Rendición de cuentas

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Las inversiones de capital privado de la CFI son controversiales

23 febrero 2012

El creciente uso de empresas de capital privado (PE – Private Equity Firms) como conductos para préstamos del Banco Mundial sigue siendo muy polémico (ver Boletínes 76, 73).

En octubre del año pasado, la Corporación Financiera Internacional (CFI, brazo de sector privado del Banco), aceptó a la firma Socios de Capital Emergente (ECP – Emerging Capital Partners) como el primer participante del Programa de Fomento para la Inversión del Cambio Climático Africano.  Esto sigue a una inversión de US$ 25 millones por la CFI a la ECP en julio de 2010.

En enero de 2012, un informe de la BBC reveló que la ECP había contratado a una empresa de investigación privada para vigilar secretamente a Dotun Oloko, un nigeriano denunciante que había alertado a los inversores institucionales de la ECP sobre acusaciones de corrupción contra la empresa. Oloko, temeroso de represalias e imposibilitado de volver a Nigeria dijo "es absolutamente escandaloso que la CFI pueda aceptar a la ECP como socio de financiación para el desarrollo de África, en un momento cuando la ECP se enfrenta a fuertes y creíbles acusaciones de corrupción, fraude y lavado de dinero".

En junio de 2011, la ONG estadounidense Medio Ambiente del Pacífico escribió a la CFI, en relación con denuncias de corrupción relacionadas con las inversiones del Banco Oceánico en Nigeria, realizadas por el fondo de capital privado Ethos, financiado por la CFI. La carta señala que "en 2007, el Fondo Ethos V anunció que había dirigido un consorcio que invirtió US$ 130 millones en el Banco Oceánico Internacional Plc. Sin embargo, el Banco Oceánico ya había sido mencionado en varias investigaciones de corrupción y malversación en Nigeria, y su ex director general… fue posteriormente condenado y encarcelado por fraude"

La carta continúa diciendo que "en 2010, la participación del Banco Oceánico en el Instrumento Bancario Nigeriano para Importaciones e Importaciones de Estados Unidos fue revocada después de una investigación por el inspector general de la agencia." La respuesta de la CFI señala que "la CFI revisó la diligencia debida de Ethos en relación con la inversión del Banco Oceánico" y concluyó que “estaba en consonancia con las prácticas comerciales generalmente aceptadas." En diciembre de 2011 la CFI prometió US$ 30 millones más a Ethos.

En septiembre de 2011 la CFI hizo su primera inversión en un fondo de inversión libre. La CFI ha invertido US$ 100 millones en un fondo creado por Christofferson Robb & Compañía con sede en Londres y Nueva York. Nick Hildyard de la ONG británica, Cornerhouse dijo "meterse en intimidades con los dudosos fondos de inversión libre plantea serios interrogantes sobre el compromiso de la CFI hacia la reducción de la pobreza, y hará imposible el seguimiento del impacto efectivo del dinero de la CFI sobre las personas que se supone debe estar ayudando.

También en septiembre de 2011, el Banco Mundial publicó una sólida respuesta a un informe crítico de la ONG suiza la Declaración de Berna (ver Boletín 78) sobre préstamos a Turquía del Fondo para una Tecnología Limpia (FTL) [uno de los fondos de inversión climática alojados en el Banco]. La respuesta niega las acusaciones de que el Banco está sobre estimando la cantidad de financiación privada adicional apalancada por el FTL, argumentando que "los recursos del FTL de US$ 100 millones habían atraído unos US$800 millones de recursos adicionales". Sin embargo, una lectura más cuidadosa de esta respuesta demuestra que gran parte de estos recursos "adicionales" son en realidad más préstamos del Banco Mundial y no inversiones privadas.

Aunque el Banco está de acuerdo diciendo que "es importante que la información… esté públicamente disponible durante la ejecución del subproyecto",  fuera de este proyecto no existe un compromiso para aplicar este requisito a los préstamos vigentes, o a otros préstamos del Fondo para una Tecnología Limpia, o del Banco.