IFI governance

News

IEG: Está débil el monitoreo del Banco Mundial

9 December 2008

Seguimiento del desempeño del Banco Mundial, la primera parte del Informe anual sobre la Efectividad para el Desarrollo (ARDE – anual Report on Development Effectiveness) por el Grupo de Evaluación Independiente (IEG), encontró que el 80 por ciento de los proyectos fueron moderadamente satisfactorios o tuvieron una mejor calificación en la consecución de sus objetivos, y con ello lograron la meta de desempeño del mismo Banco. Sin embargo, también encontró que “muy pocos programas están produciendo los resultados de la buena práctica”. El IEG advirtió al Banco sobre el demasiado optimismo, pues encontró importantes diferencias entre las auto calificaciones del Banco Mundial y las calificaciones del IEG, lo cual podría llevar a una inhabilidad para identificar y remediar los problemas de proyecto rápidamente.

Débil monitoreo

El IEG es particularmente crítico de los sistemas de monitoreo y evaluación del Banco (M&E), encontrando que socavaban la calidad de las propias evaluaciones del Banco. Una falta de evidencia de los logros actuales del programa a nivel de resultados hizo difícil para el IEG el confirmar el efecto que los programas globales tenían en el terreno. A nivel de país “con frecuencia tales marcos de trabajo [M&E] han sido mal formulados y por lo tanto su utilidad es indeterminada”. Y “continúa siendo difícil poner juntas todas las piezas de los varios indicadores M&E para tener un punto de vista de los resultados generales de desarrollo”.

El IEG recomienda mejorar la calidad de los sistemas M&E a nivel de proyecto, simplificando los resultados del marco de trabajo a nivel nacional, y asegurándose de que el Banco y los países contrapartes aprenden de las evaluaciones de impacto para integrarlos mejor en los programas de país.

Bienes públicos globales

La segunda parte del ARDE Retos Globales Compartidos, mira los esfuerzos del Banco para apoyar los bienes públicos globales diciendo que el modelo del Banco con base en los países estará bajo mucha presión “especialmente cuando los intereses globales y los nacionales sean vistos como muy divergentes.” Además, los sistemas para integrar lo que se dice a nivel corporativo con la acción a nivel nacional están “subdesarrollados”. Esta crítica es particularmente preocupante cuando los proyectos del Fondo de Inversión Climática empiezan a funcionar (ver Artículo 12). Otra preocupación del IEG es que casi la mitad de la financiación de los bienes públicos globales viene de los fondos de los fideicomisos, lo cual puede seguir “aumentando las dificultades de hacer de ésta una actividad central junto con el trabajo ya pendiente por un tiempo, financiado por el presupuesto del mismo Banco.”