Durante los últimos cinco años cambió radicalmente el sistema global para canalizar las finanzas para el desarrollo del sector de la salud. La asistencia para la salud se elevó de $6 mil millones a $14 mil millones, la mayor parte de lo cual está siendo aportado por nuevos actores como el Fondo Global para la Lucha contra el Sida, la Tuberculosis y la Malaria (GFATM – Global Fund to Fight AIDS, Tuberculosis and Malaria), por unos nuevos fondos bilaterales y por actores privados como La Fundación de Bill y Melinda Gates. Esto ha hecho que el Banco examine seriamente su rol en la financiación de la salud.
El Banco Mundial agrupa su trabajo de la salud y los sistemas de la salud junto con su trabajo en los asuntos de la nutrición, la población y la planeación familiar. También hay otros trabajos relacionados con la salud en otras partes del Banco por ejemplo el Departamento de Agua y Saneamiento.
La Unidad de Salud, Nutrición y Población (HNP – Health, Nutrition and Population Unit) funciona desde la red del Desarrollo Humano del Banco. La estrategia para la HNP fue escrita de nuevo en el 2006 y el 2007 y finalmente convenida por la Junta en abril del 2007, después de la controversia sobre el apoyo a los derechos reproductivos (ver Boletín 56). La nueva estrategia tiene cuatro objetivos generales: Mejorar el nivel y distribución de los resultados clave de la salud, artículos, servicios y el comportamiento sistémico; prevenir las enfermedades relacionadas con la pobreza; mejorar la sostenibilidad económica del sector de la salud; y por último, mejorar el gobierno, la rendición de cuentas y la transparencia del sector de la salud.
Esta estrategia busca dirigir los tres retos principales del trabajo en la salud: La necesidad de asegurar que la financiación produzca resultados tangibles en el terreno; la necesidad de fortalecer los sistemas de la salud; y la necesidad de reducir la duplicación y aumentar la coherencia de la financiación de la salud dado el aumento de los actores en la escena de la salud internacional. El Banco cree que su ventaja comparativa más importante para realizar el trabajo en la salud está en el fortalecimiento del sistema de la salud y en los abordajes entre los sectores de la asistencia de país, tanto como en las políticas macroeconómicas y en su capacidad de facilitar una implementación a gran escala.
Un conteo a mediados del 2066 del personal profesional del Banco Mundial trabajando en el sector de la salud, mostró que la salud era la cuarta área más grande con 206 personas. Después de la política económica (349), el desarrollo rural (309) y el medio ambiente (255). Sin embargo, esto es un 23 por ciento menos del número de personal pico de la HNP en 1998.
En el curso de la previa estrategia (1997-2007) el Banco Mundial financió más de 500 proyectos con un componente de salud en más de 100 países. Esto representó compromisos de $15 mil millones, aunque solo $12 mil millones fueron desembolsados. Al final del año fiscal del 2006 el portafolio de los proyectos activos totalizó $7 mil millones, o sea que hubo una disminución del punto más alto en el 2001 de $9,5 mil millones. En el año fiscal del 2007, la IDA y el Banco Internacional para la Reconstrucción y Desarrollo (BIRF) prestaron el 11 por ciento de su portafolio a proyectos con componentes de salud y otros del sector social. Estos $2,75 mil millones representan una reducción del 20 por ciento del pico de préstamos en el 2003. En los países de la IDA, los préstamos al sector de la salud eran el 16 por ciento del total de los préstamos.
En términos de la distribución regional, en el 2007 el Sur de Asia recibió el 44 por ciento de los nuevos compromisos con componentes de la salud, mientras que Latinoamérica y el Caribe recibieron el 32 por ciento, y la región Africana recibió el 14 por ciento. El mayor tema en el 2007 para los préstamos fueron los sistemas de la salud (27 por ciento de los nuevos compromisos). A esto le siguen la salud infantil con un 14 por ciento y con un 17 por ciento, las lesiones y las enfermedades no contagiosas, y una variedad de trabajo desde el control del tabaco hasta la seguridad en las carreteras y los proyectos de limpieza del aire dentro de los edificios.
La nueva estrategia de la HNP reconoce que el trabajo de salud del Banco Mundial ha sido comparativamente ineficaz. El portafolio de préstamos de la HNP tuvo el desempeño más bajo entre todos los sectores por cinco años seguidos desde el 2001 al 2006. Solo el 66% de los proyectos completados de la HNP entre 1997 y el 2006 fueron calificados ‘satisfactorios’ o recibieron una mejor calificación. Una evaluación planeada del trabajo en el sector de la salud en el 2008, por el Grupo de Evaluación Independiente (IEG – Independent Evaluation Group), será una medida clave para remediar estos problemas.
El trabajo directo de la HNP del Banco puede estar sufriendo debido a la reducción en el personal y en el presupuesto, al tiempo que el Equipo de la HNP también sirve como la secretaría de un floreciente número de fideicomisos para la salud. Dieciséis de esos fideicomisos con gobierno y reglas de asignación fijadas por los donantes, están ubicados en la Unidad HNP, sin mencionar los fideicomisos con especificidad regional y de país, los cuales también financian el sector de la salud. Los donantes han prometido $275 millones para los 16 fideicomisos, tales como Recursos Humanos para el Fortalecimiento de la Capacidad de la Salud, y el Programa Global para Erradicar la Polio.
El brazo del sector privado del Banco, la CIF también aumentó su trabajo en la salud. De acuerdo con la estrategia de la CIF: «la total dependencia del sector privado para dirigir estos grandes retos ya no se ve como una opción viable o sostenible a largo plazo debido a las limitaciones fiscales.» Desde el 2000 hasta el 2007, la CIF proveyó $536 millones en financiación a 47 proyectos privados de salud en 25 países. Sin embargo en diciembre del 2007, la CIF anunció sus planes de manejar un fideicomiso de $1 mil millones para los proveedores privados y sistemas privados para el cuidado de la salud en África (ver Boletín 59).