Las continuas críticas al FMI siguen acumulándose en la medida en que algunos acuerdos para la crisis económica llevan consigo pesadas condicionalidades. Al mismo tiempo, los mercados emergentes han convenido en poner el dinero para llenar los cofres del Fondo, pero solo con sus propias condiciones.
Rumania, el último país este-europeo en necesitar un paquete del FMI (ver Boletines 65, 64, 63), tuvo un préstamo de casi 13.000 millones de euros ($17.000 millones) aprobado a comienzos de mayo de 2009. El paquete de austeridad de Rumania reduce el gasto público en un 1 por ciento de PIB por año en 2009 y 2010, y 1.5 por ciento en 2011. Esto se suma a la consolidación fiscal del 3 por ciento del PIB que Rumania había puesto en pie antes del programa del FMI. Estas reducciones eliminarán el planeado 5 por ciento del aumento en los salarios, cerrando todas las vacantes actuales en el sector público, dejando un 15 por ciento de las vacantes futuras del sector público sin cubrir, y aumentando los impuestos en algunos tipos de inversiones fijas.
La carta de intención compromete al gobierno de Rumania a salvaguardar los ingresos verdaderos de las/los trabajadores del sector público con los más bajos ingresos, y a invertir 60 millones de euros en la protección social, pero esto es poco comparado con los cortes esperados del sector público de 1.400 millones de euros.
Islandia, el primer país en pedir ayuda al FMI después de la crisis financiera, ha sido incapaz de llegar a un acuerdo con el FMI para liberar el próximo monto de dinero del préstamo. La primera revisión del paquete fue originalmente convenida en febrero de 2009, con una segunda revisión tres meses más tarde. Sin embargo para finales de junio de 2009, la primera revisión no había sido completada, ya que el nuevo gobierno centro izquierdista ha estado en desacuerdo con el Fondo y también con el monto para la reducción de los gastos públicos.
A finales de junio de 2009, el nuevo gobierno presentó su paquete de gastos domésticos al Parlamento en un intento para lograr algunos de los cortes que el pasado gobierno había prometido al FMI, confiando que la primera revisión estaría lista para julio de 2009. Incluyó el alza de los impuestos sobre el valor añadido de los alimentos, lo cual potencialmente podía afectar las personas con bajos ingresos, por lo que la Confederación Laboral Islandesa expresó su preocupación sobre los planes de gastos a mediano plazo.
Otra área de desacuerdo fue la tasa de interés. Inmediatamente se elevó al 18 por ciento como parte del paquete del FMI en noviembre de 2008, el banco central bajó la tasa al 12 por ciento a principios de junio. De acuerdo con el informe del noticiero de Associated Press, «esto sucedió justo una semana después de que el jefe de la misión del FMI, Mark Flanagan visitara a Reikavik y dijera que era difícil ver que ‘las condiciones se hubieran establecido para reducir las tasas de interés’ y que el hacerlo podría ser riesgoso para el krona islándico y las metas de la inflación.»
También hubo el rumor de que el paquete de préstamos del FMI, había sido un punto de negociación entre Islandia, el Reino Unido y los Países Bajos sobre la compensación para los depositantes británicos y holandeses en un banco quebrado islandés. El Movimiento las Voces de la Gente, que ayudó a tumbar el gobierno de derecha en Islandia el año pasado, empezó a organizar protestas en contra del acuerdo de compensación, con algunos de sus blogers diciendo que el FMI y los miembros de la Unión Europea habían estado presionando al gobierno sobre el paquete.
La primera revisión de Lituania también fue demorada pues el gobierno tuvo dificultades para responder a las demandas del paquete de austeridad del FMI, incluyendo un 10 por ciento del recorte del presupuesto. Al ser finalizado, el Ministro de Salud, Ivars Eglitis, un antiguo médico y líder del partido más poderoso en el parlamento, renunció diciendo que no podía aceptar los recortes. Irak es el nuevo gobierno que está pendiente de un gran préstamo del FMI, con los noticieros diciendo que busca $5.500 millones
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¿Mensajes contradictorios del FMI?
Mientras algunos países la están pasando difícil, otros están recibiendo asesoría para igualar la retórica del FMI sobre la política fiscal contracíclica (ver Boletín 65). En mayo de 2009, Colombia se convirtió en el tercer país aprobado para usar la Línea de Crédito Flexible, una facilidad con alto nivel de acceso a recursos sin condicionalidades, pero solo para los países considerados como que ya tienen ‘fuertes políticas.’
Algo interesante, es que a Tanzania y Mozambique se les aconsejó implementar un estímulo fiscal – y tal vez sea la primera vez que el Fondo haya recomendado a los países de bajos ingresos gastar más. Sin embargo, una información próxima de política G24 afirma que 30 países de bajos ingresos pueden tener suficientes reservas extranjeras para financiar un estímulo fiscal del 3 al 5 por ciento del PIB y todavía dejar más de 3 meses de importaciones cubiertas en efectivo. De estos, a solo tres se ha aconsejado gastar más (India, también recibió este consejo) para contrarrestar la recesión global y la pérdida de empleos.
