Condicionalidad

Análisis

FMI: El programa “mano dura» de Ucrania ¿Le sigue Egipto?

7 julio 2014 | Traducción:Maria Eugenia Arzayús

Continúa la era de la reforma estructural liderada por el FMI, a pesar de la retórica de la institución sobre la reducción de la desigualdad, el sentido de propiedad de los países y consideración para los más vulnerables (ver Observador de Primavera 2014). El nuevo enfoque profesado por el FMI a la condicionalidad continúa centrado en el conocido marco de la austeridad y la reforma y asociado con los préstamos de emergencia. Además, el momento de las decisiones para los préstamo parece ser impulsado por las preferencias políticas de los grandes accionistas.

A principios de mayo de 2014, el FMI anunció que había acordado proporcionar US$18 mil millones a Ucrania en virtud de un acuerdo ´standby´, desembolsando US$3,2 mil millones inmediatamente, de los cuales más de un tercio estaba destinado a pagar las cuentas pendientes a Gazprom, el exportador de gas ruso. Esto representó el 800 por ciento de la cuota de Ucrania en el FMI, por lo cual este programa cae bajo el marco de “acceso excepcional” del Fondo. Cuando se produjo la inestabilidad política provocada por la caída del anterior presidente en febrero de 2014, en marzo el FMI se comprometió a facilitar por lo menos US$14 mil millones, sujetos a los compromisos de otros prestamistas, incluyendo los miembros de la Unión Europea y Estados Unidos (ver Observador de Primavera 2014).

El editorial de la agencia de noticias Bloomberg a finales de marzo de 2014 advirtió sobre los problemas derivados de la estrategia del FMI al tratar de buscar «una solución económica a un problema geopolítico», afirmando que «la terapia de choque no era una opción». El editorial refleja la problemática historia de Ucrania con el FMI. Este es el tercer acuerdo de préstamo desde 2008, donde los dos primeros fueron suspendidos porque el país no quiso implementar las reformas según las condiciones exigidas por el FMI. Ahora no parece haber otra opción para el gobierno provisional, el cual comenzó a aplicar las reformas aún antes del anuncio del préstamo, incluyendo un 56 por ciento de alza en los precios de la electricidad en marzo de 2014.

Ukraine has been “stuck for many years in the transition from planned to market economy, getting the worst of both systemsOlexi Pasyuk, CEE Bankwatch

En virtud del acuerdo, el gobierno debe eliminar las reducciones del impuesto sobre el valor añadido (IVA – de regreso al 20 por ciento), las exenciones del IVA para el sector agrícola y también debe hacer restituciones a ciertas empresas. La moneda ucraniana estaba flotando lo que llevó a una depreciación inmediata de su valor, a un aumento de la inflación y del costo de vida y a una mayor presión sobre la capacidad de los hogares para subsistir, agravado por el retiro de las subvenciones.

¿Reformas inapropiadas?

Hay un consenso general de que la economía de Ucrania necesita reformas significativas y dolorosas. Olexi Pasyuk, de la red de ONGs de Europa oriental CEE Bankwatch, dice que Ucrania ha «estado atascada por muchos años en una transición entre la economía planificada y la economía de mercado, pero ha venido experimentando lo peor de ambos sistemas». Pasyuk señaló que «es importante mitigar los impactos negativos de los aumentos de los precios en los más pobres, según se subraya en el memorando», pero que «esto va a ser un reto». El enfoque del FMI para garantizar que los más vulnerables estén protegidos se basará en el plan de asistencia familiar existente, además de un nuevo programa que todavía no ha sido diseñado, cuyo objetivo será dar transferencias financieras a las personas excluidas del presente sistema.

Mark Weisbrot, del grupo de pensadores estadounidense Centro de Investigación Económica y Política, advirtió en marzo de 2014 en un comentario en el sitio de noticias Al Jazeera América, que los ucranianos pueden tener una «sorpresa desagradable» dadas las indicaciones del FMI de que Ucrania debe prepararse para varios años de austeridad fiscal. Weisbrot afirmó «no se puede destruir una economía con la intención de salvarla». El candidato de la administración del presidente de Estados Unidos para nuevo director ejecutivo del FMI, Mark Sober, dijo a una comisión del Congreso en mayo de 2014, que esperara un «programa muy difícil» en Ucrania, añadiendo «vamos a tener que estar muy atentos para asegurarnos de que las duras reformas que Ucrania necesita… sean implementadas».

Egipto: ¿nuevo dinero para un viejo programa?

Después de las elecciones presidenciales de Egipto en junio de 2014, la directora gerente del FMI, Christine Lagarde, felicitó personalmente al presidente electo, el ex general Abdel Fattah al-Sisi y según un vocero del Fondo «reiteró el continuado compromiso del FMI de ayuda a Egipto y a su pueblo». Hubo repetidos debates sobre un préstamo de US$4.8 mil millones  desde el derrocamiento del presidente Hosni Mubarak en 2011 (ver Boletín 86), pero este préstamo nunca se finalizó debido a la continua inestabilidad política y a la resistencia popular a la escala y la carga de las reformas (ver Boletín 83).

En un país como Ucrania, las reformas recomendadas por el FMI han incluido reducir los subsidios a la electricidad y el aumento del IVA. Lagarde describió las reformas como «indispensables… no importa quién esté a cargo» durante las reuniones privadas entre los funcionarios del gobierno egipcio y Lagarde en las reuniones de primavera del FMI en abril de 2014. El periódico egipcio Al Ahram informó a principios de mayo de 2014, que el IVA sería fijado en una tarifa plana de entre 10 y 12 por ciento, mientras que la subvención requerida para la electricidad iba a ser reducida a US$23 mil millones al año, lo que generará grandes aumentos en los costos de la electricidad en los hogares. A pesar de los compromisos asumidos para garantizar programas de transferencia de efectivo con el objeto de proteger a las personas más vulnerables, aún no está claro cómo ni cuándo será activada esa protección.

Reem Abdel Haliem de la ONG Iniciativa Egipcia para los Derechos Individuales, dijo que la cuestión de la condicionalidad es «más compleja de lo que parece», ya que las condicionalidades pueden «ser enmarcadas para mantener el mismo modelo de crecimiento que sirve más a los ricos que a los pobres». Haliem señaló que además de las confusiones en torno a las intenciones de la nueva administración, también hay temores sobre los «impuestos injustos que representarán una carga para las personas pobres y los grupos con ingresos medianos bajos».