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ICSID en crisis

¿Camisa de fuerza o protección a la inversión?

27 julio 2009

El Centro Internacional para la Resolución de Disputas de Inversión (ICSID – International Center for the Settlement of Investment Disputes) – ver Boletín 66 – está enfrentando una explosión de casos y críticas cada vez más vigorosas de los países latinoamericanos. Continúa la pregunta de si el ICSID es efectivo canalizando la inversión productiva a los países en desarrollo o si sirve más bien como un medio para que las corporaciones multinacionales se salgan con la suya.

A finales de mayo de 2009, el presidente ecuatoriano, Rafael Correa denunció públicamente al ICSID y dijo que Ecuador se retiraría del ICSID si fuera necesario "para la liberación de nuestros países porque el ICSID significa colonialismo, esclavitud con respecto a las trasnacionales, con respecto a Washington, con respecto al Banco Mundial.”  Luego, en la conferencia de la ONU sobre la crisis económica a finales de junio de 2009, los presidentes de Bolivia y Ecuador pidieron el cierre del ICSID y retaron los acuerdos existentes sobre el mercado libre. La amenaza de parte de Ecuador de abandonar la organización, respaldó la decisión de Bolivia el cual se retiró del ICSID en 2007 (ver Boletines 56, 58).

El ICSID actualmente está manejando casos de arbitraje por un  valor de US$12.000 millones, en varios casos en contra de Ecuador, sin mencionar la docena de casos en contra de Argentina. Esto explica la insatisfacción actual de Ecuador. Más recientemente, la cancelación del contrato por parte de Ecuador con la compañía petrolera Occidental de EE.UU. en 2006 deja ahora a la compañía reclamando US$3.200 millones en daños.

el ICSID significa colonialismo, esclavitud con respecto a las trasnacionales, con respecto a Washington, con respecto al Banco Mundial

Sin embargo, las controversias alrededor del ICSID son más profundas, incluyendo los problemas de pérdida de soberanía, el desequilibrio en el poder de negociación y el mal gobierno. La última decisión del ICSID puso una pesada deuda de US$133 millones contra el gobierno de Egipto por la expropiación de la tierra de dos ciudadanos italianos, y con ello es la decisión más grande concedida a individuos, y la séptima más grande del ICSID hasta el momento.

Se han enviado mensajes conflictivos sobre si el ICSID puede ser más tolerante con los países cuando estos toman medidas que consideran necesarias para proteger a sus ciudadanos del derrumbe económico, donde muchos abogados prominentes están alegando que mantener el contrato es una prioridad. Esto reside en el corazón de los casos acumulados en contra de Argentina. Algunas decisiones todavía están pendientes pero otras ya fueron concluidas. Argentina todavía no ha pagado las multas. Los inversionistas estadounidenses a quienes se les debe dinero están presionando a su propio gobierno para que apoye sus demandas contra Argentina y ésta pague las multas. Esto muestra cómo una disputa de inversión puede ser politizada fácilmente cuando los inversionistas hacen cabildeo con su gobierno para forzar a otros estados a pagar las tarifas de reparación y mantener sus obligaciones con los Tratados de Inversión Bilateral (BITs –  Bilateral Investment Treaties).

Sin embargo, ahora la tortilla se está volteando pues un inversionista chino puede poner un caso de arbitraje contra el gobierno belga por su rol en empujar la venta del Fortis Bank, una compañía financiera holandesa-belga a BNP Paribas durante la crisis financiera. Ping An, una firma de inversiones china sufrió una pérdida del 90 por ciento en su inversión en Fortis durante la crisis. En el proceso de la absorción, el gobierno belga se benefició del 12 por ciento de las acciones en BNP por el rescate y las garantías relacionadas con la absorción. La falta de tolerancia que los tribunales del ICSID han mostrado en los casos en contra de Argentina y su crisis financiera, ahora se está devolviendo a los países ricos.