El Banco Mundial está socavando activamente la capacidad de las Filipinas para acceder directamente, sin intermediarios, a las finanzas de adaptación climática necesitadas con urgencia. Documentos adquiridos por la ONG filipina, el Instituto del Clima y Ciudades Sostenibles (iCSC – Institute for Climate and Sustainable Cities) y testimonios de funcionarios del Gobierno, revelaron planes del Banco que negarían al Gobierno filipino la opción de acceder directamente a los recursos del Fondo de Adaptación de la ONU (AF – Adaptation Fund), y que potencialmente impondrían más préstamos climáticos.
El Fondo de Adaptación tiene dos modalidades de financiación: la multilateral, donde un país tiene acceso a recursos del Fondo a través de instituciones intermediarias tales como el Banco; y la modalidad de acceso directo que ofrece a los países en desarrollo la opción de acceder directamente a los fondos.
Durante mucho tiempo defendida por las Filipinas, la modalidad del acceso directo en el Fondo de Adaptación fue diseñada y acordada en las Naciones Unidas como una alternativa a los procedimientos burocráticos, ineficientes y llenos de condicionalidades de las instituciones intermediarias burocráticas. Entre los fondos climáticos globales, el Fondo de Adaptación hoy en día representa un punto de referencia para la gobernanza democrática (está gobernado por una Junta cuyo mandato lo obliga a tener una mayoría de países en desarrollo), y mejores mecanismos de financiación diferentes a los modelos del sistema de ayuda liderados por los donantes.
El documento adquirido por iCSC muestra cómo el Banco se está insertando como el conducto de financiación para el Fondo de Adaptación. Demuestra la complicidad del Banco con funcionarios inconscientes del Departamento de Obras Públicas y Carreteras (DPWH) y con los Servicios Administrativos Geofísicos y Astronómicos (PAG-ASA), relacionado con una posible subvención AF de US$15 millones.
El esquema fue expuesto en un discurso a mediados de agosto por el Presidente del Senado filipino, Juan Ponce Enrile, basado en el análisis proporcionado por iCSC, el cual reveló el plan del Banco de cobrar honorarios excesivos de gestión para servir como la institución intermediaria con acceso al Fondo de Adaptación.
El Banco respondió a las acusaciones de Enrile al día siguiente, en una carta que admitía el conocimiento de la propuesta. Sin embargo, el Banco negó que hubiera intentado insertarse como la entidad intermediaria, diciendo que DPWH y PAG-ASA lo habían contactado, y que veía bien el acceso directo de las Filipinas al Fondo de Adaptación.
El Banco admitió en la carta que era consciente de que otra agencia, el Departamento del Medio Ambiente y Recursos Naturales (DENR), ya había aplicado a la junta del Fondo de Adaptación (AF) para acreditación como la agencia filipina que tendría acceso directo a fondos AF. Sin embargo, el Banco dijo que el DENR también era la autoridad que respaldaría las propuestas Filipinas al AF. Las normas del AF dicen que la entidad que intenta acceder directamente a los fondos AF no puede ser la misma autoridad que respalda las propuestas ante la Junta del AF. El Banco entregó otra carta al Senado a principios de septiembre diciendo que el Banco continuaba siendo “la vía más rápida que tenía el país para movilizar recursos del AF.” Sin embargo, Enrile replicó que no se trataba de velocidad, sino de la capacidad del país para presentar las propuestas basadas en planes elaborados por el mismo país, en un proceso libre de la intromisión de Banco.
El discurso de Enrile motivó al Comité del Cambio Climático en el Senado a tener una audiencia el 25 de agosto de 2010, donde los funcionarios de la DPWH y la PAG-ASA testificaron que de hecho, sí habían sido abordados por el Banco en relación con la propuesta. Aksyon Klima Pilipinas (AKP), la red filipina para el cambio climático, dijo “de nuevo el Banco ha sido descubierto metiendo la mano en la caja de galletas del cambio climático. Este es parte del problema. El Banco no tiene nada que hacer tratando de situarse como un conducto para la financiación del clima para las Filipinas u otro lugar.”
En lugar de proyectos de adaptación concretos, la propuesta del Banco habría financiado estudios de viabilidad, por un valor de US$2 millones y asignado US$1,5 millones para rehabilitar proyectos fallidos. También asignó US$1 millón para “servicios de consultoría” proporcionados por equipos que probablemente, de todas maneras, seguirían planes diseñados por el Banco, en lugar de planes de acción diseñados a nivel nacional. Por último, la propuesta con un valor de US$15 millones asigna casi US$2 millones – el 13 por ciento – para los costos de administración del Banco. Incluso el funcionario más corrupto estaría sorprendido ante semejante propuesta donde hay tanto dinero envuelto. .
La controvertida propuesta por el Banco deliberadamente contradice la posición filipina sostenida por tanto tiempo en las conversaciones de finanzas sobre el clima internacional, la cual aboga por opciones de financiación de la adaptación, libres de los intermediarios de bancos multilaterales de desarrollo. La propuesta estaba basada en el plan de acción de adaptación del país y habría desperdiciado recursos financieros del Fondo de Adaptación necesitados con tanta urgencia.
Red Constantino, redcosmo[at]gmail.com
Institute for Climate and Sustainable Cities, http://www.ejeepney.org