Un informe publicado por la Oficina de Evaluación Independiente (IEO – Independent Evaluation Office) critica el papel del FMI en su manejo de los flujos de la ayuda en el Subsahara Africano, pero pasa por alto aspectos más importantes sobre el papel del FMI en los países de bajos ingresos.
La evaluación del papel del FMI y de la ayuda al Subsahara Africano muestra la falta de congruencia entre la retórica del FMI respecto a la reducción de la pobreza y su trabajo en el terreno, el cual ha estado más enfocado en la disciplina fiscal. El informe responsabiliza tanto a la gerencia como a la Junta por su falta de consenso en relación con el enfoque del FMI sobre la ayuda, pues la institución no ha tenido una política clara sobre si apoyar la ayuda, o desarrollar escenarios fiscales alternativos basados en el aumento de los flujos de la ayuda. El informe también criticó la falta de colaboración entre el Banco y el Fondo, lo que ha impedido un análisis apropiado sobre cómo invertir la ayuda.
El Informe se basó en la investigación de los programas PRGF (Documento para el Crecimiento y la Reducción de la Pobreza), el instrumento de préstamos concesionarios para los países con bajos ingresos, utilizado en 29 países del Subsahara Africano entre 1999 y el 2005. La Junta del FMI dio la bienvenida al Informe, pero retrasó el apoyo a las recomendaciones en espera de las propuestas de implementación con estimativos de los costos asociados.
La más fuerte crítica en este Informe fue dirigida a la falta de congruencia entre los objetivos del PRGF y su actual desempeño. “Bajo el tema de la falta de congruencia está el asunto más importante del intento, que en últimas no fue exitoso, del cambio institucional.” A pesar del aparente enfoque en la pobreza, el PRGF se revirtió a un abordaje de proceder como si se tratara de “negocios normales”. El Fondo fue ineficaz en su utilización del análisis del Impacto Social de la Pobreza (PSIA – Poverty and Social Impact Analysis) al diseñar los programas PRGF y fue poco creativo en su aplicación de la capacidad de absorción de la ayuda y de los análisis alternativos del escenario de la ayuda. El IEO encontró que el mayor cambio no radicó en dirección del enfoque de la reducción de la pobreza, sino que “el personal del Fondo buscó en la forma más agresiva las mejoras en la rendición de cuentas y en la transparencia del manejo de los recursos públicos.”
El IEO reduce su crítica al citar la falta de consenso de la Junta y por lo tanto de la política del FMI sobre la movilización de la ayuda. En cambio, el IEO sí dice que el trabajo de relaciones públicas del Fondo estaba fuera de línea: “Las comunicaciones del FMI sobre la ayuda y la reducción de la pobreza han contribuido a crear la impresión de que el Fondo se había comprometido a hacer más sobre la movilización de la ayuda y sobre el análisis de la reducción de la pobreza."
Las principales recomendaciones de esta evaluación son en favor de mejorar la claridad de las políticas y las comunicaciones. “La Junta Ejecutiva debe reafirmar y/o clarificar las políticas del FMI sobre los umbrales subyacentes del desempeño respecto a: los gastos, la absorción y la movilización de la ayuda, los escenarios alternativos, el PSIA, y los marcos de trabajo presupuestales a favor de los pobres y del crecimiento.”
Esta evaluación, aparte de las anteriores recomendaciones, no dice más respecto al papel que el FMI debería jugar en los países de bajos ingresos. Otro comité independiente recomienda que el FMI cese de utilizar el PRGF en el proceso de la concesión de financiación para los países de bajos ingresos (ver Artículo 13 de este Boletín).
El IEO tampoco menciona el asunto de la transparencia del Fondo en general, lo cual reduce la rendición de cuentas del FMI a los actores externos.
Una de las quejas consistentes de la sociedad civil ha sido la falta de diálogo y consulta respecto al establecimiento del marco de trabajo macroeconómico. La encuesta del IEO confirmó que el personal del Fondo siente que su marco de trabajo macroeconómico debe estar separado de los procesos de participación involucrados con el Documento Estratégico para el Desarrollo y Reducción de la Pobreza (PRSP). “Menos del 40 por ciento del personal que participó en la encuesta (FMI) está de acuerdo en que el PRSP provee la base para el PRGF, mientras que el doble de personas está de acuerdo en que el PRGF provee la macrobase para la implementación del PRSP."
Finalmente, el IEO encuentra que las organizaciones africanas de la sociedad civil (CSOs) tienen una impresión muy desalentadora de su interacción con el Fondo. Solo un 20 por ciento de aquellas que tomaron parte en la encuesta pensó que el Fondo había mejorado su transparencia y sus diálogos con las CSOs. Para remediar este problema el informe sugiere que se clarifique el rol del personal de la misión del FMI y de los representantes residentes, ya que encuentra que las expectativas para el diálogo con los donantes y las CSOs, exceden los recursos disponibles. Teniendo en cuenta la crisis presupuestal del Fondo, existe el riesgo de que la gerencia utilice esto para reducir la comunicación con la sociedad civil en vez de utilizar esta llamada de atención para mejorar el nivel de interacción entre el personal del Fondo que diseña los programas PRGF y los actores involucrados del país.