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Profundo cambio planeado para la asistencia técnica del FMI

1 julio 2008

El Fondo decidió renovar su asistencia técnica (AT – technical assistance), uno de los tres pilares de actividad, aunque los cambios propuestos debilitan aún más la apropiación de los países.

A pesar de las reservas de los países de bajos ingresos (ver Boletín 60), el FMI planea «un abordaje más proactivo para movilizar nuevos recursos para la AT», lo cual significa que estará compitiendo con los países en desarrollo por la ayuda. La financiación interna del Fondo de ATs declinará en un 16 por ciento este año y en un 21 por ciento durante tres años, con la financiación de los donantes creciendo hasta un 58 por ciento. La Junta del Fondo aprobó la «agrupación de la AT en Fideicomisos para Fondos para la Recolección de Fondos (Trust funds for fund-raising purposes).» Por lo tanto el Fondo y los donantes controlarán la asignación de recursos para la AT, y no para los países receptores. El programa de capacitación del Fondo está enfrentando cambios similares. (ver Boletín 61).

La prioridad de temas para el Consejo Técnico será manejada por las áreas de los departamentos del Fondo con base en Washington. El Fondo experimentó con las Notas de Asistencia Técnica de Estrategia Nacional, usualmente escritas por el personal del Fondo durante la misión en el país, pero éstas serán descartadas a favor de las Notas de Estrategia Nacional (RSNs – Regional Strategy Notes), escritas desde la casa matriz. Ninguna RSNs ha sido finalizada, y no está claro cuánta consulta genuina debe haber entre el personal del departamento y las autoridades nacionales para la preparación de las Notas. La propuesta de la política admitió que «existe la necesidad de fortalecer la coordinación con las autoridades nacionales.»

Sin embargo, el documento dedica muy poco espacio para los países receptores y mucho para discutir la coordinación con los donantes. Utilizando la retórica de la Declaración de París sobre la Eficacia de la Ayuda (Paris Declaration on Aid Effectiveness), el documento habla mucho de la armonía entre los donantes pero ignora completamente la apropiación por parte de los países receptores. En muchos lugares en el documento y también en el resumen de la discusión de la Junta, se hacen referencias a la AT del FMI, como algo que complementa las estrategias y políticas de desarrollo de los donantes, incluyendo la necesidad de «hacer el Fondo AT más adecuado para el mercado.» Sin embargo, solo en una ocasión se vinculan las ATs con las Estrategias Nacionales de Reducción de la Pobreza (Poverty Reduction Strategy Papers), estrategias listadas como igualmente importantes a las opiniones del Fondo sobre la política económica de la prioridad de las ATs.

Un documento de política separado, sobre la distribución del documento de la estrategia, indica que solo los donantes y otros proveedores de las ATs tendrán acceso privilegiado a los informes AT, al tiempo que los informes actualmente no son asequibles a los parlamentarios o al público de los países receptores.

El FMI también planea cobrar a los países por las ATs. Aunque todavía no se han decidido las tarifas, las que serán determinadas por la directiva del FMI y no por la Junta, la propuesta preliminar es la de una escala proporcional desde el 20 por ciento de costo de recuperación para los países de bajos recursos hasta un 100 por ciento para los países ricos. Los países prestatarios estarán exentos de las tarifas. Por lo tanto los ciudadanos pagarán por la AT pero no verán los resultados.

«En el momento cuando la Declaración de Paris y otras iniciativas están buscando soltar las ataduras de ayuda de sus fuentes, y animar la apropiación y la libertad de los países para escoger, al FMI le puede ser difícil convencer a otros sobre su objetividad como proveedor de la «AT separada», comentó Stephen Browne, autor de un libro del PNUD sobre el fortalecimiento de las capacidades. «Cuando el FMI ‘consulta’ con los países en desarrollo, el diálogo generalmente es un monólogo.»