En septiembre de 2010, el Banco Mundial publicó un informe de progreso sobre la aplicación de su Estrategia de Recursos de Agua 2003, en el momento en el que aumenta la crítica sobre sus préstamos de energía hidroeléctrica, su gestión de los recursos del agua y su apoyo para la provisión privada del agua.
El Informe de progreso sobre la implementación del Banco Manteniendo el agua para todos en un clima cambiante, examina las actividades durante los primeros seis años de su estrategia (ver Boletín 29), pero no presta atención a las críticas formuladas por el Grupo de Evaluación Independiente del Banco (IEG – Independent Evaluation Group) en una evaluación reciente (ver Boletín 70), prefiriendo centrarse sólo en los logros.
Controversia sobre el agua
Ya se fijaron los planes para mantener los préstamos al sector del agua alrededor de US$6.000 millones anuales, desde ahora hasta junio de 2013, con un enfoque en el “continuado apoyo a la infraestructura” a pesar del “alto riesgo para su reputación.” Esto incluye la escalada del apoyo para la energía hidroeléctrica, “como la mayor fuente de energía renovable y baja en carbono” (ver Boletines 69 y 66).
Estos planes seguramente enfurecerán a las 108 organizaciones de la sociedad civil en todo el mundo que escribieron al Banco en junio de 2010, para expresar su preocupación “sobre la promesa del Banco de aumentar el apoyo a los grandes proyectos de producción hidroeléctrica lo cual aumentaría la pobreza y produciría daños sociales y ambientales irreversibles…” Las organizaciones afirmaron que los proyectos de energía hidroeléctrica de gran tamaño pueden aumentar las emisiones de gases de invernadero, exacerbar los conflictos sobre el agua y dañar los ecosistemas, sin que necesariamente mejoren el acceso a la energía para las personas más pobres. También reiteraron el apoyo a las recomendaciones de la Comisión Mundial de Represas (ver Boletín 20), que el Banco Mundial “ha hecho muy poco para implementar” desde la publicación de este informe de la Comisión hace diez años.
El informe de progreso del Banco también promete integrar “progresivamente” el agua en las actividades de otros sectores del Banco, añadiendo que “los esfuerzos para la mitigación del cambio climático serán muy importantes” en las inversiones futuras.
Emproblemada la CIF en el Perú
El informe destaca la intención del Banco de “aumentar su asistencia a la gestión del agua para la agricultura”, al tiempo que la Corporación Financiera Internacional (CFI), el brazo del sector privado del Banco, está emproblemada en el Perú por su trabajo en esta área. En abril de 2010, un funcionario del Banco fue tiroteado, mientras aumentaba la tensión producida por el apoyo de la CIF a uno de los mayores productores de espárragos del Perú, Agrokasa. La compañía está acusada de contribuir al agotamiento del acuífero del que depende la agricultura en Huancavelica, la región más pobre del Perú. Desde 1999, la CFI ha prestado US$23 millones a la empresa, aunque el año pasado, después de la fuerte crítica, Agrokasa retiró su solicitud de financiación adicional de la CFI.
En junio de 2010, el vigilante interno de la CIF, el Defensor del Pueblo y Asesor de Cumplimiento de Normas (CAO – Compliance Advisor Ombudsman) publicó una valoración de las quejas que había recibido de varios grupos, incluyendo las asociaciones de usuarios de agua subterránea local, sobre las presuntas violaciones de las políticas y las normas de desempeño de la Corporación Financiera Internacional. Los usuarios decidieron llevar a cabo una auditoría, diciendo que “no estaba claro si se habían aplicado las disposiciones de la política CIF correctamente, y para ver si las disposiciones de la política de la CIF proporcionaban un nivel adecuado de protección a la población local.” Gota a gota es el informe de septiembre de 2010, publicado por las ONGs Progressio, Centro Peruano de Estudios Sociales y Water Witness International. El informe “muestra como fracasaron las medidas de salvaguardia de la CFI para evaluar o actuar en algunos de los riesgos asociados a sus préstamos” (ver Boletín 72).
Pegado al sector privado
Las críticas desde hace mucho tiempo sobre el apoyo del Banco al sector privado de suministro de agua (ver Boletines 69, 62 y 55), se encendieron de nuevo cuando la CFI realizó una inversión de equidad de 100 millones de euros en apoyo de la multinacional Veolia Voda, para sus actividades en Europa Oriental. “Una inversión de capital similar por la CFI para un competidor de Veolia operando en las Filipinas produjo resultados desastrosos para las personas que viven en y alrededor de Manila, quienes ahora se enfrentan a una alarmante escasez de agua,” dijo Joby Gelbspan de la ONG estadounidense Rendición de Cuentas Corporativas Internacionales (Corporate Accountability International).
Sorprendentemente, aunque el informe de progreso del Banco reconoce que “ha sido difícil atraer al sector privado para proyectos relacionados con el agua,” también dice que todavía tiene la intención de “explorar las oportunidades presentadas por la financiación privada.”