Condicionalidad

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Préstamos del FMI: Continúan pellizcando a los países vulnerables donde m&aacut

23 abril 2010

Análisis de Invitados por Bhumika Muchhala, Third World Network, y Nuria Molina, Eurodad

Publicaciones recientes en el mundo académico y la sociedad civil ponen de manifiesto que las afirmaciones de la reforma sobre la condicionalidad del FMI no resisten un escrutinio detallado.

Una nueva investigación publicada por la ONG Red del Tercer Mundo y Eurodad en abril de 2010, analizó las condiciones de los préstamos del Fondo en los países de bajos ingresos (LIC – low income country) durante la crisis financiera mundial, y encontró que la mayor flexibilidad concedida a los países de bajo ingresos es sólo a corto plazo. El documento, elaborado por investigadores de la Escuela de Estudios Orientales y Africanos (SOAS – School of Oriental and African Studies), encuentra que los cambios marginales de reducción de la condicionalidad fueron reversados en 2009 ó 2010. El Fondo está volviendo a los negocios de siempre "de las políticas deflacionarias económicas a corto plazo, que limitan las políticas de desarrollo anticíclicas y de inversiones públicas a largo plazo.

los cambios marginales de reducción de la condicionalidad fueron reversados en 2009 ó 2010

Aunque el FMI argumente que esto le ha permitido a los prestatarios un mayor espacio político (ver Boletines 69, 68, 67), en la realidad los objetivos del déficit fiscal se incrementaron a casi el 2,5 por ciento del PIB en 7 de los 13 casos de estudio de  países cubiertos a profundidad. La mayoría de los países de la muestra se está enfrentando a mayores restricciones fiscales en el 2010. Si bien este aumento implica un mayor espacio de políticas en comparación con los objetivos anteriores del Fondo, estos son sólo ajustes marginales a las recomendaciones inicialmente restrictivas, mientras que la ideología subyacente y sus prejuicios acompañantes permanecen intactos. Los autores afirman que al "referirse a este enfoque como una evidencia de la expansión del ‘espacio político’, como afirma el FMI, indica una falta de imaginación o una mala interpretación (si no el secuestro) del significado y la práctica de un espacio político – una expresión tradicionalmente utilizada por los defensores de un régimen de políticas prioritarias a largo plazo y con una perspectiva más orientada hacia el desarrollo."

Los autores afirman que los programas del Fondo continúan basándose en una "preocupación excesiva por los indicadores monetarios y financieros", tales como los equilibrios fiscales, la estabilidad de precios y la inflación, las bajas tasas de interés y los altos niveles de reservas internacionales. Este enfoque va en detrimento de los resultados "de las variables reales, (los niveles reales de producción, de ingresos y de empleo)." Los programas del FMI siguen insistiendo en que las posibilidades de impulsar la demanda interna a través del gasto público dependen de la disponibilidad "de la financiación de fuentes externas en condiciones favorables", del uso de "recursos internos de manera no inflacionaria", de la preservación de las reservas internacionales, y de la necesidad de gasto del presupuesto nacional para evitar "el desplazamiento del sector privado nacional."

Este enfoque revela que la capacidad de servicio de la deuda externa aún tiene prioridad sobre la necesidad urgente de alivio de la deuda y el gasto público. También muestra que el FMI cree en la superioridad del sector privado doméstico frente al sector público para estimular la recuperación económica de los países. Esto limita seriamente la capacidad de los países de bajos ingresos para llevar a cabo sus políticas. También limita su capacidad para crear empleo, invertir en servicios públicos, adoptar políticas sociales más amplias, o apoyar el crecimiento y las estrategias de desarrollo para diversificar la economía y mejorar su resistencia ante los choques externos.

Según el informe, el Fondo también insiste en que el gasto público en subsidios, mayor empleo público y las transferencias al sector industrial debería ser reducido. La política monetaria se hizo más estricta en la mayoría de los países LIC con los programas FMI, la flexibilidad de la tasa de cambio, y la liberalización de los precios los cuales fueron animados, mientras que las medidas ‘proteccionistas’ como los aranceles y las restricciones cuantitativas a la importación fueron desalentados. Irónicamente, los programas de estímulo de los países desarrollados han adoptado muchas de las políticas exactas que el Fondo ha desalentado, como las inversiones significativas en mayor empleo público, las políticas proteccionistas en el comercio, la gestión consciente de la tasa de cambio y los subsidios para las industrias locales.

