El temor respecto a la corrupción gubernamental llevó a suspender los fondos para el oleoducto Chad-Camerún, para el cual el Banco se había adelantado a decir que probaría cómo los «petrodólares podían beneficiar a los pobres» (Ver Boletines 47, 48). Los activistas de la sociedad civil, quienes ya habían expresado fuertes advertencias en contra del proyecto desde su inicio, apoyan en su mayor parte el movimiento del Banco para quitarle el apoyo a Chad después de un serio incumplimiento del acuerdo del préstamo. Ellos confían que esta lección prevendrá al Banco de otorgar fondos para otros futuros proyectos de la industria extractora de tan alto riesgo, y consideran responsable al Banco de solucionar los problemas sociales y ambientales resultantes del controversial megaproyecto.
El oleoducto Chad-Camerún desarrollado por un consorcio dirigido por Exxon-Mobil fue abierto en 2003. En la primera prueba de la fuerte retórica contra la corrupción de Wolfowitz, el presidente del Banco, el 6 de enero de 2006 el Banco Mundial anunció que retiraría los nuevos préstamos y subvenciones al gobierno de Chad y que suspendería el desembolso de parte de la Asociación de Desarrollo Internacional (IDA – International Development Association) de unos US$124 millones. Después de varios meses de negociaciones fallidas, el parlamento de Chad aprobó la legislación para cambiar la Ley de Manejo de Ingresos del Petróleo apoyada por el Banco, a finales de diciembre de 2005. Esta ley, introducida en 1999 fue crucial para el apoyo del Banco del 4 per cent de $3.7 billones para el oleoducto. Esta ley también tomó la mayor parte de los ingresos gubernamentales del proyecto para dirigirlos a sectores prioritarios convenidos de antemano tales como la salud, la educación y el desarrollo rural, y también creó el Fondo para las Generaciones Futuras (FGF- Future Generations Fund), el cual guardaba el 10 per cent de las ganancias de petróleo para beneficio de futuras generaciones después de que los pozos de petróleo se secaran.
Los cambios a la ley incluyen:
- Aumentar la cantidad de ingresos del petróleo hacia los cofres generales del gobierno de 15 a 30 per cent.
- Dejar de lado el Comité Conjunto del Ingreso Gobierno/Sociedad Civil.
- Eliminar el Fondo de las Generaciones Futuras (FGF) y utilizar el dinero acumulado (más de US$36 millones) para gasto inmediato.
- Redefinir los gastos del «sector prioritario» para incluir gastos de seguridad.
Después de las acciones de Chad, los ingresos del petróleo depositados en la sucursal londinense del Citibank, se congelaron automáticamente según acuerdo con el Banco Mundial. La decisión del Banco fue apoyada por el FMI. Un programa de préstamo del FMI a Chad se salió de curso a principios de 2005 porque Chad no cumplió con las metas de presupuesto convenidas.
Muchos activistas de la sociedad civil, tanto dentro como fuera de Chad dicen que los recientes eventos muestran que sus dudas estaban bien fundadas. «He tratado de no decir, ‘Se lo dijimos’ » dice Ian Gary de Oxfam América. «Siempre habíamos temido que el poder del Banco Mundial y de otros donantes se reduciría substancialmente una vez las rentas del petróleo empezaran a fluir, y eso es lo que está pasando.»
Delphine Djiraibe, de la Asociación de Promoción y Defensa de los Derechos Humanos de Chad estuvo de acuerdo con la decisión del Banco: «nueva plata sería usada en su mayor parte para propósitos militares y aumentaría la represión de los ciudadanos de Chad. Pero nos apesadumbra decir que el Banco no escuchó las advertencias iniciales de la sociedad civil.»
Responsabilidad continuada
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La pobreza y los problemas de salud póblica, de abusos a los derechos humanos y problemas ambientales siguen aumentando en la medida en que el proyecto dirigido por Exxon-Mobil continúa sus actividades de perforación, tanto en los campos petroleros existentes como en los nuevos. El Grupo Asesor Internacional (International Advisory Group) establecido por el Banco Mundial para monitorear la implementación de proyectos, afirma que el consorcio petrolero está tomando tierra de los granjeros pobres sin asegurar antes una compensación adecuada que reemplace sus formas de vida. Se sabe que las autoridades locales y los militares extorsionan a los locales cuando estos reciben su compensación en dinero de las compañías petroleras. Las organizaciones de derechos humanos de Chad reportan que a los activistas que tratan de defender los derechos de la gente local frecuentemente se les amenaza de muerte y tienen que abandonar la región. La contaminación está causando estragos en la salud y los cultivos de algunas de las personas más pobres de la tierra, pero ninguno de los patrocinadores del proyecto está investigando y mucho menos resolviendo los problemas.
Korinna Horta, de Defensa Ambiental de ONGs EUA – (US NGO Environmental Defense) dice: «El Banco Mundial es responsable por el proyecto y debe presionar a Exxon-Mobil para que tomen medidas vigorosas para solucionar estos problemas.» Delphine Djiraibe añade: «Esperamos que el Grupo del Banco Mundial trabaje con otros donantes y con el sector privado para intensificar sanciones hasta que el gobierno de Chad esté de acuerdo en Implementar la Ley de Manejo de los Ingresos Petroleros y muestre más respeto por los derechos humanos y por el medio ambiente.»