La CIF se retiró del préstamo del 3,35% de los valores, con un total de $7,5 millones a Olam International, comerciante de artículos globales con sede en Singapore, como consecuencia de los alegatos de que la compañía estaba comerciando con maderas ilegales en la Republica Democrática del Congo (ver Boletín 57). La CIF declaró que su decisión se debía a ‘consideraciones políticas’. Una serie de informes recientes de Greenpeace esboza los oscuros antecedentes de la compañía en relación con lo social y ambiental, y llama la atención sobre la falta del cumplimiento de su deber de cuidado de parte de la CIF al haberla financiado: ‘el caso de Olam International ilustra el fracaso del Banco en la reducción de la pobreza y en la promoción del desarrollo sostenible.’
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La CIF se deshace de comerciante maderero ilegal
18 febrero 2008