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Reciclando la marca con pocos cambios en los préstamos del FMI

1 octubre 2009

Por Peter Chowla, Proyecto Bretton Woods

El FMI lanzó un retoque de todos sus préstamos para los países de bajos ingresos, y mientras las nuevas facilidades estarán entregando más recursos, el dinero parece destinado a ser entregado con las usuales condicionalidades nocivas.

La Junta del FMI completó su prometida revisión de las facilidades concesionales para los países de bajos ingresos (ver Boletines 64 y 65) a finales de julio de 2009. El Fondo ahora tendrá tres facilidades para los países de bajos ingresos: Una Facilidad Crediticia Extendida (ECF – Extended Credit Facility), una Facilidad Crediticia de Espera (SCF – Stand-by Credit Facility), y una Facilidad Crediticia Rápida (RCF – Rapid Credit Facility).

un telón de humo para continuar con las mismas políticas fallidas

La ECF solo es un reemplazo de la financiación existente a mediano término provista por el FMI bajo la Facilidad de Crecimiento y Reducción de la Pobreza (PRGF). La PRGF fue el resultado de una renovación en 1999 de la Facilidad del Ajuste Estructural (SAF), que fue muy criticada debido a su pesada condicionalidad. Sin embargo, la ECF no cambia ninguna de las políticas importantes de la PRGF, continuando con la llamada condicionalidad del tramo superior de crédito y con los mismos términos, y una madurez y límites de acceso elevados. Tal vez para compensar la eliminación de las palabras ‘reducción de la pobreza’ del nombre del programa, los comunicados de prensa y las notas con antecedentes tuvieron cuidado de subrayar «la importancia de la reducción de la pobreza y las estrategias de crecimiento de los países».

La SCF es una nueva ventana de préstamos creada para reflejar la estructura de facilidades disponibles a los países de medianos ingresos. Permitirá acuerdos de «programas de precaución» con autoridades estatales que no requieren de préstamos, pero que pueden proveer financiación cuando fuere necesario. La SCF complementará el Instrumento de Apoyo a la Política (PSI – Policy Support Instrument), una facilidad no financiadora que el FMI creó para los países que desean un respaldo del Fondo a sus políticas pero que no deseen prestar dinero. La SCF será más como un apoyo a la balanza tradicional de pagos, ya que tiene una duración relativamente corta y llevará la condicionalidad típica del FMI.

La RCF reemplazará un número de facilidades existentes que proveen una financiación rápida después de los choques económicos, las emergencias y los desastres naturales. Reemplazará la Facilidad de Choques Exógenos recientemente reformada (ESF – ver Boletín 62), la cual fue la primera financiación concesional del FMI que no tuviera una fuerte condicionalidad para los países de bajos ingresos que estuvieran teniendo problemas económicos. El componente de rápido acceso de la ESF facilitaba la financiación de hasta el 25 por ciento de los límites del programa ESF sin ninguna condicionalidad. Esta característica en diseño fue retenida en la RCF, por lo cual hay algo de dinero disponible sin condicionalidad. Los países no tendrán que recurrir a la SCF para préstamos más altos y con ello evitarán la pesada condicionalidad anexa.

Sin embargo, los cambios no serán efectuados sino hasta que haya un acuerdo universal de los países donantes que contribuyen con dinero para apoyar los préstamos concesionales. Se espera finalizar ese acuerdo alrededor del tiempo de las reuniones anuales en Estambul a comienzos de octubre de 2009.

Lidy Nacpil, la Coordinadora del Movimiento del Pacífico Asiático para la Deuda y el Desarrollo (Asia Pacific Movement on Debt and Development) se manifiesta escéptica sobre los cambios diciendo que no parece más que un cambio en los nombres: «Todos los comunicados de prensa y los anuncios fueron un telón de humo para continuar con las mismas políticas fallidas que obligan a los países a eliminar los servicios públicos y a recargarse de deuda.»

Se pide más dinero a los donantes

Al mismo tiempo que se anunció la configuración de las nuevas facilidades, el FMI publicó sus estimativos de nuevos préstamos para los países de bajos recursos durante los próximos cinco años, diciendo que podría llegar hasta $4.000 millones al año para los países de bajos recursos en 2009 y 2010, con unos $2.000 millones más anualmente hasta el 2014. Comparándolo con los estimativos de los US$1.200 millones prestados en 2008, el IMF dice que «sobrepasa el pedido del G20 por préstamos adicionales de $6.000 millones durante los próximos dos a tres años.»

