En la medida que emergen los detalles de la nueva Facilidad del Banco Mundial que paga a los países por la prevención de la deforestación y degradación de las selvas, igualmente se elevan las preocupaciones sobre sus operaciones y gobierno.
A finales del 2007 circuló un ‘Memorando de Información’ sobre la Facilidad para Reducir las Emisiones de Carbono de los Bosques (FCPF – Forest carbón Partnership Facility), la cual existe para «asistir a países seleccionados para encontrar la forma más costo efectiva de reducir las emisiones de la degradación de las selvas y los bosques y promover iniciativas del comercio del carbono para lograr esas reducciones» (ver Boletín 57). El Memorando esboza los acuerdos operativos para los fondos que forman la FCPF, tanto como la aplicabilidad de las salvaguardas del Banco y las políticas operacionales, e incluye un borrador de estatutos.
Habrá dos mecanismos de financiación: Un ‘Fondo Inmediato’ de $100 millones, y un ‘Fondo de Carbono’ de $200 millones. Las contribuciones hasta el momento incluyen a: Alemania con $57 millones; el Reino Unido con $30 millones; los Países Bajos con $15 millones; Australia con $10 millones; Suiza con $7 millones; y $5 millones de la ONG para la Conservación de la Naturaleza (The Nature Conservancy). El Gobierno danés ha declarado varias veces que su contribución está sujeta a que el Banco tenga en cuenta los derechos de los habitantes de las selvas y los bosques.
Los créditos con base en el carbonocréditos con base en el carbono tienen el potencial de causar más daños que beneficios
El propósito del Fondo Inmediato es dar apoyo financiero a los países para que se preparen a comercializar las emisiones evitadas del carbono. Se apoyará a los países para que establezcan una línea de base (emisiones pasadas causadas por la deforestación); para que creen una estrategia para la Reducción de Emisiones de la Deforestación y la Degradación (REDD – Reduced Emissions from Deforestation and Degradation) a nivel nacional, y luego para diseñar y crear un sistema de monitoreo para la estrategia.
El Fondo de Carbono, será el que de hecho pagará por la reducción de las emisiones de los cinco países piloto considerados como ‘listos’. El Secretariado del Fondo evaluará el impacto del carbono de las varias políticas incluyendo las políticas económicas generales, las políticas forestales, el manejo de las selvas y bosques y el desarrollo urbano, y según eso pagará a los países. Aunque todavía no hay evidencia de la eficacia de este Fondo, el programa ha sido diseñado para escalar y convertirse en la recientemente anunciada ‘Facilidad de Inversión Forestal’ (ver Boletín 60), cuya meta es conseguir más de $1 mil millones.
Funcionarios de varios países en desarrollo han preguntado cómo serán acreditados los países que han manejado sus selvas/bosques en forma más consistente. Dos nuevos informes de ONGs han señalado el riesgo de inundar el mercado y hacer caer el precio del carbono, además de la insuficiente participación de los pueblos indígenas en el diseño y gobierno de la Facilidad.
Según el informe de la ONG Fundación de las Selvas Húmedas (Rainforest Foundation), «la inclusión de créditos con base en el carbono de las selvas en algo donde el mercado existente del carbono podría, como mejor resultado, producir muy poco muy tarde, y aún peor, hacer más mal que bien al devaluar el precio del carbono a un nivel en el cual la verdadera reducción de las emisiones de los proyectos no sea viable.» Utilizar el comercio del carbono para prevenir la deforestación a gran escala requerirá del logro de un número de precondiciones muy retadoras, incluyendo el acuerdo de los países ricos de hacer una gran reducción de sus emisiones. Rainforest Foundation cree que la política energética debe enfocarse en asegurar que estas condiciones sean conseguidas, «en vez de absorberse en la emisión de los créditos comerciales para la deforestación evitada los cuales solo serán marginalmente eficaces.»
Sobre el impacto de la FCPF sobre los derechos de los pueblos indígenas a la tierra y los recursos, la ONG Programa de los Pueblos de los Bosques (Forest Peoples Programme) señala que:
- Los acuerdos gubernamentales propuestos solo permiten la participación de los pueblos indígenas por invitación y solo en base a no tener derecho a votación.
- El cuidado de la aplicación de las salvaguardas es confiado al Secretariado y no hay disposiciones para recibir quejas o mecanismos de corrección en caso de quejas de los pueblos indígenas.
- No hay un compromiso de respetar los derechos humanos y los estatutos tampoco exigen que el Banco mantenga los estándares contenidos en la Declaración de los Derechos de los Pueblos Indígenas de la ONU.
- Los planes en los programas de reducción de emisiones de permitir las operaciones madereras de bajo impacto y el desarrollo de plantaciones, quieren decir que se continuará con los ‘negocios de todos los días’.
Las consultas retroactivas planeadas con los pueblos indígenas sobre el borrador del FCPF se llevarán a cabo a finales de febrero del 2008 en Nepal, y a comienzos de marzo del 2008 en México y Burundi.