Bajo presión para mantener la relevancia del Banco Mundial y estampar su marca en la institución, el Presidente Robert Zoellick posiblemente tendrá su atención enfocada en dos áreas: la promoción de los instrumentos gerenciales de riesgo y el desarrollo de los mercados locales de bonos en moneda.
El Departamento de Asuntos Económicos y Sociales de la ONU (DESA – UN Department of Economic and Social Affairs), ha invitado por años al Banco que ayude a "desarrollar instrumentos contra cíclicos, tanto públicos como basados en el mercado, que ayuden a atenuar las corrientes del capital privado de tal manera que éstas sean más una ayuda en vez de un obstáculo para el desarrollo.”
Poco después de la crisis financiera asiática a finales de los 90, el Banco desarrolló herramientas de gerencia de riesgo que los países pueden aplicar a su portafolio entero de deuda – tanto si el acreedor es el Banco u otros acreedores. Manejado por el personal de Hacienda del Banco, estas herramientas incluyen: moneda, tasas de interés, intercambio de mercancías y asistencia técnica, acompañados de los sistemas legales y contables requeridos para usarlos con eficacia.
El objetivo de este Fondo de bonos en moneda local es el de establecer una clara línea entre la reforma de la política y la inversión
Los intercambios de moneda permiten a los países reducir su exposición a las fluctuaciones del valor de la moneda del préstamo. Los intercambios de tasas de interés permiten a los prestatarios cambiar una tasa flotante de interés por otra fija o viceversa, asegurándose contra un inesperado aumento en las tasas de interés. Los intercambios de mercancía pueden, por ejemplo, permitirle a un país que es exportador de materias primas vincular el servicio de su deuda al precio de la materia prima, pagando menos cuando los precios están bajos y viceversa.
Las principales ventajas para los países en desarrollo en ir al Banco Mundial más bien que a los bancos privados son el acceso y el costo. El Banco usa su mejor crédito para conseguir mayores volúmenes, más tiempo para el pago y menos costos que si los países trataran de conseguirlo por su cuenta. Más de 40 países de medianos ingresos han establecido el intercambio de moneda y de tasas de interés en su deuda con el Banco. Pero solo cinco países han firmado acuerdos con el Banco para manejar el riesgo tanto de su deuda con el Banco como de portafolios diferentes al del Banco.
Los intercambios de mercancía no se han dado, debido parcialmente a la complejidad técnica para modelar el impacto de los cambios en los precios de las mercancías en la economía de un país. Los funcionarios pueden temer ser culpados por firmar costosos acuerdos que limitarían las utilidades del país cuando los precios de las mercancías están altos, puesto que a la inversa también puede echárseles la culpa de los bajos precios al mercado internacional. Una pregunta estructural a largo plazo es si el aumento de la inversión en el manejo del riesgo basado en el mercado, desalentará o no el interés en otras medidas para dirigir la inestabilidad del mercado de mercancías tales como: la creación de existencias de amortiguación (buffer stocks), el manejo de los precios de las mercancías, el financiamiento compensatorio, o la diversificación económica.
En octubre del 2007, el Banco emitió $5.000 millones del Fondo de Bonos en Moneda Local para los Mercados Emergentes Globales (GEMLOC – Global Emerging Markets Local Currency Bond Fund). Mientras que alrededor del 70% de la deuda del mercado emergente se denomina en monedas locales, los inversores institucionales mantienen solo alrededor del 10% de la inversión en la deuda de su mercado emergente en monedas locales. La intención de GEMLOC es de incrementar esta inversión, al proveer moneda para los países para inversiones de financiación a largo plazo, tales como la infraestructura. Es una iniciativa IBRD-CIF, la cual utilizará los servicios de un gerente de fondos privados para solicitar inversiones de los inversores institucionales, de los Fondos de Riqueza Soberana y de los Bancos Centrales.
La iniciativa tiene el potencial de disminuir la dependencia de los países en desarrollo de las finanzas de los bancos multilaterales a largo plazo, y es algo importante que han pedido estos países. En su reunión de noviembre del 2007 en Sur África, los G20 animaron “el rol del Banco de dar préstamos en moneda local como una forma de desarrollar mercados domésticos de capital que les permitan fortalecer una mejor responsabilidad de gerencia."
El desarrollo del mercado de bonos en moneda local también tiene riesgos. El ritmo y la sostenibilidad de la expansión del mercado serán clave. Un rápido aumento en la deuda doméstica deberá ser contrarrestado con inversiones productivas para que no se renueven los problemas de la sostenibilidad de la deuda. Un aumento en el volumen de la moneda local en bonos domésticos mantenido por los inversionistas extranjeros eleva el espectro de súbitas corrientes de reversa si el valor de la moneda baja en la ausencia de controles del capital (ver Artículo 5). En 1994, en la ‘Crisis del Tequila’ de México tanto los inversionistas domésticos como los extranjeros inundaron el mercado con bonos en moneda local.
Son confusas las implicaciones de la segunda parte de la iniciativa de GEMLOC: el lanzamiento de un nuevo Índice de Mercados Globales Emergentes de Bonos. El Índice de la CIF listará los bonos en moneda local y tendrá estadísticas reflejando su valor, medido no solo por el tamaño del mercado, "sino también por la ‘investibilidad’, ajustándose de acuerdo con variables tales como los regímenes regulatorios y de impuestos y las reglas del acceso al mercado.” Zoellick dice: "El objetivo de este Fondo de bonos en moneda local es el de establecer una clara línea entre la reforma de la política y la inversión.”
GEMLOC invertirá inicialmente en 15 – 20 economías de medianos ingresos, y se espera que se extenderá a 40 países en cinco años. La expansión de la iniciativa a países de bajos ingresos requiere prudencia puesto que surge la posibilidad de saturar el mercado privado del crédito. Muchos países de bajos ingresos ya sufren por las preferencias de los bancos de invertir en el garantizado retorno de los bonos del tesoro más bien que en el sector productivo.
Otro instrumento que podría jugar un rol contra cíclico aplicable a los países prestatarios de medianos y bajos ingresos, sería la creación de un mercado para los bonos ligados al crecimiento del PIB. Esto le permitiría a los prestatarios pagar más interés cuando sus economías son más sanas y menos cuando no lo sean. La Economista Stephany Griffith-Jones, y José Antonio Ocampo, el entonces Jefe del Departamento de Asuntos Económicos y Sociales de la ONU (DESA – United Nations Department of Economic and Social Affairs), en un documento para el Grupo de los G24 de los países en desarrollo, invitó al Banco a "jugar el rol de creación de mercados para los bonos ligados al PIB.” Pero en el momento no hay planes para su desarrollo en el Banco, con personal de Hacienda diciendo que ellos "no pueden trabajar en productos donde no hay consumo suficiente.”