El Ministro Ambiental y de Selvas hindú rechazó los Fondos de Inversión Climáticos (CIFs – Climate Investment Funds) – (ver Boletín 61), un rechazo que puede ser perjudicial para el Banco, ya que India habría sido un cliente importante. Sin embargo, no está claro si fue el gobierno hindú como un todo el que rechazó la propuesta, ya que el Ministro de Finanzas había estado en conversaciones con el Banco Mundial, aunque no se tienen los detalles.
Esto se sumó a las exigencias del G77 y de China durante las conversaciones sobre el cambio climático, en Accra, en agosto de 2008, de que los países desarrollados deberían transferir recursos directamente a los países en desarrollo para ayudarlos a combatir el cambio climático.
A pesar de lo anterior, India es uno de los siete países receptores potenciales listados como miembro de la Junta del Fondo Tecnología Limpia (CTF – Clean Technology Fund), la cual tiene el mandato de invertir en proyectos y programas en los países en desarrollo «que contribuyan a demostrar, ejecutar y transferir tecnologías bajas en carbono». Los comités de los fideicomisos de estos fondos son responsables por la aprobación del uso estratégico de los fondos, al igual que de las prioridades programáticas; también dan guía sobre el Foro de Asociaciones CIF.
Países prometen apoyo
En septiembre de 2008, 26 países prometieron contribuir con $6.100 millones para los CIFs. Después de Estados Unidos, el Reino Unido y Japón, los más grandes donantes son Alemania y Francia. Maria Athena Ballesteros del Instituto de Recursos Mundiales dijo que "comparados con los trillones de dólares de inversión que se necesitan en el sector de la energía en los países en desarrollo, $6.100 millones en realidad son una corta suma de dinero".
En el primer Foro de Asociaciones CIF en Washington, a mediados de octubre de 2008, las ONGs y los representantes de la sociedad civil eran la minoría en comparación con el gran número de funcionarios del Banco Mundial y de los bancos regionales de desarrollo. La limitación del tiempo no dio oportunidades para que los participantes discutieran las propuestas o manifestaran sus preocupaciones. Janet Redman del Instituto de Estudios Políticos dijo que, "no estaba claro (y aun continúa así) cómo serán integradas las respuestas a estas preguntas." La reunión terminó sin que siquiera se hubiera tomado una decisión sobre qué tan frecuentemente se reunirá el Foro.
Condicionalidades climáticas
La financiación para los CIFs se aplicará según las políticas y procedimientos operacionales para el préstamo de inversión, lo cual significa que la mayoría de los préstamos, no las subvenciones, tendrán condicionalidades adjuntas. Las condicionalidades del Banco Mundial han sido criticadas durante mucho tiempo por socavar la democracia al reducir el espacio político y al imponer políticas controversiales (ver Boletines 58 y 60).
Un documento de Amigos de la Tierra en junio de 2008, Por qué los Fondos de Inversión Climática del Banco Mundial deben ser parados, dice que el concepto de préstamos concesionales para la adaptación climática en los países en desarrollo era "poco ético", ya que "los países industrializados eran históricamente responsables por el cambio climático".
El Banco hasta el momento ha resistido las llamadas de los grupos de pensadores, académicos y ONGs, de que el Banco debería incluir los costos del carbono al dar la rendición de cuentas de los proyectos que financia. David Wheeler del grupo de pensadores con sede en Washington, Centro para el Desarrollo Global (CGD -Centre for Global Development) reportó que China e India también se han resistido ante tales cálculos, por miedo a una restricción en el uso de los fondos del Banco.
En una consulta de alto nivel organizada por el CGD en septiembre de 2008, los expertos dijeron que al revelar el verdadero costo de los proyectos de carbono intenso, el Banco se vería obligado a canalizar los recursos hacia la energía renovable y baja en carbono como la energía eólica (viento) y la solar. Los funcionarios del Banco han expresado preocupación sobre los obstáculos políticos y técnicos de rendir cuentas sobre el carbono, tales como determinar el precio sombra del carbono.