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El Banco Mundial apegado a los combustibles fósiles mientras da traspiés en la energ&

29 junio 2010

A pesar de los recientes intentos de adoptar una nueva imagen como institución verde, los préstamos energéticos del Banco Mundial sugieren que continúa estando apegado a los combustibles fósiles. Entre tanto, evaluadores independientes y los grupos de la sociedad civil elevan serias inquietudes sobre las consecuencias para el desarrollo del acercamiento del Banco a la energía eficiente y renovable.

Un análisis publicado en abril de 2010 por la ONG estadounidense el Centro de Información del Banco (BIC – Bank Information Center) muestra que la financiación del grupo del Banco Mundial a los combustibles fósiles está más alta que nunca: US$4.700 millones durante los primeros diez meses del año fiscal (FY) 2010 (ver Boletín 69). Esto representa un gran salto de los registros anteriores de US$3.100 millones en la totalidad del FY2008.

En abril de 2010, el Banco publicó un informe de progreso sobre su Marco Estratégico para el Desarrollo y el Cambio Climático (SFDCC – Strategic Framework for Development and Climate Change (ver Artículo 15). El Banco afirma que el aumento de los combustibles fósiles comparado con las energías eficientes, o la eficiencia energética renovable en FY2010, “se debe en gran parte al impacto de la crisis [financiera] en la habilidad de los países africanos para financiar sus programas de desarrollo con la energía convencional, por lo cual han necesitado la ayuda del Banco para los proyectos de carbón en Botswana y Sur África.” Sin embargo, un informe de abril de 2010, por tres ONGs europeas observa que esta justificación es una revisión oportunista del argumento anterior a la crisis financiera para los préstamos de combustibles fósiles. Una aseveración anterior dice que la acción será realizada a pesar de todo, por lo que la intervención del Banco era deseable para elevar las normas sociales y ambientales. 

El programa de energía eficiente fracasó en la consecución de varios de sus objetivos fundamentales

Aunque el informe de progreso del Banco afirma que el apoyo del carbón se está volviendo más selectivo debido al uso de los criterios medioambientales y de desarrollo SFDCC, los grupos de la sociedad civil advierten que estos no han sido aplicados debidamente a los préstamos para carbón del Banco en Sur África, en abril del 2010 (ver Boletín 70).

Estas indicaciones amenazan socavar los intentos de transformar el portafolio energético del Banco, consagrado en la meta SFDCC para la mitad de los préstamos energéticos del Banco a las inversiones “bajas en carbono” para 2011, al igual que las metas fijadas por los gobiernos donantes. Un informe de mayo de 2010, por la ONG británica, el Proyecto Bretton Woods, advierte que la credibilidad de estas metas está socavada por la categorización engañosa de préstamos para la energía limpia – por ejemplo,  la inclusión de grandes plantas hidroeléctricas y las mejoras de las plantas de combustible fósil en la cifra “baja en carbono.” El informe concluye diciendo que existe la necesidad apremiante de un acercamiento más riguroso y transparente, y con monitoreo independiente. En un informe de marzo de 2010, la ONG estadounidense, Centro para el Progreso Americano (Center for American Progress), también urge una mayor transparencia, incluyendo la selección de inversiones y detalles de las alternativas exploradas. Además pide un informe anual independiente y con auditoría, sobre la financiación de la energía a través del Grupo del Banco Mundial.

Metas propias de la energía baja en carbono

También subsisten las preguntas sobre la efectividad del apoyo del Banco al desarrollo bajo en carbono. Un informe de abril de 2010, por el Instituto de Recursos Mundiales (World Resources Institute) de Washington identificó un conjunto de políticas, regulaciones y capacidades institucionales del sector eléctrico que facilitan la inversión en la energía renovable, e investiga si estas fueron reflejadas en los préstamos pertinentes de los bancos multilaterales de desarrollo entre el 2006 y el 2008. Fue así como salió a la luz que el desempeño del Banco Mundial había sido inferior al de otras instituciones, especialmente en el apoyo a largo plazo de la planeación de la energía integrada, en el fortalecimiento de las capacidades, y en la promoción de la participación de los socios. Dos terceras partes de sus préstamos fueron dedicados a menos de la mitad de los factores facilitadores.

En mayo de 2010, el Grupo de Evaluación Independiente del Banco informó sobre el programa de energía eficiente en China desde el 2006, implementado por la Corporación Financiera Internacional (CFI), el brazo del sector privado del Banco. El programa fracasó en la consecución de varios de sus objetivos fundamentales incluyendo: el apoyo al cambio del carbón al gas; los beneficios para compañías medianas y pequeñas; y el fortalecimiento de las capacidades de las contrapartes para asegurar la sostenibilidad del programa.

También se ve una falta de enfoque similar en las inversiones gestionadas por el Fondo para la Tecnología Limpia del Banco, para el proyecto de energía solar a larga escala a través del Medio Oriente y la Región Norafricana. Existen preocupaciones de que el proyecto ejercerá presiones adicionales sobre los recursos hidráulicos ya bastante escasos en la región, y sobre la falta de interacción con la sociedad civil regional. A pesar de las necesidades no satisfechas en los países anfitriones, el BIC advierte que una parte de la energía producida será exportada a Europa. 

En abril de 2010, 11 ONGs incluyendo BIC, Greenpeace e Hivos, presentaron una estrategia de modelo energético para la consulta en curso del Banco. Ésta propone el cambio gradual en los préstamos a los combustibles fósiles, a favor de los servicios de energía sostenible y confiable para las personas pobres, además del apoyo de la transición al carbono libre o ultra bajo. También recomienda un número de pasos para la consecución de estos objetivos.

Otra comunicación de las ONGs británicas, Christian Aid y WWF-UK, enfatizó un “rol limitado pero catalizador del Banco Mundial asegurando el acceso de la energía para las personas pobres, y  el apoyo a la transición hacia un futuro bajo en carbono,” en parte por medio de la eliminación gradual de los combustibles fósiles de los préstamos. Excluyendo los comentarios de los organismos industriales, ha habido muchos mensajes similares en la primera fase de la consulta del Banco sobre la estrategia energética.