El informe del Banco Mundial Haciendo Negocios 2007 (World Bank’s 2007 Doing Business), premia los países que tienen bajo nivel de protección laboral, al mismo tiempo que la publicación del WEO – FMI Perspectivas Económicas Mundiales (WEO – World Economic Outlook) urge el desmonte de las normas del mercado laboral. Las organizaciones laborales, los gobiernos de los países en desarrollo y los senadores estadounidenses le han pedido a la Institución que respete los estándares de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
Haciendo Negocios que fue publicada en septiembre de 2006, categoriza a 175 países en relación con "qué tan amistosos son con los negocios". El reporte anual, publicado por primera vez en 2003, se utiliza como guía tanto por los inversionistas extranjeros como por los gobiernos para priorizar las llamadas "reformas de clima de inversiones". De acuerdo con el reporte, Georgia es considerado como el "reformador estrella", seguido de Rumania y México.
El WEO de Septiembre de 2006 reiteró el consejo sobre los estándares bilaterales del FMI: "asegurar la flexibilidad de la estructura, incluyendo a los mercados laborales, mientras que se establecen redes sociales efectivas de seguridad, que probarán ser muy importantes. La flexibilidad del mercado laboral se refiere a reformas que faciliten reclutar y despedir a los trabajadores, tanto como a poner límites a las negociaciones colectivas y al derecho de pertenecer a un sindicato. El WEO recomendó estos cambios para el Japón, la región Latinoamericana, las economías emergentes asiáticas y los países industriales. Las consultas del Artículo IV del FMI y los reportes anuales de país sobre el estado de la economía dan el mismo consejo, más recientemente a Francia, Corea, Serbia y Polonia.
La Confederación Internacional de Sindicatos de Libre Comercio (ICFTU, sigla en inglés) ha documentado cómo Haciendo Negocios ha sido utilizado por el Banco Mundial y el FMI para "forzar a los países a deshacerse de varios tipos de ‘protecciones’ laborales. Por ejemplo, un memorando económico reciente del Banco a Colombia le exigió al Gobierno que hiciera que las decisiones relacionadas con el reclutamiento y el despido fueran más flexibles para mejorar su categorización en Haciendo Negocios.
En Sur África, el reporte del Artículo IV del FMI recomendó "agilizar" los procedimientos para reclutar y despedir, lo cual requeriría terminar con normas afirmativas de acción que los Gobiernos post apartheid colocaron en su lugar para corregir el legado de varias décadas de discriminación racial.
Guy Ryder, Secretario General del ICFTU, dijo: "el Banco Mundial y el FMI necesitan trabajar en forma más unida con los sindicatos, las organizaciones de la sociedad civil y los organismos de la ONU, tales como la OIT para desarrollar políticas que apoyen una agenda del trabajo digno." Una carta de octubre de 2006 de seis senadores estadounidenses al Presidente del Banco, Wolfowitz, anota que los países con protección laboral inadecuada ocupan los lugares más altos de Haciendo Negocios, con lo cual contradicen los estándares de la OIT. Los senadores citaron a Arabia Saudita, la cual consigue la mejor calificación en el índice ‘cómo emplear trabajadores´, a pesar de que prohíbe el derecho de asociación, el derecho a organizarse y las negociaciones colectivas, todas éstas violaciones de los estándares laborales OIT. Ellos tampoco "pueden comprender cómo se alaba a países que fallan al garantizar un sueldo mínimo y el pago del sobre tiempo, los cuales sacan a la gente de la pobreza" y por tanto le pidieron al Banco que coordinara con la OIT todas las futuras declaraciones públicas sobre materia laboral.
