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El Banco Mundial arranca la corrupción: ¿Tocará las raíces?

4 May 2006

Una serie de suspensiones de préstamos e investigaciones internas tiene a todos en el Banco Mundial hablando sobre la corrupción. A pesar de las movidas de alto perfil del Presidente Paul Wolfowitz, las raáces de la corrupción: funcionarios oficiales mal pagados, la aceptación del soborno por los grandes negocios, y el dinero sucio, continúan sin ser solucionadas.

El Banco ha estado muy presionado para eliminar la corrupción por una serie de audiencias del Senado de Estados Unidos durante los últimos dos años. Uno de los primeros pasos que dio Wolfowitz en respuesta, al asumir las riendas del Banco fue contratar una revisión de los sistemas de rendición de cuentas. Ésta fue dirigida por Robert Pozen (ver Boletín 47)y poco se ha sabido de ella, sin embargo se supone que está informando muchas de las acciones que Wolfowitz ha estado adoptando.

En febrero de 2006, el Banco Mundial, el FMI, y óotros bancos multilaterales de desarrollo acordaron crear un ‘marco de trabajo para prevenir y combatir el fraude y la corrupción.’ El acuerdo “aumentara la información compartida, estandarizaría las definiciones de corrupciín, mejoraría la consistencia en los procedimientos investigativos y aseguraría el apoyo mutuo para su cumplimiento.” El acuerdo debe estar listo para septiembre de 2006, a tiempo para las reuniones anuales del Banco.

Durante los últimos seis meses, Wolfowitz ha frenado un número sin precedente de préstamos por miedo a la corrupción. Estos incluyen:

  • Chad: Wolfowitz suspendi ólos préstamos al país en enero, argumentando que el país había incumplido un acuerdo donde se requería que las utilidades de un controversial oleoducto fueran canalizadas hacia programas sociales. (Ver Boletín 49).
  • Kenya: El Banco anunció a finales de enero de 2006, que no procesaría $265 millones en préstamos hasta que estuviera convencido de que la posición del Gobierno sobre la corrupción fuera muy seria. Un equipo del Banco está adelantando una auditoría que debe terminar en junio.
  • Congo: Después de ver los reportes periodísticos sobre las extravagancias y gastos del primer ministro congolés, Wolfowitz decidió parar el alivio a la deuda.
  • India: El Banco paró $800 millones en préstamos para la salud.
  • Bangladesh: El Banco canceló contratos de vías, de salud, de nutrición y proyectos de servicios municipales debido a la corrupción en las prácticas de licitación. Wolfowitz planea prohibirle a las firmas privadas involucradas el acceso a contratos con el Banco Mundial.
  • Uzbekistán: El Banco anunció en marzo de 2006 que iba a dejar de otorgar nuevos préstamos a Uzbekistán, pero que aún así, ni los proyectos técnicos ni la asistencia técnica al Gobierno se verían afectados.
  • Yemen: En octubre de 2005, el Banco dijo que reduciría durante los próximos tres años (empezando en julio de 2006) un 34 per cent de su asistencia en préstamos, debido a la falta de transparencia gubernamental y de un buen gobierno.
  • Argentina: El Banco interrumpió un proyecto que subsidiaba los salarios de los trabajadores pobres. Parece que parte de ese dinero llegó a la maquinaria electoral del Partido Peronista antes de las elecciones de 2003. El Gobierno presentó cargos en contra de un funcionario senior y despidió a otros diez.

África francófona: Wolfowitz también pidió una completa revisión sobre las fallas en el programa de la Agencia para Ejecución de Trabajos de Interés Público para Combatir el Desempleo (sigla en inglés AGETIP), la cual pasó los préstamos del Banco a agencias no gubernamentales para proyectos de trabajos públicos en el África francófona. Una investigación de cuatro meses llevada a cabo por US News & World Report, en marzo de 2006, reveló que los fiscales federales están investigando las actividades de Leslie Jean-Robert Paen. Poco después de unirse al Banco en 1989, Paen se convirtió en el principal arquitecto del programa AGETIP.

Llegando a las raíces

Aunque muchos observadores aplauden estos intentos de desarraigar la corrupción, hasta el momento Wolfowitz todavía no se ha encargado sistemáticamente de las raíces del problema.

