Las IFIs están ganando importancia pero también atraen renovadas críticas. Cubrimos la respuesta política a la crisis financiera, los programas del FMI (ver Boletín 64), el auge de los préstamos del Banco Mundial (ver Boletín 64) y la reforma de la arquitectura internacional (ver Boletín 64).
Como resultado de la Cumbre de líderes del G20 (agrupación de las 20 economías más grandes del mundo) en noviembre de 2008 (ver Boletín 63) se está formando un programa de trabajo internacional para la reforma financiera. Pero el alcance y la ambición de las discusiones dependerá tanto de la medida en que los ciudadanos sean activos, como de la penumbra de la crisis económica.
La próxima Cumbre G20 será en Londres el 2 de abril de 2009. Estará precedida por una reunión G20 especialmente planeada con los ministros de finanzas a mediados de marzo de 2009 en Sussex, Reino Unido. La reunión de Londres está siendo conocida como la Cumbre de Londres en vez de Cumbre G20, debido a que algunos de los países más ricos están preocupados de que el G20 puede suplantar al G7 como foro para la toma de decisiones sobre la economía global.
Ya se anunciaron los grupos de trabajo del G20 con muchas propuestas para la reforma cubriendo: Las regulaciones contables y la transparencia; la cooperación internacional y la regulación financiera; y la reforma del Banco Mundial y de otros bancos multilaterales del desarrollo. Cada grupo de trabajo es copresidido por funcionarios oficiales de un país desarrollado y de uno en desarrollo. La completa composición de los grupos de trabajo todavía no ha sido publicada. Los grupos estarán presentando sus recomendaciones a los ministros de finanzas en la reunión de marzo. La información interna indica que el consenso sobre la regulación financiera será logrado pero solo sobre cambios limitados.
También está en marcha el proceso paralelo iniciado por el Presidente de la Asamblea General de las Naciones Unidas, Manuel D’Escoto (ver Boletín 63). La Comisión de la ONU, presidida por el ex economista jefe del Banco Mundial Joseph Stiglitz, también tiene cuatro grupos de trabajo: sobre regulaciones, asuntos multilaterales, asuntos de macroeconomía, y la reforma de la arquitectura global. La Comisión se reunió a principios de enero de 2009 cuando emitió sus primeras recomendaciones. Ellos notaron las deficiencias de las acciones tomadas hasta el momento por los países desarrollados y la necesidad de aprender lecciones de los países que han evitado la inestabilidad. Se planeó una segunda reunión a principios de marzo de 2009 en Ginebra.
¿Más dinero para el FMI?
La Comisión de la ONU habló de ‘las grandes asimetrías de las políticas económicas globales’ diciendo que ‘era imperativo que se proveyeran fondos a los países en desarrollo para permitirles adoptar políticas para: estimular sus economías, proveer protección social y asegurar un flujo de liquidez para sus compañías.’ La Comisión exigió puntualmente que se ‘proveyera ese dinero sin las condicionalidades normales, especialmente aquellas que obligan a estos países a perseguir políticas pro cíclicas, o a adoptar el tipo de políticas monetarias y regulatorias que contribuyeron a la crisis actual.’
El FMI ya convino casi $50 millones en préstamos pero con pesadas condicionalidades (ver Boletín 64). Esto deja el Fondo con sólo $200.000 millones en capital disponible, más los $100.000 millones que Japón convino en prestarle. El Director General del FMI, Dominique Strauss-Kahn, admitió que el Fondo tal vez necesite una inyección de capital: ‘Si en seis meses a partir de ahora la crisis se ha empeorado y muchos de los otros miembros necesitan nuestra ayuda, la demanda estará por encima de lo que tenemos.’ Es posible que el G20 anuncie un aumento de los recursos del FMI, aunque todavía no está clara su procedencia.
Es el poder, estúpido
Parece que todos están de acuerdo – desde los ministros de finanzas de África y la ONU financiando el proceso de desarrollo, hasta el presidente de Estados Unidos Barack Obama, todos coinciden en que un elemento de cualquier reforma debe ser el gobierno apropiado del FMI.
