El nuevo Plan de Acción sobre el Género del Banco Mundial (GAP – World Bank’s new Gender Action) bien nombrado como Igualdad de Género en calidad de término ‘económico Smart’, está firmemente construido en el marco de trabajo de la política económica del Banco. GAP claramente tiene como objetivos a sectores económicos donde el Banco tiene una ventaja comparativa. Estos incluyen: La agricultura, el desarrollo del sector privado, las finanzas, la infraestructura y el suministro del agua y el saneamiento. El Plan promueve el aumento del papel de las mujeres en los sectores económicos que el Banco designa como motores del desarrollo. GAP concluye: “El caso de los negocios para expandir las oportunidades económicas de las mujeres se está evidenciando; esto no es más que economía Smart.”
A GAP le falta el abordaje de los derechos humanos, esencial para una institución de desarrollo con la misión de reducir la pobreza. El objetivo de crear “trabajo de mercado para las mujeres” es muy importante pero carece del argumento más importante de empoderamiento para las mujeres: La consecución de los derechos humanos de las mujeres. Los principales beneficiarios de la inversión del Banco en la infraestructura han sido las corporaciones transnacionales, no las personas que viven en la pobreza.
Siendo fiel al modelo arcaico de negocios del Banco, los objetivos de GAP son los de aumentar la participación de las mujeres en los mercados agrarios y laborales, y en los mercados financieros y de producción – al tiempo que estas áreas se privatizan al máximo – con lo cual las corporaciones resultan siendo las grandes beneficiadas.
GAP es el primer lineamiento de género del Banco que pone al ‘género como una corriente central’ en su política operacional. Al mismo tiempo, GAP falla al no reconocer que la política operacional obligatoria del Banco (OP 4.20) sobre el género y el desarrollo sobre la cual fue construida GAP, contiene una nota crítica al pie en la cual excluye préstamos de programa que tengan que ver con la disparidad del género. Debido a que la política operacional tiene precedente sobre GAP, esto hace que las intenciones de GAP sean socavadas y de solo préstamos basados en la política. Las políticas operacionales son las únicas políticas del Banco sobre las cuales la sociedad civil puede pedir rendición de cuentas al Banco.
GAP aduce que su abordaje económico contribuirá a conseguir los Objetivos de Desarrollo del Milenio, sin reconocer la contradicción inherente de que las reformas de los estándares económicos que el Banco impone en los países pobres como la baja inflación y las políticas de bajos gastos, de hecho sabotean la consecución de esos Objetivos.
Este es el primer plan de género, estrategia o política que supuestamente se aplica a todo el Grupo del Banco Mundial. Anteriormente los lineamientos de género del Banco excluyeron a la CIF (Corporación Internacional Financiera parte del FMI – IFC -International Finance Corporation), la entidad de préstamos del sector privado del Banco, y a MIGA (Agencia Multilateral de Garantía de Inversiones – The Multilateral Investment Guarantee Agency), la entidad de seguro de los riesgos políticos. En el caso de la CIF, GAP ve que su papel es el de promover la respuesta de género en el sector privado, sin enfocarse en los impactos de la pobreza, por otra parte GAP no hace ninguna mención de MIGA.
La promoción de “género como corriente central” continúa siendo el principal método del Banco para promover la igualdad de género, un noble objetivo, pero uno que no ha funcionado ni en el Banco ni en ningún otro lugar. Muchas / muchos expertos renombrados en el área de los derechos de las mujeres han declarado que hacer del género una corriente central, de hecho ha retardado la consecución de los derechos de las mujeres. Inicialmente GAP se concentrará en actividades “en un pequeño número de países específicos” para conseguir impactos medibles. La selección final de los países seleccionados será hecha por un comité ejecutivo interno del GAP.
Los implementadores del Plan incluyen al Banco, a las OSC (organizaciones de la sociedad civil), a los gobiernos y al sector privado. Las OSC incluyen muchos tipos de grupos, pero al crear a GAP, el Banco solo consultó con un grupo externo de consultoría de género de siete miembros, cuidadosamente seleccionado. Mirando hacia adelante, GAP identificó a una sola contraparte OSC, con base en Washington, el Centro Internacional de Investigación sobre Mujeres (International Center for Research on Women), para diseñar y conducir las evaluaciones de GAP.