Después de años de tener un rol cada vez menor en Latinoamérica, el FMI y el Banco Mundial persiguen un resurgimiento en la región.
Durante los últimos años el rol de las instituciones internacionales ha sido debatido en la región. Esto se debió a la disminución de préstamos por parte del FMI, del Banco Mundial y del Banco Interamericano de Desarrollo, junto con el aumento en prominencia de otros prestamistas como el Banco Brasileño de Desarrollo (BNDES) y recientemente El Banco del Sur (ver Boletín 62).
De acuerdo con un informe del Centro de Información del Banco (BIC – Bank Information Center), la parte lationamericana del portafolio total del FMI cayó del 80 por ciento en 2005 a 1 por ciento en 2008. A pesar de esto y en un giro completo, las IFIs acaban de anunciar nuevos préstamos de miles de millones de dólares para la región, motivados por la oportunidad abierta por la crisis económica.
Entre las tendencias más viables en la región está el aumento de préstamos de Brasil, donde el país ha tomado $4.000 millones de préstamos del Banco Mundial, el nivel más alto hasta el momento. Sin embargo, esto es poco en comparación con el rol que el BNDES tiene en el país, con $40.000 millones en préstamos en 2008. Como resultado, el Banco Mundial está preparando un préstamo de $1.300 millones directamente al BNDES como respuesta a la crisis del crédito. De acuerdo con el BIC, más allá de aliviar la crisis del crédito en Brasil, este préstamo presenta al Banco Mundial la oportunidad de rediseñar los lineamientos para las inversiones en los sectores económicos priorizados por el gobierno, y las posible salvaguardas para el BNDES para la evaluación de préstamos de algo riesgo.
En diciembre de 2008, la Junta de Directores del Banco también aprobó $50 millones para ayudar al banco central de Costa Rica a extender préstamos a bancos nacionales para canalizar crédito adicional para el capital de trabajo y la financiación del comercio para los exportadores. Estos son apenas algunos ejemplos del aumento en préstamos de las IFIs en anticipación de las caídas financieras en los países latinoamericanos, incluyendo a El Salvador, México y Colombia.
Continúan las iniciativas regionales
Un grupo de países latinoamericanos se reunió en Caracas a finales de noviembre de 2008 para discutir la formación de una zona monetaria regional. Los países representados fueron: Bolivia, Honduras, Nicaragua, la República Dominicana, Venezuela, Cuba y Ecuador, los cuales están realizando estudios técnicos para crear inmediatamente una nueva unidad contable llamada el Sucre.
‘No vamos a esperar de brazos cruzados a que el Banco Mundial o el Fondo Monetario Internacional vengan a resolver los problemas que provocó esta amenaza en el mundo’, dijo el presidente venezolano Hugo Chávez. Él propuso el fortalecimiento del papel del Banco del Sur y prometió $500 millones de fondos venezolanos para establecer un ‘fondo monetario común’ regional, y pidió a los otros países que comprometieran también parte de sus reservas.