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¿Un lavadero azerí mancha la reputación del Banco?

13 noviembre 2017 | Traducción:Gustavo Alzugaray

TANAP stakeholders meet on 29 February 2016 in Baku, Azerbaijan. Credit: EEAS

Según el informe de septiembre del Organized Crime and Corruption Reporting Project (OCCRP), “entre 2012 y 2014 … miembros de la elite gobernante [de Azerbaiyán] estuvieron usando dinero de forma ilegal para pagar a políticos europeos, comprar artículos de lujo [y] lavar dinero”. El escándalo, bautizado como el Lavadero de Azerbaiyán, generó transacciones por USD 2.900 millones a través de una serie de compañías ficticias. Entre los políticos azeríes implicados en el escándalo está el primer viceprimer ministro Yaqub Eyyubov a quien, según el OCCRP, se le ha encomendado “desarrollar la estrategia de petróleo y gas del país dependiente del petróleo” desde 2009.

En diciembre la junta de directores del Banco Mundial aprobó dos préstamos de USD 400 millones para Azerbaiyán y Turquía, respectivamente, para la construcción del TANAP. El oleoducto se extenderá a través de Turquía, cubriendo más de la mitad del propuesto Corredor de Gas de Sur (SGC, por su sigla en inglés), un megaproyecto que transportará gas natural desde la región del Mar Caspio de Azerbaiyán hasta Italia (véase el Observador de verano de 2016). En diciembre, el Organismo Multilateral de Garantía de Inversiones (OMGI) del Banco, el brazo de seguros de riesgo político del Banco Mundial, propuso además una garantía de hasta USD 950 millones para el TANAP contra el riesgo de incumplimiento de una obligación financiera soberana. Esta garantía proporcionaría una posible eliminación del riesgo para los inversores, ‘aún por nombrar’, y ayudaría a cubrir la contribución de USD 750 millones exigida a Azerbaiyán para la construcción del TANAP.

La sociedad civil alerta sobre el TANAP

Una carta de cuatro OSC, incluyendo Counter Balance y BankWatch, al periódico británico The Guardian, publicada el 6 de septiembre, sugirió que los pagos encubiertos a políticos europeos descubiertos por el escándalo del Lavadero podrían estar vinculados al SGC, al que llama el “elefante en la sala” que ha estado ausente de los informes de los medios. La carta decía: “Azerbaiyán está particularmente interesado en presentar una imagen positiva en Europa porque necesita un importante apoyo europeo para su proyecto estrella, el Corredor de Gas del Sur, a pesar de los serios abusos de los derechos humanos del régimen, la corrupción sistémica y el fraude electoral”. Son inminentes las decisiones sobre los préstamos propuestos por los bancos multilaterales europeos para la construcción del SGC. El directorio del Banco Europeo de Reconstrucción y Desarrollo (BERD) votará un préstamo de USD 1.000 millones para la construcción del TANAP el 18 de octubre. El Banco Europeo de Inversiones (BEI) debe considerar un préstamo de USD 2.000 millones para la construcción del Oleoducto Transadriático (TAP, por su sigla en inglés), el tramo final del SGC que conecta TANAP a Italia a través de Grecia y Albania, el 18 de octubre, votará sobre su propuesta de préstamo de USD 500 millones para TANAP antes de fin de año.

“Además de contribuir a las violaciones de los derechos humanos en Azerbaiyán y Turquía, las ONG han destacado en repetidas ocasiones que, en un mundo post-Acuerdo de París, no es el momento para que los bancos de desarrollo públicos financien proyectos de combustibles fósiles”.Xavier Sol, Counter Balance

Además, una carta del 25 de septiembre de 25 OSC, incluyendo a Both ENDS y a Crude Accountability, al BEI señaló: “En marzo de este año, la Iniciativa para la Transparencia de la Industria Extractiva (EITI, por su sigla en inglés) suspendió la membresía de Azerbaiyán como resultado de una ofensiva contra las organizaciones de la sociedad civil. A esto siguió el gobierno azerí con su decisión de abandonar la EITI”. La retirada de Azerbaiyán de la EITI se produjo a pesar de que la junta del Banco Mundial reconoció en el resumen del presidente de la aprobación del préstamo TANAP en diciembre “la necesidad de continuar el diálogo con Azerbaiyán [sobre la EITI] y de garantizar que se hagan esfuerzos para restaurar su membresía”.

Las OSC han criticado el apoyo de los bancos multilaterales de desarrollo al TANAP, debido a las serias preocupaciones sobre las violaciones de los derechos humanos y el impacto ambiental negativo del proyecto SGC (véase el Observador de verano de 2016). Xavier Sol, de la ONG Counter Balance, declaró: “Además de contribuir a las violaciones de los derechos humanos en Azerbaiyán y Turquía, las ONG han destacado en repetidas ocasiones que, en un mundo post-Acuerdo de París, no es el momento para que los bancos de desarrollo públicos financien proyectos de combustibles fósiles. Además, este proyecto, si se completa, haría poco para brindar seguridad energética adicional a la Unión Europea y sería perjudicial para la diversificación de la economía azerí”.