El Fondo podría desempeñar un papel "apoyando las intervenciones concertadas de políticas anticíclicas y proactivas promoviendo un crecimiento sostenido y la reducción de la pobreza". Sin embargo, sólo está dispuesto a atender cambios importantes, pero limitados, tales como la protección social para las personas pobres y el fortalecimiento de los estabilizadores fiscales automáticos. Un enfoque alternativo sería comenzar con la premisa de que todas las políticas macroeconómicas implican las relaciones de distribución y las estructuras institucionales que dan lugar a una variedad de resultados sociales, que deben hacerse explícitos antes de implementar cualquier medida económica. Sin embargo, esto requeriría una partida explícita del FMI, del alejamiento de la austeridad presupuestal de poca visión de futuro y de las metas de la inflación.

Otro nuevo informe de ONGs, incluyendo a Center of Concern y ESRCnet, promueve una dimensión humana en tiempos de crisis, y en acuerdo con el informe de SOAS, reconoce la importancia de las políticas anticíclicas para el desarrollo destacando el impacto de las respuestas gubernamentales en la crisis económica de los derechos humanos. Afirma que, "a menudo la falta de políticas contracíclicas en tiempos de crisis puede poner en peligro las duramente conseguidas ganancias en materia de vivienda, educación, salud, agua y  empleo." El informe hace hincapié en la necesidad de prestar detallada atención a la forma cómo las personas menos favorecidas económicamente se beneficiarán de las políticas nacionales de estímulo, afirmando que "los fallidos paquetes de estímulo económico tienen a las personas pobres como objetivo, pero frecuentemente no hacen sino reforzar su exclusión."

Consejos divergentes

Si bien el Fondo continúa repartiendo políticas contractivas para los países pobres, un informe de febrero de 2010 del FMI sobre las estrategias de salida señala para los países ricos, que "las medidas extraordinarias adoptadas en respuesta a la crisis han ayudado a disminuir la severidad de la recesión global y a estabilizar los mercados financieros, lo que permite volver a la normalidad en muchos países." De hecho, la Junta del Fondo recomienda para los países ricos mantener las políticas de estímulo fiscal y monetario hasta bien entrado el 2010 y comenzar su retiro en 2011 si "la evolución procede como se esperaba." El consejo del Fondo es que una política monetaria laxa es estratégica para las economías avanzadas, donde el desempleo es alto, pero en casos donde los signos de la inflación están aumentando, como en algunas economías de mercados emergentes que experimentan un creciente auge del crédito, "la política monetaria tiene que ajustarse relativamente pronto." 

Sin embargo, un análisis realizado por la organización intergubernamental Centro Sur (South Centre) sobre la recuperación económica llega a una conclusión diferente. Un informe de marzo de 2010 por su economista jefe Yilmaz Akyuz sostiene que la recuperación económica requiere que Estados Unidos resuelva su problema de exceso de consumo, mientras que Alemania, Japón y China necesitan impulsar su consumo interno a través del crecimiento de los salarios. Akyuz sugiere una combinación de políticas que promuevan el aumento de los salarios, la eliminación de la brecha entre la productividad y el crecimiento de los salarios, el aumento de las transferencias presupuestarias, especialmente a los hogares rurales y el aumento del gasto público en salud, educación y vivienda con el fin de reducir los ahorros preventivos de los hogares.

Necesidad de coherencia

En una opinión reflexiva y analítica de las diversas formas en que los países han respondido a la crisis, Ilene Grabel de la Universidad de Denver, argumenta que la respuesta caótica a la actual crisis mundial del FMI y los gobiernos nacionales representan un momento histórico de "incoherencia productiva". Pero ella es optimista diciendo que esta incoherencia ha desplazado la “coherencia neoliberal" de las últimas décadas.

Grabel observa que el cambio en el Fondo ha sido desigual ya que da "un paso atrás por cada dos pasos hacia adelante." Si bien el FMI ha hecho varios cambios fundamentales en sus políticas, todavía tiene un largo camino por recorrer para demostrar que su ideología ortodoxa con fijación en el mercado puede dar paso a teorías y políticas económicas más orientadas al desarrollo. Hasta entonces, los cambios incrementales en las opiniones y políticas del Fondo deben ser debidamente reconocidos, al tiempo que se deben evitar los aplausos prematuros.