A mediados de enero de 2010 el FMI hizo algo inusitado al pedir a un grupo de donantes que liberara las subvenciones de apoyo de sus presupuestos para Malawi, que había estado guardando hasta que el nuevo programa del FMI estuviera aprobado. La Junta del FMI cambió la fecha para tomar la decisión para el nuevo programa de Malawi para mediados de febrero de 2010, creando el temor de que los donantes continuaran reteniendo US$545 millones de ayuda. Sin embargo, al mismo tiempo, el Banco Mundial amenazó cancelar un préstamo para la transmisión de electricidad a Malawi, diciendo que los legisladores habían tomado mucho tiempo en sus consideraciones. En noviembre de 2009, el presidente de Malawi acusó al Banco Mundial y al FMI de que estaban causando una escasez de divisas al forzar al país a liberalizar su economía.
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El FMI urge a los donantes que hagan su contribución para Malawi
1 marzo 2010