Las/los Senadores unieron sus llamadas al Banco y al Fondo para que fueran coherentes con los estándares OIT provenientes de los gobiernos de los países en desarrollo. Felisa Miceli, la Ministra Económica argentina, en sus declaraciones tanto en las reuniones anuales en Singapur, como en las del Banco y el Fondo en Washington, presionó a las Instituciones para que "cumplieran con los estándares básicos laborales no solo por ser un imperativo ético, sino también como algo necesario para evitar una carrera sin límites para atraer inversiones." Miceli continuó: "Antes de pedir ‘flexibilidad’ laboral adicional (una forma elegante de pedir menos protección), los empleados [del Banco/FMI] deberían. consultar con OIT."
En sus análisis de Haciendo Negocios, la ONG latinoamericana D3E señaló que "la forma como las compañías manejan (o no lo hacen) su impacto social y ambiental no se tiene en cuenta." La autora, Carolina Villalba, concluye que el objetivo del Banco es promover grandes inversiones dirigidas a la exportación de ‘commodities’ que crean comparativamente pocas oportunidades laborales, pero que tienen grandes impactos sociales y ambientales."
¿Fracasos del mercado laboral?
El impulso para remover las protecciones laborales se basa en estudios empíricos que vinculan rigurosas regulaciones del mercado laboral con el desempleo. El WEO de Abril 2003 del FMI dice que "las causas del alto desempleo pueden encontrarse en las instituciones del mercado laboral." Sin embargo, esto contradice los resultados del Reporte del Banco Mundial sobre el Desarrollo, 2006 (ver Boletín 48), el cual encontró que el efecto de la legislación para protección del empleo respecto al desempleo es "ambiguo" y que los países no deberán reducir esta legislación antes de mejorar la protección social y crear planes de creación de empleos.
Aparte del WDR 2006 (Informe Mundial del Desarrollo, WDR sigla en inglés), ha habido otros análisis con base en la evidencia empírica detrás de los estudios, los cuales sugieren que las protecciones al trabajo crean desempleo. Estos rechazos de la sabiduría convencional incluyen análisis de grupos de pensadores de Estados Unidos: el Centro para el Análisis de la Economía Política, el Centro para la Investigación Económica y Política, y la Oficina Nacional para la Investigación Económica.
La nueva investigación de la Fundación para el Trabajo (Work Foundation), una organización de investigación y asesoría británica sin ánimo de lucro, encontró que "la realidad de que países con diferentes mercados de trabajo se hayan desempeñado igualmente bien, sugiere que no hay una sola ruta para el empleo total." Al comparar al Reino Unido con otros países europeos, se encuentra que la desregulación no es la única respuesta, y que "la combinación de una legislación moderadamente estricta, de fuertes sindicatos y de negociación colectiva, junto con niveles relativamente generosos de beneficios de desempleo, son compatibles con un fuerte desempeño del empleo."
En contraste con la política del Banco y del Fondo, la Corporación Internacional Financiera (CIF – International Finance Corporation), el ala financiera del sector privado del Banco, "recientemente inició una asociación con la Organización Internacional del Trabajo (OIT) para desarrollar herramientas que apoyen la buena práctica en las cadenas de suministro global." Se reporta que el Presidente del Banco, Paúl Wolfowitz, se reunió con Juan Somavia, el Director General de la OIT durante su viaje de octubre de 2006 a las capitales europeas, para discutir cómo la OIT y el Banco Mundial podrían trabajar juntos. No está claro cómo la OIT responderá a la propuesta del Banco.
El debate sobre la tal llamada política de coherencia entre las IFIs y la OIT surgió en febrero de 2004 con el reporte de la Comisión Mundial sobre la Dimensión Social de la Globalización, titulado: ‘Una Globalización Justa: Creando Oportunidades para Todos’. Comisionado por la OIT, estudió cómo tratar las dimensiones sociales de la política económica internacional. El reporte dice: "En la práctica, el sistema multilateral presenta un subdesempeño en términos de asegurar coherencia entre las políticas económicas, financieras, comerciales, ecológicas y sociales, para promover el desarrollo y el progreso social" y recomendó la formación de un grupo parlamentario global que integrara la veeduría de todas las agencias multilaterales.
WDR sobre la equidad: Qué practiquen lo que predican