesto. Sostuvo que la/el candidato adecuado "debería ser, y además debería ser visto, como totalmente independiente de cualquier interés nacional o regional", esta persona debería tener "un enfoque riguroso en la pobreza", y ser "muy versada en los problemas específicos de los países de bajos y medianos ingresos."

las mismas medidas destructivas y económicamente perjudiciales cuyos únicos beneficiarios son los bancos alemanes, franceses, holandeses y británicos

El 23 de mayo de 2011, una carta abierta a todos los gobernadores del FMI, firmada por más de 100 organizaciones, pidió que honraran sus promesas de una competencia abierta y exigió que "la/el candidato debería obtener el apoyo abierto de al menos la mayoría de los países miembros del FMI, sin la presión excesiva de ninguno de los bloques."

Las presunciones europeas irritaron a los países en desarrollo. A finales de mayo de 2011, los directores ejecutivos del FMI en representación de Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica publicaron una declaración conjunta sin precedentes diciendo: "Para que el Fondo tenga credibilidad y legitimidad, su director general debe ser elegido tras una amplia consulta con los miembros." Agregaron diciendo que el próximo jefe del FMI debe "estar comprometido a continuar el proceso de cambio y la reforma de la institución con el fin de adaptarla a las nuevas realidades de la economía mundial." Una portavoz de la cancillería china, con franqueza inusual, dijo: "Creemos que [el proceso] debe basarse en los principios de la equidad, la transparencia y el mérito."

¿Quién está en la carrera?

Lagarde lanzó formalmente su candidatura el 25 de mayo de 2011. Los países europeos argumentaron que debido a la crisis de la zona del euro (ver Boletines 75, 72 y 71), la/el candidato debería ser europeo. Esto atrajo críticas acervas inmediatas, con Phillippe Marliere de University College de Londres, diciendo que era "asombroso que uno de los arquitectos principales de los rescates punitivos e ineficaces en Grecia, Irlanda y Portugal, ahora pudiera estar al frente del FMI." El economista hindú, Jayati Ghosh, teme que Lagarde "continúe, incluso en forma más entusiasta, las mismas medidas destructivas y económicamente perjudiciales cuyos únicos beneficiarios son los bancos alemanes, franceses, holandeses y británicos." Sin embargo, Lagarde puede salir de la carrera atrapada en un escándalo después de que el Tribunal de Justicia francés determinó, el 10 de junio de 2011, posponer una decisión sobre si presentar cargos de abuso de autoridad en contra de Lagarde por una decisión que tomó como ministra de finanzas.

Al igual que con la última carrera por el liderazgo del FMI, los rusos nominaron a un candidato, Grigoriy Marchenko, gobernador del banco central de Kazajstán. Aunque él mismo admitió que ganar la carrera era sólo "teóricamente posible".

Mientras tanto, México respaldó al gobernador del banco central, Agustín Carstens, egresado de la Universidad de Chicago, quien declaró que sus prioridades serían la crisis de la eurozona, el Oriente Medio y las reformas de las cuotas en el FMI. En una acusación formal de las habilidades de su compatriota, Noemí Levy de la Universidad Nacional Autónoma de México, escribió: "La incapacidad de Carstens para entender la génesis y el desarrollo de la crisis económica ha demostrado ser muy costosa para México." En un movimiento sorpresivo, Stanley Fischer, gobernador del Banco de Israel y ex subdirector gerente del FMI, entró en la carrera en el último día de presentación de nominaciones.

El acelerado proceso no es transparente

Los gobiernos miembros tuvieron hasta el 10 de junio para nombrar candidatos, o sea, tres semanas menos que la última vez (ver Boletín 57). La junta luego publicó la lista de dos candidatos, con la votación final para finales de junio.

De acuerdo con los criterios publicados por el directorio del FMI, la/el candidato seleccionado: "Tendrá una reconocida trayectoria en la política económica", "tendrá un conocimiento demostrado del FMI y de los retos a la política del FMI que enfrenta su diversa membresía global, y "tendrá una capacidad demostrada para ser objetivo e imparcial."

Ya que ni Carstens ni Lagarde satisfacen las demandas establecidas por los grupos de la sociedad civil, ha habido poca satisfacción con sus candidaturas. "Este proceso precipitado significa que tenemos que cargar con una opción miserable de candidatos con visiones igualmente estrechas del mundo económico y con poca capacidad probada para hacer el trabajo", dijo Soren Ambrose, de ActionAid Internacional. Al cierre de las nominaciones, las organizaciones no gubernamentales (ONGs) emitieron una demanda que, como mínimo, los candidatos deberían participar en un debate público abierto para conocer sus puntos de vista sobre cuestiones fundamentales de la economía mundial (ver informe).