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¿Quién debe controlar el Banco?

Los ricos mantienen el control de las básculas

6 octubre 2008

Las propuestas reformas sobre la forma como se gobierna el Banco Mundial apenas rozan los bordes, mostrando cómo las mejoras serán sólo superficiales para los países en desarrollo. Los críticos aumentan la presión para que se dé una reforma fundamental.

La Junta del Banco Mundial discutirá un paquete de reformas sobre la forma como se gobierna el Banco, en su reunión anual en octubre de 2008, con la esperanza de convenir una serie de acciones para la próxima primavera. A pesar de los llamados de los países en desarrollo, de la sociedad civil y de otros para que se dé un cambio fundamental para solucionar los enormes vacíos del Banco en relación con la democracia, la legitimidad y la rendición de cuentas, las propuestas dejan mucho que desear.

El personal del Banco elaboró un conjunto de ‘opciones para la reforma’, lo cual fue discutido por los Directores Generales, y será revisado de nuevo antes de las reuniones anuales. Aunque puede haber diferencias sutiles en cada una de los organismos principales del Banco (IDA, CIF, IBRD), los impactos de los posibles cambios son similares.

governance structures are locked in the past

Es posible que también haya pequeños cambios en el porcentaje de los votos, lo cual significará que los países en transición y en desarrollo ganarán algunos puntos del porcentaje, aunque los países desarrollados siguen teniendo la mayoría de los votos. Es posible que estos cambios sólo cubran al IDA y al IBRD, ignorando el brazo de mayor crecimiento del Banco, o sea la Corporación Internacional Financiera (CIF), la cual también tiene el peor gobierno. Es poco probable que cambie el proceso de la toma de decisiones del Banco debido al veto de Estados Unidos sobre las principales decisiones.

Se debe convenir un miembro extra del Subsahara Africano para la Junta, trayendo el total a tres, cada uno representando un promedio de 16 países, mientras que Europa continúa con ocho puestos y los mayores socios (Estados Unidos, Japón, Alemania, Francia y el Reino Unido) tienen puestos permanentes.

A pesar de la fuerte oposición de EUA, es posible que haya un compromiso para una mayor transparencia y apertura en el procedimiento de selección para el presidente del Banco. No está claro si esto significará el final de la hegemonía estadounidense. La experiencia del Fondo que mantuvo el poder europeo el año pasado, sugiere que no cambiará (ver Boletín 57). De hecho, el paquete general se ve extrañamente similar al convenido por el FMI en abril de 2008 (ver Boletín 60), a pesar de las grandes diferencias entre los diferentes mandatos y objetivos de las instituciones.

¿Y qué de la paridad?

Los países en desarrollo han propuesto que la futura reforma esté basada en el principio de "paridad", es decir, votos iguales para los países prestamistas y para los prestatarios. Este principio fue apoyado en una carta enviada al Presidente del Banco Mundial en agosto de 2008, firmada por más de 80 ONGs y por muchos personajes influyentes de todo el mundo.

Los gobiernos europeos parecen haber soportado la presión para consolidar sus ocho sillas en la Junta en esta vuelta, mientras que los llamados de la sociedad civil por una mayor transparencia se dejaron para la revisión en curso de la política de revelación del Banco, que probablemente concluya el año entrante.

El peligro es que esta reforma a medias puede prevenir el cambio futuro. Se han producido diferencias en las negociaciones entre los estados africanos y otros países en desarrollo (los primeros están interesados en no poner en peligro su oportunidad de ganar una silla extra en la Junta si ponen demasiada presión), al tiempo que los otros países en desarrollo dicen que la reforma sin paridad es "inaceptable".

Los problemas básicos continúan, como dice Liz Stuart de la ONG Oxfam: "El sistema está tan fuera de onda con los objetivos del Banco que falla al no reconocer las realidades globales".

¿Tiempo para un replanteamiento?

La pregunta que se hacen los críticos es la siguiente: ¿Cuánto tiempo más puede continuar este cambio a medias, cuando el gobierno del Banco Mundial y del Fondo continúan enraizados en las realidades posteriores a la Segunda Guerra Mundial? Los prospectos para un cambio fundamental son mejores ahora que en cualquier otro momento de memoria reciente. La crisis financiera global sacudió la fe en las instituciones internacionales financieras. El Banco Mundial se está convirtiendo en una más de las muchas fuentes financieras para el desarrollo, y está teniendo una competencia directa en Sur América con Mercosur (ver Boletín 62).

Cuando los jefes de gobierno de más de 53 estados de la Mancomunidad se reunieron en junio de 2008, dijeron: "Intentamos perseguir la redefinición de los propósitos y el gobierno de las instituciones de Bretton Woods, incluyendo el trabajo hacia un apoyo internacional más amplio para una conferencia internacional que ayude a conseguir estas metas".

La futura Conferencia de la ONU para la Financiación del Desarrollo (FfD) en Doha promete catalizar más demandas para el cambio. El primer borrador para los resultados de la FfD dice: "Se necesitan los cambios en el régimen gubernamental de las instituciones de la financiación y la economía globales". Y continúa diciendo: [se necesita] "una conferencia internacional de gran alcance para revisar la arquitectura internacional financiera y monetaria y las estructuras de gobierno de la economía global". ¿Se ha llegado el momento para una segunda Conferencia de Bretton Woods? El caso no podría ser más fuerte.