La normalización de la corrupción de menor escala en los países en desarrollo ha sido en parte impulsada por las condiciones de las IFIs (Instituciones Financieras Internacionales) que mantienen bajos los salarios de los funcionarios públicos en un porcentaje arbitrario en lo que ya de por sí son presupuestos inadecuados. La industria de la ayuda ha favorecido la importancia del patrocinio en muchos países al sobrepagar a consultores, elevando la rendición de cuentas y cerrando los ojos ante la corrupción en regímenes ‘con los cuales se pueden entender.’ Además, la cultura de la ‘presión de prestar’ del Banco Mundial, agrava la situación pues los empleados son recompensados por el volumen del portafolio que manejan.

El Banco ha sido muy lento en investigar y prohibir el acceso a las compañías que han sido encontradas culpables de negligencia, fraude y soborno. A la compañía canadiense Acres Internacional se le permitió seguir licitando para los proyectos del Banco, hasta dos años después de haber sido acusada de soborno en sus negocios sobre el Proyecto Lesotho Highlands Water.

Antes de su partida, el expresidente del Banco James Wolfensohn, contrató a Robert Vaughn de la Escuela de Derecho de American University, para que produjera un modelo para la modernización de las políticas de protección de los denunciantes internos del Banco. El fracaso de Wolfowitz al no tomar acción basándose en ese reporte impulsó al Proyecto ONG EUA Rendición de Cuentas Gubernamentales (US NGO Government Accountability Project) a publicar el informe filtrado en febrero de 2006, anotando: “esto continúa el patrón de la retórica del Banco el cual promueve la transparencia al tiempo que mantiene en secreto las propuestas de gerencia para combatir la corrupción.”

Finalmente, las IFIs son una parte central del sistema financiero internacional que ha apoyado en forma activa y tácita la proliferación global del dinero sucio. Por ejemplo, la financiación de regímenes déspotas como el del expresidente Sani Abacha de Nigeria, de quien se reporta que robó $4.5 billones; o la falla en priorizar acción en contra de unos $5 trillones, que Tax Justice Network estima han volado de los países en desarrollo hacia los paraísos fiscales durante las ultimas tres décadas (ver Boletín 49).

¿Qué se necesita?

Mayor transparencia: La Iniciativa Transparencia Global (Global Transparency Initiative) está exigiendo al Banco que cambie su abordaje de la lista de chequeo a otro donde se presupone el acceso a los documentos oficiales. El progreso continuado de la transparencia en el presupuesto nacional será crucial. Los representantes elegidos deben involucrarse más en el contrato, implementación y evaluación de los préstamos y de los acuerdos de becas. Los representantes de los grupos de la sociedad civil que monitorean los presupuestos deben tener más acceso, incluyéndose las mesas redondas de los donantes y los grupos de consulta.

Fortalecer los mecanismos internos: El Departamento de Integridad Institucional del Banco necesita una reforma. El Proyecto ONG EUA Rendición de Cuentas Gubernamentales insiste en que el Banco debe iniciar las recomendaciones del Reporte Vaughn, especialmente los procedimientos para proteger a los empleados de represalias por divulgar hechos irregulares. El Banco dice que está tomando medidas para resolver los cuellos de botella en el procedimiento de sanciones, al mismo tiempo no debe dejar de investigar y de excluir en forma oportuna a las grandes compañías multinacionales. Se necesita urgentemente un marco de trabajo transparente y consistente para decidir cuándo deben suspenderse los préstamos. También se necesita que se lleven a cabo auditorías del Banco verdaderamente independientes, para que estas decisiones sean respaldadas.

Respetar los Estándares internacionales mínimos para los proyectos extractivos: La Coalición Publique lo que Paga (Publish What you Pay) ha pedido al Banco que tenga en cuenta las recomendaciones de la revisión de Industrias Extractivas 2004 (2004 Extractive Industries Review), y que adopte los estándares mínimos en gobierno, transparencia y derechos humanos que deben ser cumplidos antes de aprobar proyectos de petróleo, gas y de minería en países institucionalmente débiles.

Nota final de advertencia

Muchas organizaciones de la sociedad civil han pedido que se aumente el uso de las condiciones del Banco Mundial para manejar mejor el tema de la corrupción. Sin embargo, esto podría abrir la puerta a la condicionalidad de políticas económicas disfrazadas de buen gobierno. El manejo para la protección del dinero sucio no debe equipararse a la entrega del espacio nacional donde se crean las políticas. Lo que algunos llamarían corrupción, otros lo pueden ver, por ejemplo, como una protección muy necesaria para la industria doméstica. Hay muchos en el Banco y en otros sitios que están muy dispuestos a recomendar una rápida liberalización del comercio, las finanzas y del departamento de adquisiciones gubernamentales como la respuesta al problema de la corrupción.