A principios de agosto de 2008, el Grupo Independiente de Evaluación del Banco Mundial (IEG -World Bank’s Independent Evaluation Group) publicó su evaluación sobre los resultados en el desarrollo de la CIF (el brazo privado del Banco), mirando por primera vez la sensitiva pregunta de "adicionalidad" – es decir: ¿Cuál es el valor agregado de la CIF?
Los gastos de la CIF llegaron a $11.000 millones el año pasado, o sea, el doble de cinco años atrás, y son casi un tercio de los de todo el Grupo del Banco Mundial. Este rápido crecimiento ha producido una situación embarazosa de demasiada riqueza. El crecimiento derivado de retener los ingresos ha llevado a los gobiernos miembro a cuestionarse si la CIF está tomando suficientes riesgos. Algunos han preguntado si la CIF debería fijar un techo más alto sobre el valor agregado o la "adicionalidad" que debe traer a una inversión.
Los principales resultados de la evaluación de este año son un eco de los de años pasados (ver Boletín 57). Estos resultados incluyen: Las grandes operaciones tienden a ser más exitosas que las pequeñas; el desempeño en Europa Oriental, Asia Central, y Latinoamérica y el Caribe, es mucho más fuerte que en Asia, África y el Medio Oriente; débiles efectos ambientales y sociales en África; el desempeño más fuerte en la infraestructura y las finanzas y el más débil en las áreas de manufacturas, servicio y tecnología de la información.
¿Mejor que nada?
Algo nuevo este año fue el primer intento del IEG de examinar la "adicionalidad". Ha habido mucho debate durante los dos últimos años en la CIF sobre cómo definir el concepto. Existe la preocupación de que la CIF pueda estar "invadiendo" el sector privado. El IEG encuentra que la comprensión sobre la CIF de la adicionalidad tiene que ver más con suposiciones sobre el valor que la CIF trae a sus proyectos, que sobre los resultados de las evaluaciones.
Por su parte, el IEG ha tratado de medir la adicionalidad en tres formas: la financiera, la operacional y la institucional. La adicionalidad financiera tiene que ver con proveer fondos no disponibles de otras fuentes privadas (de acuerdo con los términos). La adicionalidad operacional significa mejorar el diseño o la funcionalidad de un proyecto utilizando asesoría y conocimientos especializados. La adicionalidad institucional quiere decir mejorar los estándares del gobierno corporativo y ambiental lo mismo que la sostenibilidad social. El IEG encuentra que el 85 por ciento de los casos muestra adicionalidad financiera, mientras que sólo un tercio muestra adicionalidad operacional o institucional.
El problema con todas estas medidas es que hay un espectro de adicionalidad. No está claro dónde el IEG (o la CIF) trazan la raya para cada medida. Además la falla de la CIF al no divulgar las evaluaciones de los proyectos individuales impide la posibilidad de las verificaciones independientes.
Las recomendaciones del IEG incluyen: Manejar las fallas del desempeño ambiental y social en África; mejorar los datos del desempeño de la asistencia técnica; desarrollar directrices e incentivos para ayudar al personal a identificar mejor y entregar la adicionalidad; y realizar más trabajo de terreno sobre la adicionalidad en regiones que están quedando atrás, en los sectores y grupos de clientes.
La gerencia de la CIF respondió positivamente a la mayoría de las recomendaciones, y prometió invertir más dinero y personal (especialmente en las regiones) para resolver los puntos mencionados.