Los cambios también unificarán la concentración financiera subyacente, combinando los fondos de fideicomisos separados previamente en un solo Fideicomiso para el Crecimiento y la Reducción de la Pobreza (PRGT – Poverty Reduction and Growth Trust). Para responder a los compromisos de préstamos esperados, el FMI dice que será necesario aumentar el monto que puede prestar de los países ricos en $10.000 millones, y además encontrar recursos adicionales para subvenciones de $2.400 millones para subsidiar los préstamos concesionarios. El dinero de subsidios provendrá de cuatro fuentes: la cuenta de recursos generales del FMI, de un fondo de reserva, de contribuciones bilaterales y de la venta del oro. Respectivamente, esto significa que el dinero vendrá de los pagos de préstamos por parte de los países de medianos ingresos, de los pagos y de los retornos de inversiones de los países de bajos ingresos, de los presupuestos de ayuda de los países ricos y de los depósitos de oro del FMI.

La última de estas fuentes ha recibido un tibio apoyo de las organizaciones de la sociedad civil. En una carta a los directores ejecutivos del FMI, ocho ONGs exhortaron a la institución para que las finanzas fueran «provistas en términos que no crearan deudas para ayudar a aliviar los niveles de sufrimiento en aumento de los países de bajos ingresos.» El FMI debe dedicar parte de los nuevos recursos para LICs que apoyen una moratoria de todos los pagos en deudas de servicio (principal e interés) para los países de bajos ingresos afectados por la crisis.» El FMI espera recoger unos $600 millones de contribuciones de donantes, sacando este dinero de sus presupuestos de ayuda.

El costo de los subsidios subió un poco debido a una reforma adicional – una reducción temporal de la tasa de interés de los préstamos del FMI a los países de bajos ingresos del 0.5 por ciento al 0 por ciento a través del 2011. Sin embargo, un informe de las ONGs ActionAid, el Proyecto Bretton Woods, Eurodad y Red del Tercer Mundo se queja de que esta reducción es demasiado pequeña. Los autores estiman que la reducción del interés solo es de unos US$110 millones aproximadamente durante los próximos dos años y medio para unos 60 países, por lo que en promedio es de menos de US$1 millón anual por país.

Nada sobre los SDRs

El anuncio de la reforma no dice nada nuevo sobre la asignación o el uso de los Derechos Especiales de Giro (SDRs – Special Drawing Rights), el activo de reserva creado por el FMI (ver Boletín 65). Como los SDRs son asignados de acuerdo con los derechos de voto del FMI, los países de bajos ingresos recibieron menos de $20.000 millones de los US$250.000 millones del valor de SDRs disponibles a finales de agosto de 2009.

Una constelación de ONGs, de gobiernos de países en desarrollo y de académicos tales como los que trabajan en la Comisión Stiglitz (ver Boletín 65), han afirmado que la asignación de los SDRs debería tener en cuenta la necesidad, y que por lo menos debe haber un mecanismo para que unos $170.000 millones del valor de SDRs que están siendo asignados a los países ricos puedan ser reasignados o transferidos a los países en desarrollo. No hubo acuerdo al respecto en la Junta del FMI a pesar de que, según fue reportado, Francia y el Reino Unido habían presionado para que sucediera.

Los últimos planes son que los países ricos podrían prestar sus SDRs de regreso al FMI para que pudieran ser prestados a los países de bajos ingresos a través de los paquetes normales del FMI. Soren Ambrose de la oficina de Nairobi de la ONG internacional ActionAid no quedó convencido: «Este movimiento tuerce una buena idea de la transferencia de recursos de ricos a pobres hacia un método para aumentar el poder del FMI sobre los países de bajos ingresos. Esencialmente tomaría recursos no condicionados y los convertiría en nuevas condiciones y nueva deuda.»

La condicionalidad continúa siendo un problema

No se tuvo en cuenta el punto de vista de muchas organizaciones de la sociedad civil sobre la verdadera necesidad de la reforma: O sea, el rigor de la condicionalidad sujeta a los préstamos del FMI. A finales de septiembre de 2009, la Campaña Global para la Educación (GCE – Global Campaign for Education) publicó un informe actualizado de política sobre el impacto que tienen los programas del FMI sobre los gastos en la educación (ver Boletín 66). «Hay señales de una mayor flexibilidad en los déficits, pero parece ser temporal – solo para el año 2009. La flexibilidad sobre la inflación también es temporal, ya que se espera caerá drásticamente en la mayoría de los países del 5 al 7 por ciento para 2010 -2011. No hay ningún indicio de mayor flexibilidad relacionada con los salarios.»

Al tiempo que el FMI proclama que está protegiendo los gastos sociales, el Informe GCE encuentra que «la protección de los presupuestos educativos con demasiada frecuencia significa su congelamiento – y eso efectivamente significa un corte en los países con poblaciones jóvenes y con altos índices de reclutamiento en aumento.»