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Rol de la CIF en la minería de Yemen

23 abril 2009

Las tendencias en la relación entre las políticas de asistencia técnica del Banco Mundial y de la CIF – Corporación Internacional Financiera (International Finance Corporation – IFC) y el portafolio de inversión de la CIF, suscitan preguntas sobre los posibles conflictos de intereses. La revelación de la CIF continúa siendo opaca pues es muy difícil conseguir los detalles de políticas y proyectos.

Durante los últimos dos años la agencia regional de asesoría de la CIF, la Asociación de Empresas Privadas del Medio Oriente/Norte de África (Private Enterprise Partnership Middle East/North Africa – PEP-MENA) ha venido asistiendo al gobierno de Yemen en la elaboración de la Ley de Minería del país, la cual se espera estará siendo considerada por el parlamento en unos cuantos meses. Se supone que esta política refleje la mejor práctica, sea cada vez más transparente, más eficiente, integre una buena y regulatoria rendición de cuentas, y que además facilite los procedimientos administrativos para los inversionistas.

Al mismo tiempo, en marzo de 2008, la CIF lideró la reforma tributaria de Yemen, y empujó una reducción de los impuestos corporativos para atraer una mayor inversión extranjera. El Banco Mundial también empujó este cambio a través de su política de préstamos para el desarrollo en Yemen, un instrumento de apoyo directo al presupuesto que desembolsa fondos con base en las reformas políticas e institucionales. El Banco insistió que para recobrar la renta tributaria perdida, el Gobierno tendría que duplicar el impuesto de ventas hasta el 10 por ciento en 2009.

Un aumento en el impuesto de ventas para recobrar la reducción de impuesto tributario corporativo hará más duras aun las severas condiciones que enfrenta la población, el 42 por ciento de la cual ya vive en la pobreza y el 20 por ciento de la cual está desnutrida, según el Banco.

Al tiempo que la CIF está animando la reducción de los impuestos corporativos, PEP-MENA está asistiendo en la elaboración del código minero. Además es muy probable que la CIF aumente sus inversiones en los sectores mineros, de petróleo y gas de Yemen, y las reformas legales y tributarias harán que las inversiones de la CIF sean más baratas y fáciles. Esta tendencia es clara en Egipto, donde la CIF ayudó a elaborar las nuevas leyes mineras, y donde la institución también tiene grandes inversiones en la industria minera.

Este conflicto de intereses muy claramente no es accidental. En un informe de MENA para 2008, los servicios de asesoría de la CIF dicen que «para finales del 2008 [año fiscal], un 50 por ciento del trabajo de asesoría PEP-MENA, basado en el valor de proyecto, fue vinculado con las inversiones actuales y potenciales de la CIF.»

También se han visto estas tendencias más allá de la región MENA: Al tiempo que el Banco ha estado supervisando la política minera de la República Democrática del Congo desde 2001, la CIF mantiene inversiones en las minas de cobre del país. Estas tendencias también se ven en otros sectores donde el Banco ha venido dando una gran asistencia técnica para las reformas del sector de la electricidad en India, mientras que la CIF invierte en la industria de la electricidad en el país, lo cual refleja el plan estratégico general para cada región, establecido bajo la sombrilla del Grupo del Banco Mundial.

Falta de Coherencia

La industria minera es particularmente sensible debido al enorme daño que ya se ha causado al medio ambiente y a las comunidades circundantes como consecuencia de los proyectos mineros mal regulados. Un informe del Instituto de Recursos Mundiales (World Resources Institute) apoya una participación más activa de la comunidad en los proyectos extractivos para «mitigar los riesgos, mejorar la vida de las comunidades y fortalecer la viabilidad de los proyectos.» A pesar de lo anterior, no se ha invitado la participación de nadie que potencialmente pueda representar a las comunidades afectadas, para elaborar la política minera de Yemen.

La industria minera también es vulnerable debido al alto grado de corrupción existente, no solo en los infames casos de la RDC y Guinea, sino también en Yemen.

En septiembre de 2007, Yemen se convirtió en el primer país MENA en ser aceptado como candidato de la Iniciativa para la Transparencia de la Industria Extractiva (Extractives Industry Transparency Initiative – EITI) – ver Boletín 62. El objetivo de esta iniciativa es fortalecer la transparencia y la rendición de cuentas del sector extractivo al fijar normas que las compañías deben publicar sobre lo que pagan, y que los gobiernos también deben revelar cuánto reciben de pago. El trabajo de Yemen ha sido lento aunque solo tienen hasta marzo de 2010 para implementar la iniciativa. El Ministerio de Petróleo y Minerales de Yemen, diseñado para coordinar la implementación de EITI, también ha trabajado con la CIF para elaborar el código minero, aunque no se menciona la EITI en el borrador del código.

Aquí también, la historia de transparencia de la CIF deja mucho que desear, lo que no es sorprendente, mostrando unas políticas de revelación débiles y un cumplimiento irregular de la transparencia. Con algo de dificultad se puede encontrar información en la página web de la CIF, sobre los proyectos para servicios de asesoría de la institución durante el año fiscal 2007. Sin embargo, los detalles sobre la reforma política de Yemen solo incluyen el lugar, una breve descripción y la financiación total estimada. La limitada información combinada con la complejidad de la modalidad de las inversiones de la CIF en el sector minero (inversiones que pueden darse a través de varias capas de sucursales), hace que sea casi imposible comprender el tamaño y la extensión de esta actividad.

¿Está el Banco Mundial saboteando los beneficios de la minería en África?

Un documento publicado por el Instituto de Sociedad Abierta de Sur África (Open Society Institute), y compilado por un grupo de organizaciones africanas e internacionales de la sociedad civil, llama la atención del papel del Banco en la disminución de la participación estatal en la minería y en la promoción del papel del sector privado. El informe se enfoca en los impuestos mineros y la transparencia en siete países africanos, encontrando que las generosas tasas de impuestos acompañadas de estrategias para controlar la evasión ilícita de impuestos hacen que los gobiernos no estén beneficiándose debidamente de las rentas tributarias mineras. Se encontró que la razón de lo anterior fue el papel que jugó el Banco al promover los ‘impuestos competitivos más bajos’ para abrir la minería africana a los inversionistas extranjeros.

Según el documento, la reforma minera fue dirigida por la estrategia general del Banco para reducir el papel estatal en el desarrollo, «sin embargo, en ningún país africano estos regimenes tributarios forman parte de una estrategia industrial más amplia.» El informe además de exponer los subsidios tributarios y las estrategias de evasión, también presenta recomendaciones a los gobiernos africanos y a los donantes internacionales sobre cómo pueden aumentar las rentas recolectadas de las actividades mineras. El informe concluye diciendo, «Los gobiernos africanos deben liberarse del uso de esta financiación y en cambio pagar por la asistencia legal y técnica de otros proveedores de su elección.»