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Fracaso en la reforma de los cimientos:

Mediocres las reformas del mandato del FMI

15 octubre 2010

Al tiempo que concluye la reforma del mandato del FMI, es evidente que no se realizaron cambios significativos.  Mientras que las reformas propuestas para la banca central y la vigilancia carecen de ambición, las posiciones sobre los controles del capital siguen siendo incoherentes. El Proceso de Evaluación Multilateral promueve negocios como de costumbre.

La Junta Ejecutiva del FMI está programada para presentar informes sobre los progresos realizados con respecto a la revisión de su mandato en relación con la vigilancia, la financiación y la estabilidad del sistema monetario internacional (ver Boletín 70), en las reuniones anuales en octubre de 2010. Esta revisión fue solicitada por el G20 en 2009. En la medida en que el proceso de la reforma del mandato se acerca a su fin, la ambición y el compromiso de los principales accionistas del FMI continúan dejando mucho que desear.

Incoherencia en los controles del capital

El punto de vista del FMI sobre los flujos sin restricciones del capital, indudablemente cambió después de la crisis, pero adolece de una falta de coherencia (ver Boletín 70). En un documento de agosto de 2010, ‘No es el FMI de su abuelo’, la profesora Ilene Grabel de la Universidad de Denver, considera que aunque el Fondo ha hecho “declaraciones positivas  acerca de la función protectora de los controles del capital, éstas son seguidas inmediatamente por advertencias sobre su uso sólo como algo temporal, como último recurso y de una enumeración de los riesgos significativos y potenciales de las consecuencias a largo plazo de los controles del capital.”

Una reunión informativa de política en septiembre de 2010, de la ONG londinense el Proyecto Bretton Woods, apunta al escepticismo del FMI especialmente hacia los controles a más largo plazo, a pesar de la aceptación formal de los controles en los términos del Convenio Constitutivo del Fondo. En la reunión se afirmó que “aunque el renovado interés en los controles del capital por el FMI es un desarrollo positivo, la actitud de incluso el personal más progresivo, que considera los controles del capital como soluciones temporales a corto plazo para enfrentar las corrientes volátiles del capital, continúa siendo insatisfactoria.” La Junta deber discutir este tema de nuevo antes de las reuniones anuales.

Reforma monetaria continúa abierta

Aunque las propuestas del FMI para mejorar las redes de seguridad financiera global ya fueron aprobadas (ver Boletín 72), las opciones de política para reformar el sistema monetario internacional todavía están por concluirse (ver Boletines 70, 68).

Una revisión de los Derechos Especiales de Giro (SDR – special drawing rights; ver Boletín 65), será debatida por la Junta del FMI en octubre de 2010. El economista Robert Mundell, ha estado presionando por la inclusión del yuan chino en la canasta de la moneda SDR.

Todavía está pendiente el documento final del FMI sobre la reforma del sistema monetario internacional, dando atención especial a la oferta de activos de reserva, incluyendo la promoción de activos de reserva de mercados emergentes y el rol óptimo de los SDRs.

La promoción de las divisas de reserva de los mercados emergentes en auge, en el sistema internacional se vio favorecida por un informe de junio de 2010, del Banco Asiático de Desarrollo y del Instituto de la Tierra de la Universidad de Columbia. El informe dice que “el sistema de reserva global está en la imperiosa necesidad de reforma hacia una multimoneda alternativa”  en la cual las monedas asiáticas, particularmente el yuan chino, desempeñarían un papel clave.

Reiterados llamamientos de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD) por un sistema de tasa de cambio internacional regulado, siguen siendo ignorados por el FMI. El informe de la UNCTAD sobre Comercio y Desarrollo de 2010 sostiene que, “un sistema de cambio convenido internacionalmente y encaminado a garantizar tipos de cambio reales, estables y sostenibles para todos los países, será una gran ayuda para la reducción de los flujos especulativos del capital, (y) podrá reducir en gran medida la necesidad de los países con mercados emergentes de tener reservas internacionales como una forma de autoseguro contra las crisis de la moneda.”

¿Replanteamiento de los bancos centrales?

En un intento de abordar las preocupaciones públicas sobre los reglamentos financieros, el FMI  recientemente ha puesto su atención en el tema de los mandatos de los bancos centrales. La crisis debilitó las posiciones de los economistas de la corriente principal, después de décadas donde la definición de la estabilidad de precios, en vez de la estabilidad financiera, era el objetivo central de las políticas monetarias de los bancos centrales (ver Boletín 70).

