Una investigación de los parlamentarios de varios partidos sobre el papel del FMI produjo un impactante reporte pidiendo una reforma de fondo. Al mismo tiempo, otro grupo de parlamentarios criticó la política de energía y cambio climático del Departamento de Desarrollo Internacional del Reino Unido.
En julio de 2006, el Comité Selecto de la Tesorería responsable de la supervisión de la Tesorería del Reino Unido publicó su Reporte Sobre el Papel del FMI. El reporte solicita que se aumente el número de votos para los países emergentes y también para los de bajos ingresos y pide al gobierno que «vea si otras soluciones innovativas son posibles además de la reforma del sistema de cuotas.» El Comité también aboga en contra de un proceso de reforma de dos fases y pide la consolidación de la representación de la zona europea en la Junta Ejecutiva del FMI.
El Reporte presenta recomendaciones sobre la política del Reino Unido respecto al FMI, en las áreas de: vigilancia, préstamos y financiación. El Comité declaró su acuerdo con la política del Reino Unido en contra del uso de la condicionalidad de la política económica y pidió al gobierno que trabajara para producir la reforma del Fondo sobre los temas. El Comité Selecto también apoya el movimiento para que el FMI tenga menos y más claros papeles centrando su atención solo en las áreas exclusivas de su mandato, como son el dirigir los desequilibrios globales y sus excedentes.
Incoherencia ambiental del DFID
Otro grupo de parlamentarios, el Comité de Auditoría Ambiental, asestó un golpe al Departamento para el Desarrollo Internacional (DFDI – Department for Internacional Development), por la falta de consistencia de su política del medio ambiente. En un reporte de agosto de 2006, el Comité formado por representantes de varios partidos declaró: «La política del DFID sobre el cambio del clima es incoherente. Por un lado llama la atención sobre las serias consecuencias de los impactos del cambio climático sobre todo para la gente pobre, mientras que por el otro lado es directa e indirectamente responsable por enormes emisiones de carbono en la atmósfera a través de los proyectos que financia.» Esta declaración es un eco de la declaración conjunta de las ONGs del Reino Unido publicada en julio de 2006, la cual menciona las contradicciones entre los Ministerios del Reino Unido sobre políticas relacionadas con el Marco de Trabajo Para la Energía Limpia del Banco Mundial.
Este Reporte enfatiza que el apoyo del DFID a los proyectos de petróleo, gas y carbón es contrario a sus objetivos declarados de dirigir los efectos del cambio climático en el desarrollo. La confianza del DFID al canalizar su financiación hacia el sector de la energía a través de las instituciones como la CIF (IFC – Internacional Finance Corporation) fue severamente criticada. «Que el DFID no tenga su propia política en esta área, y que su principal enfoque sea trabajar a través de organizaciones multilaterales. es completamente inaceptable.»
El Reporte también cuestionó directamente el compromiso del Banco Mundial hacia el medio ambiente. Al discutir los Documentos de la Estrategia para la Reducción de la Pobreza, el Comité se preguntó si el Banco ignoraba el hecho de que los programas de alivio a la pobreza pueden tener efectos negativos sobre el medio ambiente de las personas pobres. Esto «plantea la pregunta sobre si el Banco Mundial tiene una política coherente hacia el desarrollo sostenible.»
El Documento Blanco no es claro
El nuevo Documento Blanco del DFID sobre su estrategia para manejar la pobreza global incluye un capítulo sobre la reforma del sistema del desarrollo internacional, pero no tiene muchos detalles o compromisos concretos respecto al Banco o el Fondo. La estrategia menciona que la representación de los países en desarrollo es débil en ambas Juntas, pero no propone ninguna estrategia por medio de la cual el Reino Unido pueda cambiar la situación.
El Documento Blanco afirma que el papel del Banco es asegurar lo predecible de la ayuda y los préstamos, trabajar con Estados frágiles, financiar la energía limpia y luchar contra la corrupción. Con respecto al FMI, el DFID dice que el enfoque del FMI deberá «está más en el consejo de la política macroeconómica, y menos en los asuntos estructurales como la privatización y la liberación del mercado donde su historial ha tenido resultados contradictorios.» Aún así, el DFID sigue apoyando el papel del FMI como guardián de la ayuda.
Respuestas a las salvaguardas del CIF
Mientras el Documento Blanco hace manifiesto su apoyo hacia las salvaguardas de los préstamos del Banco, el DFID ignora el número de demandas de la sociedad civil respecto a la revisión de la política de salvaguardas de la CIF (ver Boletines 46, 50). Los recientemente revisados estándares sociales y ambientales de la CIF (el brazo financiero del sector privado del Banco Mundial), muestran serias fallas respecto a los estándares internacionales sobre el medio ambiente y los derechos humanos; estos estándares dependen fuertemente de la voluntad de los clientes del sector privado y hacen muy poco para cumplir la meta de la CIF hacia el alivio a la pobreza.
Las/los activistas en el Reino Unido han hecho presión para que el DFID cumpla con su propia retórica sobre la necesidad de que haya salvaguardas más fuertes, y en una serie de cartas y reuniones con la Agencia, detallaron cómo ésta no estaba cumpliendo sus propias políticas sobre las decisiones basadas en los principios sobre el abordaje hacia el desarrollo y en relación con la Revisión de las Industrias Extractivas. A pesar de que las ONGs pidieron «respuestas precisas a cada uno de los puntos mencionados», la respuesta final de DFID fue hacer referencias a los mismos documentos que estaban siendo criticados y «animar una amplia participación en la revisión integral» de las salvaguardas que ocurrirá dentro de tres años.
El DFID hizo un número de recomendaciones progresivas, por ejemplo, sobre los reasentamientos forzados y el trabajo con la comunidad. Sin embargo, su aceptación de las nuevas salvaguardas del CIF, a pesar de las obvias incompatibilidades con sus propias políticas, y su falta de voluntad para responder a esta contradicción han sido motivo de gran desilusión para las ONGs envueltas en el proceso de consulta. Marcus Colchester de la ONG Programa Bosques de la Gente (Forest Peoples Programme) expresó su preocupación sobre «falta de atención adecuada y de calidad a las preocupaciones de las ONGs», y observó que «esta carta era solo una más de las tantas experiencias similares a través de los años.»