Las últimas credenciales del Banco sobre la reducción de carbono incluyen un informe sobre la reducción de las llamaradas de gas, como parte de la asociación global de reducción de las llamaradas, y de la nueva iniciativa para ‘Alumbrar’ al África. Sin embargo, semejantes desarrollos tan positivos se ven disminuidos y contrastan con la continuada financiación a los combustibles fósiles por parte del Banco.
En septiembre de 2007, el Banco Mundial lanzó ‘Alumbrando a África’, un programa para suministrar energía a 250 millones de africanos para el 2030, como parte de un marco de trabajo de inversión en la energía limpia y el desarrollo (ver Boletines 53 y 55). El objetivo de esta iniciativa es «desarrollar las condiciones del mercado para el suministro y la distribución de productos nuevos no fósiles, tales como los focos fluorescentes y los diodos emisores de luz, en áreas de la región que no están conectadas con la red elÚctrica», utilizando energía renovable o fuentes mecánicas.
Las tres prioridades de ‘Alumbrando a África’ son: La competencia para el diseño y la entrega de productos de alumbrado de combustibles no fósiles de bajo costo y de alta calidad; la investigación de mercado en Kenya, Ghana, Tanzania, y Zambia; y un portal web para animar la participación de las asociaciones del sector privado. Apoyan esta iniciativa varias facilidades del Banco, los gobiernos y las compañías.
La financiación del Banco para los grandes proyectos de combustibles fósiles le gana a la inversión en los proyectos de energía renovable y eficiente en una proporción de 17 a 1.
Se da la bienvenida a todos los esfuerzos para escalar la electricidad de procedencia no fósil y por fuera de la red de suministro, teniendo en cuenta los altos niveles de pobreza energÚtica en el continente, los costos que los usuarios africanos tienen que pagar por la iluminación de combustibles como las lámparas de kerosén, y/o el suministro poco fiable y de pobre calidad. Sin embargo todavía se cuestiona si el sector privado solo por su cuenta, puede responder efectivamente por los objetivos de esta iniciativa. El Banco tambiÚn reconoce que «esta iniciativa no es un substituto de la electricidad limpia y fiable a gran escala», y el Banco todavía desea depender de proyectos hidroeléctricos de gran escala.
Un informe de Greenpeace da una mirada detallada a los caminos de la inversión del sector de la energía. Inversión Futura (Futu[r]e Investment) señala que la energía renovable solo es una muy pequeña parte del portafolio energÚtico del Banco Mundial. En 2002-2003 la financiación del Banco para los grandes proyectos de combustibles fósiles le gana a la inversión en los proyectos de energía renovable y eficiente en una proporción de 17 a 1. El informe exhorta fuertemente a las IFIs para que aumenten sus prÚstamos para los proyectos de energía renovable y eficiente como un porcentaje de sus prÚstamos generales al sector de la energía, y que se retiren rápidamente de la financiación de los proyectos energéticos de formas convencionales y contaminantes.