La crisis financiera que sacudió las economías tanto de los países desarrollados como las de los países en desarrollo produjo un mayor rol para la CIF -Corporación Internacional Financiera (IFC – International Finance Corporation), pero sus métodos pueden dejar un mal sabor en la boca para la sociedad civil. Desde abril de 2009, la CIF anunció varios programas nuevos. Estos vienen primero después de las varias iniciativas anunciadas a comienzos del año (ver Boletín 64), y del cubrimiento expandido de la Agencia Multilateral de Garantía de Inversiones (MIGA – Multilateral Investment Guarantee Agency), incluyendo un Programa Global de Liquidez Comercial, una Compañía de Gestión de Activos y US$150 millones para una Facilidad de Mejora de Microfinanzas. Un aumento en el desembolso no es aparente en las cifras de gastos de la CIF, publicada a comienzos de julio de 2009, pero probablemente aumente durante el próximo año.
La CIF se ha beneficiado de un flujo rápido de crédito para apoyar esta expansión. A comienzos de abril consiguió US$3.000 millones de la emisión de bonos globales, la cual fue sobresuscrita por unos US$1.000 millones. El objetivo del Programa de Liquidez Comercial de la CIF es canalizar US$5.000 millones a través de los bancos para proveer financiación comercial a los clientes no bien servidos globalmente. El total incluirá US$1.000 millones de la CIF con contribuciones adicionales de los gobiernos del G20. Para ayudar a alcanzar los US$250.000 millones para la financiación comercial prometidos por el G20, la CIF afirma que estos US$5.000 millones producirán unos US$50.000 millones comerciales durante los próximos tres años.
La CIF proveerá los fondos a los bancos comerciales los cuales los pasarán a sus clientes como financiación al comercio en los países en desarrollo. Los bancos globales deben proveer el 60 por ciento del préstamo final de sus propios recursos. Para los bancos regionales la CIF financiará completamente los créditos. Hasta el momento cuatro bancos multinacionales han convenido en participar: Standard Chartered Bank (Reino Unido), Citibank (EE.UU.), Commerzbank (Alemania), y Rabobank (países Bajos).
El Standard Bank (Sur África) fue el primer banco regional en unirse al plan. Los cinco bancos estarán recibiendo un total de US$2.200 millones. Dado que estos bancos enfrentan altos costos de financiación en los mercados del capital, posiblemente el acuerdo cubra subsidios para sus actividades en este sector, aunque los términos exactos de los contratos serán secretos.
¿Dinero público o equidad privada?
Añadiendo un nuevo éxito a sus proyectos, a comienzos de mayo de 2009, la CIF lanzó la Compañía Gestión de Activos (Asset Management Company), para comprar acciones en las compañías de los mercados emergentes. Ésta es la primera compañía subsidiaria que haya creado el Banco Mundial, y por primera vez estará buscando atraer e invertir en fondos de terceros. La compañía inicialmente manejará los US$3.000 millones del fondo de recapitalización de la CIF, diseñada para inyectar fondos en los bancos de los mercados emergentes (ver Boletín 64). También manejará un fondo privado de equidad de US$1.000 millones establecido a finales de 2008, para invertir en África, Latinoamérica y el Caribe. Confían atraer fondos nacionales de pensiones, fondos soberanos, y otras inversiones soberanas para coinvertir con la contribución de US$200 millones de la CIF.
Aldo Cliare de Center of Concern ve el lado negativo para los países en desarrollo, “el acceso al crédito tradicionalmente ha fijado el campo de juego en contra de las compañías de los países en desarrollo. Ahora, en vez de equilibrar esas asimetrías, este invento permitirá que los inversionistas extranjeros se tomen cualquier compañía en la que hayan puesto los ojos, con muy poco o ningún riesgo, gracias a la cortesía de los fondos provistos por la CIF. Será un ‘golpe de gracia’ para muchos bancos y corporaciones, y podría empeorar las tendencias a la concentración del capital a un nivel global."
El documento de proyecto de la CIF sobre los fondos privados de equidades afirma que las inversiones se darán “de acuerdo con los principios de inversión de la CIF, incluyendo aquellos sobre la política en lo social y la sostenibilidad ambiental." Aunque sea propietaria de la subsidiaria, la inversión de la CIF será considerada como canalizada a través de una intermediaria financiera (ver Boletín 58)). En agosto de 2007, el Grupo de Evaluación Independiente de la CIF encontró que las inversiones de intermediarios financieros al tiempo que exigían el cumplimiento de los estándares de la CIF, eran demasiado débiles para monitorear el impacto en el terreno. En este caso no ha habido ningún tipo de seguridad de que el Fondo realizará evaluaciones de desarrollo sobre el impacto de los proyectos.
¿De nuevo las ECAs?
En una situación donde el sector financiero privado está reacio a asumir riesgos, la importancia de las Agencias de Crédito de Exportación (ECAs – Export Credit Agencies) que pueden proveer préstamos y garantías ha tenido un resurgimiento. Paralelamente con el aumento de la actividad para las ECAs en todo el mundo, MIGA ha venido expandiendo su cubrimiento garantizado para cubrir compañías gubernamentales (como las ECAs), y en especial para incluir situaciones donde el riesgo financiero está unido con el riesgo político. Peter Frankental de Amnistía Internacional del Reino Unido advierte que "el perfil más alto e importante de MIGA debe ser igualado con el necesario examen de los proyectos para asegurarse de que cumplen con las salvaguardas apropiadas sociales y ambientales."