La habilidad del FMI para dictar la política económica a los países miembros está fallando debido a su baja en credibilidad después de los fracasos en Asia Oriental, Argentina y Rusia (ver Boletines 8, 10 y 28). Los países en desarrollo están rechazando ahora la interferencia del Fondo en sus economías.
En medio de las elecciones presidenciales de Ecuador en octubre de 2006, el FMI recomendó en privado al Gobierno que acumulara reservas para resguardarse contra una caída en el precio del petróleo y el posible efecto adverso en un proceso contra una compañía multinacional de petróleo. En septiembre de 2006 el reporte WEO del Fondo (September 2006 World Economic Outlook) un reporte semestral, también criticó al Ecuador por sus políticas de inversión en la energía.
Armando Rodas, el Ministro ecuatoriano de la Economía, llamó al WEO "un reporte lleno de falacias" y pidió al FMI que dejara de meterse en los asuntos internos de Ecuador. Rafael Correa, uno de los candidatos en la última rueda de elecciones en Noviembre de 2006, ha jugado con la idea de declarar una moratoria unilateral en relación con el pago de la deuda de Ecuador al FMI y así liberar recursos para programas sociales.
Sur África también rehusó públicamente el consejo del FMI. El Banco Central en Sur África tiene una banda relativamente ancha para controlar su objetivo de inflación del 3% al 6%. En la consulta del Artículo IV 2006 del Fondo, un reporte anual económico producido por cada uno de los miembros del Fondo, el personal del Fondo sugirió que el Banco Central utilizara explícitamente la mitad de la banda como su objetivo. El Gobernador del Banco Central, Tito Mboweni, rechazó el consejo del FMI y declaró que el Fondo "debería evitar dar política preceptiva a los países que no son sus deudores."
Tasas y políticas de reserva en flujo
El mundo industrializado, en su preocupación en aumento respecto al crecimiento sobrante del comercio chino, está presionando para que el FMI aumente su vigilancia de los regímenes de cambio de divisas. Una idea sugerida por el investigador estadounidense, John Williamson, entre otros, es que el FMI publique tasas de cambio equilibradas para cada país miembro sin importar el régimen de divisas en uso. Es ampliamente considerado que esta sugerencia tiene a China como objetivo, cuya divisa se considera devaluada por Estados Unidos y Europa. Sin embargo, en un Documento de Trabajo del Fondo en octubre de 2006, por Dunaway, Leigh y Li, se concluye que los pequeños cambios en especificaciones del modelo, pueden llevar a una diferencia sustancial en los estimativos de la tasa de cambio real: "Por lo tanto, tales estimativos deben ser tratados con mucho cuidado."
La Junta Ejecutiva todavía está revisando la política del FMI sobre la vigilancia de la tasa de cambio. Ésta fue revisada por última vez en 1977 y es poco probable que se llegue a un consenso. En una declaración al FMI, Nor Mohammed Yakcop, el Ministro de Finanzas de Malasia, habla en contra de la política diciendo "no apoyamos la propuesta del Fondo para determinar y publicar si la tasa de cambios de un país miembro está desalineada. Se sabe muy bien que el estimativo del equilibrio de los niveles de las tasas de cambio es muy sensible con la suposición implícita." Los Ministros de Argentina y Nigeria expresaron una resistencia parecida.
Un reciente Documento de Trabajo del Fondo sobre el nivel óptimo de cambio de reservas extranjeras por Jeanne y Rancière, no pudo explicar la enorme acumulación de dólares en las tesorerías de Asia Oriental durante los últimos años. La debilidad del modelo es la suposición de que toda la razón para mantener reservas es la de protegerse contra los choques que afecten el crecimiento producidos por la suspensión repentina de entradas de capital. El modelo ignora los riesgos políticos y económicos que los países y los políticos enfrentan al recurrir al FMI durante una crisis.
Un Documento Técnico G24 reciente por Injoo Sohn de la Universidad de Princeton, explica la razón que tienen los países asiáticos para desarrollar alternativas al FMI: "Un número en aumento de países en desarrollo ha cuestionado la legitimidad y efectividad de la exclusiva estructura de toma de decisiones del gobierno financiero global, particularmente después de la crisis financiera asiática de 1997-98. Asia Oriental por lo tanto, está pidiendo una reforma sustancial del FMI a nivel global, al tiempo que persigue un nuevo multilaterismo financiero a nivel regional."
Continúan los desequilibrios
Al mismo tiempo, los desequilibrios económicos continúan aumentando y el WEO (World Economic Outlook) pronostica que "el déficit actual de Estados Unidos continuará aumentando hasta un 6.9 por ciento del PIB en el 2007 – y continuarán los grandes excesos en el Japón, las partes emergentes de Asia y los países exportadores de petróleo en el Medio Oriente y en todas partes." Se suponía que las consultas multilaterales iniciadas por el FMI en junio de 2006 (ver Boletín 51) iban a ayudar a resolver esos desequilibrios, pero hasta el momento no han producido ningún resultado.
El FMI ha recomendado fortalecer las políticas para facilitar el ajuste ordenadamente, incluyendo el aumento de la flexibilidad del cambio en China, la reducción del déficit fiscal en Estados Unidos, la implementación de reformas estructurales en Europa y Japón y el aumento adicional de los gastos de los exportadores de petróleo. Larry Elliot, el editor de negocios del periódico británico ‘The Guardian", expresó sus dudas sobre la habilidad del FMI para convencer a los mayores actores de tomar las acciones necesarias. "Verlo para creerlo. Al mismo tiempo continúa el tic tac del reloj."