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Bajo fuego el Compromiso del Banco hacia el Medio Ambiente

19 septiembre 2006

A pesar del historial dudoso del Banco Mundial respecto a la sostenibilidad y a su participación actual en desastrosos proyectos de silvicultura, represas y proyectos agrícolas transgénicos, el Presidente, Wolfowitz, anunció en junio de 2006 que el Departamento de Desarrollo Sostenible Social y Ambiental (ESSD, sigla en inglés), será disuelto y fusionado con las Unidades de Infraestructura y Energía. El cambio ha creado una enorme protesta entre los grupos de la sociedad civil y el mismo personal del Banco. La entrega de la independencia estructural de un Departamento que trabaja con el medio ambiente y con las dimensiones sociales del desarrollo y su fusión con un organismo que trabaja en infraestructura y riesgos extractivos, da un claro mensaje de que el Banco no está pensando seriamente en la protección de los ecosistemas y de las formas de vida. El nuevo Departamento llamado: la Red de Trabajo del Desarrollo Sostenible será dirigido por la actual cabeza del Departamento de Infraestructura, Kathy Sierra. Adicionalmente se creará una nueva posición para una/un «experto mundial del medio ambiente.»

¿Se aprendieron las lecciones de la silvicultura?

El Banco reconoció la revisión altamente crítica del Panel de Inspección sobre su trabajo de silvicultura en Cambodia (ver Boletines 46,51), la cual encontró que un proyecto había violado seis políticas de salvaguarda interna e ignorado los puntos de vista de las comunidades dependientes de los bosques. La gerencia del Banco produjo un plan de acción de refuerzo comprometiéndose en forma continuada con el sector silvícola de Cambodia, con la seguridad de que en los futuros proyectos forestales del Banco se aumentará la participación local y habrá mejor manejo de las inquietudes ambientales.

Testigo Global (Global Witness) ONG con sede en el Reino Unido, señaló que el plan de acción de refuerzo no da garantías sobre lo que el Banco hará de hecho o de cuándo lo va a hacer: «El Presidente Wolfowitz debería darle la tarea al Panel de Inspección, con monitoreo progresivo para asegurarse de que la gerencia del Banco, empieza de ahora en adelante a cumplir un papel constructivo.»

Unificando la diversidad

El Banco Mundial piensa conseguir recursos del Fondo Mundial para el Medio Ambiente (GEF sigla en inglés) para dos proyectos, uno en África Occidental y el otro en Latinoamérica. Sin embargo, los grupos de la biodiversidad temen que el Banco introduzca agresivamente alimentos transgénicos (GM, sigla en inglés) en el corazón de las agriculturas campesinas, lo cual amenaza la soberanía de los alimentos. El reporte conjunto del Centro Africano para la Bioseguridad, del Grupo ETC, de GRAIN, y de la Red por una América Latina Libre de Transgénicos, afirma que los proyectos «son dirigidos por la agenda del Banco Mundial y del gobierno de los Estados Unidos para unificar la regulaciones de los cultivos GM a través de las regiones y así pasar por encima de los procesos nacionales que son susceptibles a la oposición local.»

El proyecto de algodón en África Occidental se centra en la Unión Económica y Monetaria de África Occidental (WAEMU sigla en inglés), un grupo de ocho Estados del África Occidental cuyos secretariados tienen el poder de imponer la ‘rápida adopción’ de legislación obligatoria sobre sus miembros. La propuesta del proyecto dice que «Si WAEMU puede unificar las legislaciones nacionales de bioseguridad y luego imponer una decisión tomada en un país en los otros países, esto mejoraría drásticamente el clima de la inversión en la biotecnología para el capital y los cultivos en el área WAEMU.»

El proyecto latinoamericano – en Brasil, Colombia, Costa Rica, México y Perú – se enfoca en la yuca, el algodón, el maíz, la papa y el arroz, de los cuales dependen millones de personas en Latinoamérica para la alimentación, la medicina, las formas de vida y la identidad cultural. El objetivo declarado del proyecto es «fortalecer la capacidad de los países participantes para implementar el Protocolo de la Bioseguridad», pero las ONGs refutan la idea diciendo que «la introducción de las variedades transgénicas de estos cultivos inevitablemente contaminará las variedades tradicionales y allanará el camino para la destrucción del sistema indígena de semillas y alimentos

«Silencio criminal» en Pakistán

En agosto de 2006 hubo inundaciones graves en el valle del río Indus en Pakistán, como resultado de varias rupturas en el Drenaje del Banco Izquierdo (LBOD, sigla en inglés) después de severas lluvias en la Provincia de Sindh. El LBOD financiado por el Banco Mundial, como parte del Programa de Drenaje Nacional de Pakistán (NDP, sigla en inglés), fue completado en 1997. Esta inundación ha sido el último de los legados de daños incluyendo inundaciones frecuentes, degradación de la tierra, destrucción de los bosques, salinización de las aguas subterráneas y destrucción de las formas de vida dependientes de la pesca y la agricultura.

Una carta de Sindhu Bachao Tarla (Lucha por salvar el Indus) dirigida a John Wall, el Director de país del Banco Mundial en Pakistán, acusó al Banco de «silencio criminal». También señaló la complicidad del Banco en la reciente devastación y expresó un serio descontento sobre la demora en la publicación del reporte del Panel de Inspección. Las personas afectadas por el proyecto LBOD presentaron un reclamo al Panel de Inspección en septiembre de 2004. Pero un año después de la visita del Panel al área, su reporte todavía no ha sido publicado ni está disponible al público.