Se puede acceder el PDF del informe del Proyecto Bretton Woods.
Resumen ejecutivo
El objetivo de este documento es llamar la atención sobre la influencia de las instituciones financieras privadas en la asistencia médica y el seguro de pensiones en los países en desarrollo. La financialización – la expansión del poder sistémico y el alcance de las finanzas y los mercados y actores financieros – ha continuado, incluso durante la crisis financiera, sin el debate ni la vigilancia adecuados. El amplio alcance de la financiación privada y su impacto en los resultados sociales pone de relieve la necesidad de que los profesionales del desarrollo, los responsables políticos y los activistas comprendan mejor el sistema financiero.
Con gastos de salud globales de 5,3 billones de dólares y activos de pensiones globales de 29,5 billones de dólares, los fondos nacionales de salud y de pensiones representan importantes oportunidades para las empresas financieras.
Este documento analiza:
- las fallas estructurales de las reformas de privatización que han sido propuestas por los actores multilaterales, incluyendo el Banco Mundial, para satisfacer las necesidades de desarrollo del Sur,
- los diversos motivos y factores desencadenantes de las reformas, incluyendo los organismos multilaterales, las élites nacionales y los intereses empresariales y financieros y
- el papel de los fondos privados de pensiones y de las compañías de seguros de salud en los mercados financieros y sus estrategias en los países en desarrollo.
La sección 1 explica que las reformas de privatización están fallando en abordar adecuadamente los riesgos sociales de la vejez, la pobreza y los problemas de salud. Lejos de aumentar la eficiencia, las reformas han demostrado ser costosas y han drenado recursos públicos a través de incentivos fiscales demasiado costosos y gastos administrativos y reglamentarios significativos. En Chile, el sistema de pensiones privadas absorbe aproximadamente un tercio del presupuesto total del Gobierno y el 42 por ciento del gasto público social. Se ha estimado que los costos administrativos asociados con el seguro privado de salud son hasta diez veces mayores que los costos de la administración del seguro social. Además no se ha logrado aumentar la cobertura, ya que sólo aquellos que pueden pagar las primas pueden beneficiarse de los sistemas privados, y se excluye a los individuos de alto riesgo. A menudo las mujeres, quienes constituyen una gran proporción de los trabajadores informales y de las personas pobres, reciben beneficios significativamente menores y se ven doblemente afectadas ante la disminución del gasto público en seguridad social.
La sección 2 analiza quiénes han estado conduciendo las reformas de las pensiones y la asistencia médica. A pesar de que las reformas de privatización no están beneficiando a la mayoría, los gobiernos nacionales (presionados por las élites locales, los organismos multilaterales y los intereses empresariales y financieros globales) han destinado una significativa cantidad de recursos públicos a su aprobación. Se reconoce también que la liberalización del comercio y la reubicación de las empresas multilaterales de salud en los mercados de los países en desarrollo han contribuido a la privatización de la salud. Varias organizaciones estadounidenses proveedoras de servicios de salud han entrado a América Latina y Asia, buscando el acceso a los fondos públicos de la seguridad social.
En la sección 3 se exploran los vínculos entre la reforma de la seguridad social y la financialización. Durante las últimas tres décadas las finanzas han crecido rápidamente en términos de actividades, mercados, instituciones y ganancias. A finales de 2008 la industria mundial de seguros manejaba fondos por 18,7 billones de dólares, con primas de seguros globales de 4,3 billones de dólares. Los bancos y las compañías de seguros ganan intereses, honorarios y comisiones directamente de los seguros de salud de los trabajadores y de las contribuciones de las pensiones, incluso de los estratos más pobres de la sociedad. Se examina el papel de las instituciones financieras privadas en el proceso de las reformas y para ello se utilizan dos casos de estudio: las pensiones privadas en Chile y el seguro privado de salud en Argentina.
En 1981 Chile fue el primer país en implementar la reforma de las pensiones privadas, lo que sirvió de modelo para otros países en desarrollo. Sin embargo, muchas empresas de gestión de fondos de pensiones privadas están en manos de los conglomerados financieros extranjeros. Provida, la mayor empresa privada de pensiones de Chile – con 36.100 millones de dólares en gestión – es propiedad de BBVA, la institución financiera más grande de España. Entre 1981 y 2006 los trabajadores chilenos destinaron aproximadamente 50.000 millones de dólares de sus salarios a contribuir con los planes de pensiones privadas, una tercera parte de los cuales fueron retenidos – como ganancias y comisiones – por los ejecutivos, las compañías de pensiones privadas y otras relacionadas con las compañías de seguros.
En Argentina, las reformas de salud promulgadas en la década de 1990 también beneficiaron a las empresas financieras, las cuales han obtenido grandes ganancias y sacado el capital del sistema de la salud y del país. Según la profesora Celia Iriart de la Universidad de Nuevo México, el Grupo Exxel, aseguradora de salud privada de Estados Unidos, usó altos niveles de deuda para evadir impuestos, transfirió capital de Argentina a cuentas privadas en el extranjero – mediante el pago de altos intereses por los ‘bonos basura’ que emitió – y drenó los recursos gubernamentales reteniendo parte de los ingresos de los hospitales públicos que estaba gestionando.
La sección 4 concluye que las instituciones financieras privadas y mal reguladas han jugado un papel central en las fallas de las reformas de la seguridad social para superar los desafíos del acceso a la asistencia médica y la pobreza de la vejez en muchos países en desarrollo. La crisis financiera mundial también sirvió para exponer la fragilidad del sistema financiero, con el colapso de muchos de los fondos de pensiones y las compañías de seguros. Al mismo tiempo, el aumento del desempleo y la pobreza tras la crisis financiera en los países en desarrollo vuelve aún más vital la cuestión de la seguridad social. Es urgente que se investigue más sobre el rol y el impacto de las instituciones privadas de financiación en los sectores de las pensiones y del seguro de salud en los países en desarrollo.
Inseguridad Social: La financialización de la asistencia médica y las pensiones en los países en desarrollo
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