La ONG Amigos de la Tierra del Medio Oriente (FoEME – Friends of the Earth Middle East ) ha expresado su preocupación sobre la participación del Banco Mundial en el Proyecto de Transporte de Agua del Mar Rojo al Mar Muerto (RDC – Red Sea to Dead Sea water conveyance project) o el ‘Conducto de la Paz’ (‘Peace Conduit’) como ha sido llamado. En particular, FoEME se refiere al fracaso del Banco y de los gobiernos beneficiarios para considerar alternativas que profundicen en la raíz del problema de la degradación del Mar Muerto.
La visión compartida sobre el RDC es: "Salvemos el Mar Muerto de la degradación ambiental; desalinicemos el agua para generar energía a precios razonables para Jordania, Israel y la Autoridad Palestina; y construyamos un símbolo de paz y cooperación en el Medio Oriente.” Ello implicaría canalizar el agua desde el Mar Rojo hasta el Mar Muerto, vía el mayor bombeo de agua de mar en el mundo hasta el Golfo de Aqaba y un conducto de 200 kilómetros de largo. El Mar Muerto ha sido devastado a lo largo de los últimos 50 años por la creciente e inadecuada disposición de aguas residuales en un solo tributario, el Río Jordán, y por el desvío de agua del río por Israel, Jordania y Siria. Los niveles de agua del Mar Muerto muestran que está secándose en aproximadamente un metro por año.
El proyecto está siendo promovido por los gobiernos de Jordania, Israel y la Autoridad Palestina. El Banco Mundial está organizando la financiación de los donantes y manejando el Estudio de Programa, el cual se estima en $15,5 millones. El Banco ha proporcionado asistencia técnica y supervisión de los Términos de Referencia para el estudio de viabilidad y la evaluación social y ambiental. También ha establecido un Fondo de Fideicomiso Multidonante con los países que desean contribuir: Francia, Grecia, Japón, los Países Bajos y Estados Unidos El personal del Banco forma parte del comité técnico del proyecto. El trabajo del Estudio de Programa debería haber comenzado en septiembre del 2007. Éste tomará al menos dos años, al final de los cuales el Banco Mundial determinará si el proyecto es o no factible.
El Banco simplemente se está rehusando a escuchar las alternativas reales que han sido colocadas sobre la mesa
La crítica clave del FoEME es que a pesar de que los Términos de Referencia dicen que van a tratar el asunto de los declinantes niveles del Mar Muerto, en realidad no profundizan la investigación sobre la raíz del problema y no piden al consultor independiente que considere las alternativas al proyecto. Los ambientalistas en la región dicen que la mejor y más obvia solución sería la rehabilitación del altamente contaminado Río Jordán. Gidon Bromberg, el Director israelí de FoEME dice en Al-Jazeera: "El Banco simplemente se está rehusando a escuchar las alternativas reales que han sido colocadas sobre la mesa."
Los geólogos y científicos locales también han dicho que el proyecto constituye una real amenaza al ecosistema del Golfo de Aqaba/Eliat, al Valle de Arava y al Mar Muerto en sí mismo y señalan los desconocidos problemas que pueden darse al mezclar las aguas de ambos mares.
FoEME ha impulsado la Alternativa del Río Jordán, una propuesta de rehabilitar el Río, que fue uno de los compromisos del Tratado de Paz de 1994 entre Jordania e Israel. Esto implicaría un cambio en la producción del entorno agrícola de la región enfocándose en cosechas con bajo nivel de consumo de agua; educar a la gente para ser más eficiente en el consumo de agua; ponerle precio al agua en una forma más apropiada y la desalinización. Sin embargo, esto ha sido descartado por el Banco Mundial diciendo que "ningún grado de reforma o cambio en el manejo de los recursos de agua fresca de la región probablemente va a satisfacer la demanda, o a contribuir a la restauración del Mar Muerto.”
Según FoEME, la agricultura consume actualmente "más del 57% de la total utilización del agua de Israel" y la agricultura de Jordania "usa el 73,9% del total del agua consumida.” El uso erróneo generalizado de uno de los más escasos recursos de la región se debe a los significativos subsidios gubernamentales para el uso del agua en la agricultura y a "la falta de educación e incentivos para su mejor conservación." FoEME pide una evaluación independiente del mejor uso del agua en la región. El Profesor Dan Zaslavski, antiguo comisionado israelí del agua, ha estimado que la regeneración de la corriente del Río Jordán costaría alrededor de $800 millones, significativamente menos que el estimado de los $5.000 millones para completar el proyecto del RDC.
Las audiencias públicas sobre el proyecto adelantadas en agosto de 2007 en Amman, Ramallah y Jerusalem fueron aparentemente mal publicitadas. Además importantes documentos no han sido traducidos al árabe y al hebreo.
El personal del Banco Mundial dijo a FoEME que las políticas de salvaguardia no se aplicarían en este proyecto, dado que el Banco solo está coordinando el apoyo de los donantes y manejando el estudio. La ONG concluye que "un estudio que clama por salvar el Mar Muerto como su objetivo primario sin un examen de las causas reales y sin una investigación para ver si estas causas pueden mitigarse, en opinión de FoEME pone en entredicho la credibilidad del Banco Mundial sobre el tema.”