Bhumika Muchhala de la ONG internacional, Third World Network, afirmó que era irresponsable del G20 dar más dinero al FMI sin exigir cambios en la política de asesoría y condicionalidad de préstamos. «La decisión del G20 de canalizar fondos predominantemente a través del FMI, en vez de hacerlo en una forma más diversa, es un estrecho mecanismo a través del cual a los países en desarrollo se les pueden imponer las mismas políticas contradictorias y pro cíclicas que contribuyeron a crear la crisis.»
Martin Khor, el director del Centro del Sur, un organismo intergubernamental de los países en desarrollo, también lamenta que el G20 hubiera fortalecido al FMI: «Desafortunadamente el G20 no insistió en la reforma política del FMI, y en cambio fortaleció sus recursos. Este puede haber sido el error más grave de la cumbre.»
La ONG Campaña Global para la educación se manifestó especialmente preocupada sobre el impacto en el gasto de la educación en los países de bajos ingresos. En un informe de abril de 2009, dijo que, «lo que el FMI ha hecho desde la crisis financiera global es mostrar cuán poco ha cambiado en la práctica. Los LICs (Países de Bajos Ingresos – Low Income Countries) se beneficiarán poco de los cientos de billones de dólares anunciados en el G20. Puede que tengan acceso a algo del dinero, pero si las tendencias actuales continúan, ese dinero vendrá con condiciones adjuntas que activamente menoscabarán la inversión en la educación. Es urgente exigir a Dominique Strauss Kahn que cumpla con su palabra para asegurarse de que haya una revisión comprensiva y completa de las condiciones macroeconómicas impuestas a los líderes LICs para que haya un cambio real.»
Un documento de junio de 2009 de la ONG Resultados, evaluó el impacto de las políticas del FMI sobre los gastos en la salud en Kenya, Tanzania y Zambia, y encontró que «los programas del FMI en esos países habían sido innecesariamente restrictivos.» La Congresista de EE.UU. Maxine Waters se mostró preocupada en una audiencia del Congreso sobre la venta del oro del FMI, parte del cual se proponen vender para aumentar los préstamos del FMI a los países de bajos ingresos. «El FMI puede condicionar la asistencia a los países en desarrollo con medidas de austeridad, como lo ha hecho en el pasado. Tales medidas indudablemente empeorarían la crisis en vez de estimular las economías locales y la global. También estoy preocupada de que la mayor parte sino toda la asistencia para los países de bajos ingresos vaya a ser en forma de préstamos, en vez de subsidios.»
Aumento de los recursos del FMI
El aumento de recursos del G20 para el FMI (ver Boletín 65) solo le está llegando a goteras. El informe de política G24 brevemente señala que pocas de las promesas hechas en Londres o después, han resultado en la recepción de nuevos recursos por parte del FMI. Canadá prometió $10.000 millones y luego Estados Unidos y el Reino Unido, los más cercanos en los montos, prometieron $100.000 millones y $15.000 millones respectivamente.
El compromiso del Reino Unido proveniente de los fondos públicos probablemente será aprobado sin discusión parlamentaria, pero en Estados Unidos habrá un extenso debate. Los comentadores tanto de la derecha como de la izquierda le habían pedido al Senado que votara en contra de la provisión de fondos, que la administración del presidente Barack Obama había cambiado a una cuenta de gastos de defensa. Mark Weisbrot, el codirector del grupo de pensadores de Washington, Centro para la Investigación Económica y Política, anotó que en vista de los antecedentes del FMI, «dar $108.000 millones al FMI sin ninguna reforma es un error, y uno que los estadounidenses llegarán a deplorar más tarde.» Al final la medida fue aprobada, con lo cual ya depende de la administración el finalizar el acuerdo con el FMI.
Los bonos del FMI
Una gran porción del dinero prometido para responder a los compromisos del G20, vendrá de los países en desarrollo cuando estos compren la primera emisión de bonos del FMI. El FMI anunció a comienzos de julio de 2009, que emitirá $150.000 millones de bonos SDR, los cuales luego serán vendidos solamente a los estados miembros del FMI. China ya prometió comprar US$50.000 millones, al tiempo que India, Brasil, Rusia y Corea del Sur cada cual prometió comprar $10.000 millones. Los países en desarrollo exigieron que sus contribuciones al FMI no se hicieran a través de mecanismos bilaterales, tales como el Nuevo Acuerdo para Préstamos (New Agreements to Borrow), y el mecanismo del FMI para acceder a recursos adicionales de los países donantes, debido a las reglas fiscales y de presupuesto en sus países, y porque quieren mantener presionado al Fondo para que realice la reforma de gobierno.
Un comentador en la India lo llamó «juego de dinero por voz», mientras que en Eswar Prasad, un ex miembro del personal del Fondo y ahora miembro del grupo de pensadores del Brookings Institution, dijo «el temporal aumento de los recursos del FMI con los bonos, en vez de una expansión directa y permanente (Nuevo Acuerdo para Préstamos), por lo menos mantendrá la presión simbólica en Europa para apoyar las reformas de gobierno importantes.»