En julio de 2010, los directores ejecutivos del FMI  examinaron un documento de política sobre las lecciones de la crisis para los bancos centrales. Ellos estuvieron de acuerdo en que deben “aumentarse los esfuerzos para hacer seguimiento y evaluar los riesgos y la evolución financiera sistémicos.” Con base en este tipo de análisis, las tasas de interés podrían ser utilizadas por los bancos centrales en forma “limitada” para “nadar en contra de la corriente” y poder reventar las burbujas de los activos. Aunque esto ahora se convertirá en política oficial del FMI, la Junta hizo hincapié en que la inflación continuará siendo el objetivo principal de los bancos centrales.

La Junta no se movió lejos de la posición del personal del FMI, reflejada en un documento publicado a finales de julio de 2010. Éste cuestiona el efecto de la política monetaria sobre la estabilidad financiera, diciendo que “el impacto de la política monetaria sobre el riesgo asumido por los bancos, probablemente difiera entre los países y el momento y que puede depender de las condiciones del mercado bancario local.”

Teniendo en cuenta la crisis financiera y los fracasos evidentes de la arquitectura financiera, incluyendo a los bancos centrales, las recomendaciones del FMI sobre las responsabilidades de los bancos centrales parecen no ser más que gestos simbólicos.

Un documento de julio por Kanaga Raja del noticiero SUNS, hizo un llamamiento por un nuevo rol de la política monetaria. En lugar de mantener su enfoque exclusivo sobre la inflación, la política monetaria “debería también tener en cuenta explícitamente el  crecimiento y los asuntos de la estabilidad financiera con el fin de minimizar el impacto de los choques en la economía.”

¿Modernizando la vigilancia?

La Junta concluyó el debate sobre la reforma del papel del FMI en la vigilancia multilateral a principios de septiembre de 2010.

Se alcanzó el acuerdo de aumentar las sinergias entre los distintos productos de vigilancia multilateral del FMI, incluyendo “resaltar la integración entre el macro análisis financiero del FMI” en la Perspectiva Económica Mundial (World Economic Outlook) y el Informe sobre la Estabilidad Financiera Global (Global Financial Stability). La Junta a regañadientes también acordó fortalecer el análisis de desbordamientos, o efectos colaterales, del FMI, el cual ha de evaluar el impacto externo de las políticas económicas de los países. El plan de trabajo del Fondo ahora prevé la preparación de cinco informes de efectos colaterales a modo de prueba durante el próximo año, abarcando a China, la zona del euro, Japón, el Reino Unido y Estados Unidos. No se logró ningún acuerdo sobre la Decisión de Vigilancia Multilateral propuesta en marzo de 2010 para “crear expectativas claras para el personal, la gerencia, y el mundo en general sobre el papel del FMI llevando a cabo la vigilancia multilateral y el análisis de los desbordamientos” y para “proveer un marco para trabajar con los responsables de las políticas a través de los países.”

En un documento de agosto, Claudia Maurini del Banco de Italia argumenta que la falta de ambición con respecto a los progresos realizados en la vigilancia multilateral se arraiga en la estructura de gobierno del FMI (ver Boletín 72). Ella considera que “el Fondo puede ejercer más disciplina en los países más pequeños y menos poderosos que en los más grandes. … Al mismo tiempo los países más grandes son precisamente aquellos cuyas políticas generan  más desbordamientos internacionales y afectan más la estabilidad global.”

Negocios como de costumbre con MAP

Mientras que el progreso en la reforma de su mandato de vigilancia sigue siendo débil, el Fondo aumentó su asistencia técnica para el G20. En noviembre de 2009, el G20 pidió al FMI que coordinara el Proceso de Evaluación Mutua (MAP – Mutual Assessment Process).

En la Cumbre del G20 en Toronto en junio de 2010, el personal del FMI presentó dos escenarios de política alternativa bajo el MAP: capturar el desarrollo potencial macroeconómico del G20 y recomendar las políticas respectivas. El lado positivo del escenario actúa sobre la suposición de una economía fortalecida como resultado de la acción de colaboración política del G20. El escenario menos positivo evalúa los riesgos derivados de los déficits fiscales y la menor productividad y formula recomendaciones de política para mitigarlos.

Los escenarios del FMI han sido criticados por la falta de consulta y la resultante actitud conservadora de ‘negocios como siempre’ (ver Boletín 72). Ben Moxham, del Congreso de Sindicatos Británicos condenó la exclusión de la Organización Internacional del Trabajo en el proceso de la consulta, encontrando “elementos preocupantes” de reformas del mercado laboral incluyendo “la reforma del sistema del seguro laboral” recomendada para los países avanzados, y la “reducción del costo laboral mínimo”, propuesta para los países avanzados y aquellos emergentes con excedentes.