Una coalición de 15 (en su mayoría) académicos de Estados Unidos escribió al nuevo Secretario del Tesoro de Estados Unidos, Timothy Geithner, diciendo que las reformas de la gobernación del FMI de 2008 (ver Boletín 60) eran ‘inadecuadas particularmente en vista de la crisis prevalente de la economía global y financiera.’ Los académicos solicitaron a Geithner y al Congreso que ‘reabriera el paquete para empezar las discusiones con otros gobiernos antes de la reunión del G20.’
Pero aún así, y a pesar de estar de acuerdo en que el gobierno global es problemático, todavía no se han llevado a las discusiones para lograr que la reforma internacional sea democrática y abierta. Las organizaciones de la sociedad civil han condenado el proceso G20 por ser exclusivo y poco transparente. Biaggio Bossone, un exdirector ejecutivo del FMI, mencionó la legitimidad del acuerdo Bretton Woods original. ‘Es fundamental que los líderes mundiales transiten el mismo camino ya trazado por Bretton Woods precisamente para que nadie se quede afuera.’
El Gobierno británico sin embargo tiene diferentes objetivos: Conseguir apoyo para la liberalización. Después de un llamado para recobrar la confianza de los mercados financieros, una carta del ministro de finanzas británico a los otros ministros de finanzas del G20 dice: ‘Los mercados financieros abiertos e innovativos son críticos para empujar el crecimiento económico. Nuestro segundo objetivo, por lo tanto, tiene que ser el retener y construir sobre los beneficios que los mercados financieros abiertos traen a la economía mundial.’
Antes de Navidad, la Comisión de la ONU sobre Comercio y Desarrollo emitió un informe político diciendo: ‘Los arreglos multilaterales y aun los acuerdos globales sobre el cambio de divisas son claramente necesarios para conseguir y mantener la estabilidad monetaria y la financiación global.’ Es poco probable que las tasas de cambio manejadas globalmente tengan mucho apoyo en Occidente donde las partes interesadas prefieren las tasas flotantes; y tampoco en Asia, donde los gobiernos no confían que el FMI supervise los arreglos en forma justa.
Los europeos continentales han estado hablando sobre una regulación y una supervisión internacional más estrictas. En la Conferencia de París en enero de 2009, el presidente francés, Nicolas Sarkozy y la canciller alemana, Angela Merkel, hablaron de la necesidad de un ‘nuevo capitalismo’.
Merkel repitió su idea de tener un Consejo Económico de la ONU en forma paralela al Consejo de Seguridad de la ONU.Este nuevo Consejo supervisaría las instituciones económicas internacionales como el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional. Sin embargo, muchos temen que este nuevo Consejo Económico, al igual que el Consejo de Seguridad estaría dominado por un reducido grupo de los países más ricos. El organismo existente de la ONU, el Consejo económico y Social de la ONU con 54 miembros (ECOSOC) con una representación regional diversificada, fue descrito por Merkel como no viable.
El presidente de la Asamblea General de la ONU propone que se tenga una Conferencia completamente inclusiva sobre la crisis financiera del 26 al 29 de mayo de 2009, en Nueva York. Él quiere que incluya tanto las reuniones plenarias de jefes de estado como las reuniones del grupo de trabajo ministerial.
La lucha contra la corriente de las ONGs
Las organizaciones de la sociedad civil han estado luchando para que sus voces sean escuchadas en estos debates. En enero de 2009, el Congreso Internacional de Sindicatos (ITUC) organizó una delegación con 85 miembros para encontrarse con el Banco y el Fondo. Como resultado, se llegó a ciertos ‘compromisos para fortalecer los programas sociales a favor de los trabajadores golpeados por la crisis económica y para aumentar la acción sobre los estándares laborales básicos, según el ITUC.
En el Reino Unido, se está formando una coalición de organizaciones benéficas ambientales, sociales y del desarrollo para lanzar una movilización masiva el 28 de marzo de 2009, con el eslogan ‘La Gente Primero: Empleos, Justicia y el Clima’. También se están organizando eventos solidarios de apoyo en otras ciudades alrededor del mundo.
John Hilary, director de la ONG británica, War on Want dice: ‘Los gobiernos a reunirse aquí en Londres deben darse cuenta de que ésta no es solo una crisis bancaria sino también una acusación en contra de todo el modelo económico. Les estamos pidiendo que se comprometan a un proceso abierto y democrático para reconstruir la arquitectura financiera internacional, para que la gente y el medio ambiente sean servidos por las finanzas y no al contrario.’