En un momento donde el Banco Mundial y el FMI están siendo considerados como fuentes significativas para la financiación climática, sigue la controversia sobre los Fondos de Inversión Climática del Banco (CIFs – Climate Investment Funds) y sobre los proyectos de compensación del carbono.
En noviembre de 2010 se esperan los resultados del Grupo Consultivo de Alto Nivel sobre la Financiación del Cambio Climático (del Secretario General de la ONU), sobre posibles fuentes de financiación para el clima (ver Boletín 70). Un documento de marzo de 2010 para el Grupo, sugirió que las instituciones financieras internacionales (IFIs) podrían desempeñar un “rol importante”, entre otras cosas mediante el apalancamiento de las inversiones del sector privado. Los Derechos Especiales de Giro del FMI (SDRs – Special drawing rights) y los recursos del Banco están bajo consideración como posibles fuentes de financiación. El asunto de una posible participación del Banco en la gestión de finanzas de clima ha sido divisorio, debido a su gobierno poco equitativo, y a su cartera intensiva en carbono; las mismas preocupaciones podrían aplicarse si el Banco fuera a servir como una fuente de financiación.
Una reunión informativa de septiembre de 2010, de la ONG británica el Proyecto Bretton Woods, argumenta que el reempaque del Banco de los instrumentos existentes de préstamos para fondos de clima, podría socavar las exigencias de los países para acceder directamente a la financiación del clima. El uso continuado de la condicionalidad en los préstamos del Banco, así como la influencia de Banco sobre los fondos fiduciarios son también otros de los obstáculos.
Continúan multiplicándose las preocupaciones sobre los CIFs (Fondos de Inversión Climática) después de sus reuniones en junio de 2009 (ver Boletín 68). Los observadores de la sociedad civil sobre los CIFs y la Facilidad para la Asociación de Carbono de los Bosques (FCPF – Forest Carbon Partnership Facility) están preocupados viendo cómo las propuestas de los países están siendo vistas superficialmente y sin una consulta adecuada (ver Boletín 68), y sobre la medida en que se consideran críticamente los asuntos del gobierno de los países.
Aunque se hizo referencia a los derechos y las salvaguardias en las directrices operativas del Programa de Inversiones de los Bosques, las llamadas por los grupos de la sociedad civil para que estas salvaguardias cumplieran con los acuerdos internacionales sobre derechos humanos y medio ambientales, fueron rechazadas. Sobre los planes para aumentar el número de socios de entrega para la FCPF y permitir que ellos pudieran aplicar sus propias medidas de seguridad, las ONGs incluyendo la Alianza de Justicia Climática Panafricana dijeron que “los cambios propuestos representan un debilitamiento potencialmente significativo de normas y salvaguardias.”
En la reunión de junio de la FCPF en Guyana, Tony James, Presidente de la Asociación de los Pueblos Amerindios y otros, manifestaron su preocupación por los derechos indígenas a la tierra.
Debacle sobre la compensación del carbono
Se intensificó la controversia sobre la participación del Banco en la compensación del carbono (carbon offset) (ver Boletín 59), cuando la ONG alemana CDM Watch publicó pruebas de que algunos fabricantes estaban aumentando las emisiones de gases de invernadero HFC-23, para generar más créditos de carbono al deshacerse de éste. En agosto, la Junta Ejecutiva del Mecanismo de Desarrollo Limpio suspendió la emisión de créditos de compensación a cinco proyectos, incluyendo dos financiados por el Banco.
En abril de 2010 hubo una protesta generalizada cuando Eskom (Empresa de Servicios Sudafricana) anunció que estaba llevando a cabo un estudio de viabilidad para establecer si su planta de carbón Medupi (beneficiaria de un polémico préstamo del Banco de US$3.000 millones – ver Boletín 70), podría ser elegible para créditos de carbono, alegando que utiliza la tecnología más eficiente.