Un informe de noviembre del grupo consultor de alto nivel de la ONU sobre la financiación del cambio climático (AGF), fue criticado por recomendar un papel creciente para los bancos multilaterales de desarrollo (MDBs), en medio de crecientes preocupaciones sobre el desarrollo de un nuevo fondo climático, de fideicomisos adicionales del Banco y de los continuos lanzamientos de los fondos de inversión para el clima con sede en el Banco.
El informe de AGF fue publicado a tiempo para las negociaciones del clima en Cancún, México, a finales de noviembre. Muchas organizaciones de la sociedad civil dieron la bienvenida al informe ya que respalda la política de acciones innovadoras para aumentar los ingresos públicos, aportando posibles soluciones en un momento en el que muchos gobiernos enfrentan cada vez más estrictas restricciones a sus gastos. Sin embargo, el informe fue criticado por las llamadas para que los bancos multilaterales de desarrollo, en colaboración con las Naciones Unidas, desempeñen un papel importante en el apalancamiento y multiplicación de las finanzas. Dice el informe que por cada US$10 mil millones en recursos adicionales, los bancos multilaterales de desarrollo podrían ofrecer de US$30 mil millones a US$ 40 mil millones en los flujos de capital bruto y mucho más mediante el fomento de los flujos privados (ver Boletín 72).
El informe pide recursos adicionales para los bancos multilaterales de desarrollo como el Banco Mundial, para cumplir con este papel en la próxima década, lo cual fue criticado como inadecuado tanto por las ONGs medioambientales como por las de desarrollo. ”Aunque los bancos multilaterales de desarrollo no son una fuente de financiamiento para el clima se utilizan como canales, sin embargo, no son aceptables ni siquiera como canales… El Banco Mundial y otros bancos multilaterales de desarrollo son mucho mejores produciendo la contaminación climática que ayudando a los países a mitigarla o a adaptarse a ésta ", dice Lidy Nacpil de Jubileo Sur.
La ONG Oxfam advirtió además que "la mención en el informe, del Banco Mundial como una fuente potencial de financiación no debe ser utilizada para socavar las negociaciones internacionales sobre el establecimiento de un nuevo fondo independiente para el clima mundial, que sea justo y accesible y que permita la participación de los más afectados."
Se espera que las negociaciones de este año en el Convenio Marco sobre el Cambio Climático (CMNUCC) de las Naciones Unidas continúen centrándose en los elementos críticos de un régimen financiero posterior a 2012. En los últimos meses han surgido preocupaciones respecto al diseño de un nuevo fondo que canalizaría las finanzas internacionales del clima. Varios gobiernos incluyendo a Estados Unidos han propuesto que como mínimo el Banco Mundial juegue un papel fiduciario, o uno más importante en el diseño y la gestión de este fondo (ver Boletín 72). En un informe de octubre, la ONG Oxfam sostiene que cualquier nuevo fondo debe permitir: la representación adecuada de los países en desarrollo, la priorización de la financiación para la adaptación, el acceso directo a los fondos, y la inclusión de las mujeres y los grupos vulnerables en la toma de decisiones.
En el segundo informe en una serie del Grupo Independiente de Evaluación del Banco, del Grupo del Banco Mundial y el Cambio Climático, publicado a principios de noviembre, se examina la contribución del Banco al cambio climático a través de su financiación, así como su papel en la provisión de soluciones. Algunas de las principales conclusiones afirman que el Banco debe promover políticas para la eliminación de subsidios a la energía y otros prejuicios en contra de la energía renovable y la eficiencia energética. Recomienda también que el Banco ajuste su marco estratégico del desarrollo y el cambio climático en forma que no esté centrado en el dinero prometido, sino más bien en los resultados o impactos, como la energía producida, el acceso a la energía y la protección forestal. El informe concluye diciendo que "para satisfacer las demandas de energía, los escasos recursos humanos y financieros [del Grupo del Banco Mundial] serían mejor utilizados ayudando a los clientes a encontrar alternativas a nivel nacional preferibles a la del carbón, por ejemplo, mediante una mayor eficiencia energética."
Falta de coherencia de los fondos climáticos
A comienzos de noviembre se reunieron en Washington las comisiones de los fondos de inversión climática (FICs) con sede en el Banco. Muchos países están reportando sus contribuciones FIC como financiación inicial rápida: o sea dinero que será provisto a corto plazo. Según algunas estimaciones estos fondos pueden ser responsables de una quinta parte de toda la financiación de comienzo rápido. Esto pone de relieve la necesidad de aprender lecciones a ser cuidadosamente extraídas de la utilización de estos fondos. Representantes de China, India y Bolivia, señalaron la necesidad de que las contribuciones a los FICs sean adicionales a la ayuda al desarrollo.
Los resultados de una evaluación ambiental estratégica se centraron en el Fondo de Tecnología Limpia (FTL) [uno de los FICs], los cuales fueron discutidos en la reunión de noviembre del FTL. Los resultados mostraron que las cuestiones sociales y de género no eran habitualmente consideradas en el diseño de los programas del FTL. El informe sostiene que estas áreas necesitan atención especial en los proyectos, ya que a menos de que específicamente sean diseñadas así, generalmente no están automáticamente diseñadas para favorecer a las personas pobres.
Un documento de noviembre por la observadora del FTL, Nakhooda Smita, de la ONG Instituto de Recursos Mundiales, pidió más transparencia en el fondo fiduciario.”Existe una falta de información constante y coherente sobre los objetivos, métodos y condiciones en que se moviliza el financiamiento del FTL. Esto socava el objetivo declarado del FTL de ayudar a la comunidad internacional a aprender cómo financiar tecnologías no contaminantes." El informe también señala que el FTL debe ser diligente garantizando que las inversiones tengan un impacto transformador y de apoyo al desarrollo bajo en carbono, y más aun viendo que el FTL todavía permite la financiación de los combustibles fósiles bajo determinadas circunstancias. En respuesta a las peticiones de mayor transparencia, en las recientes reuniones en Washington, el Comité FTL acordó revelar los detalles de los desembolsos de fondos cada seis meses, así como los detalles de los proyectos ejecutados por los intermediarios financieros locales. Queda por ver cómo será la aplicación de este compromiso de mejorar la transparencia en la práctica.
El Programa Piloto para la Resistencia al Clima (PPCR – Pilot Program for Climate Resilience) también aprobó tres programas de inversión con subvenciones para Bangladesh, Tayikistán y Níger de US$50 millones cada uno. Estos son los primeros proyectos en una segunda fase de la financiación PPCR, destinados a iniciar la implementación de las actividades de adaptación a nivel nacional. Las ONGs han expresado reiteradamente su preocupación ya que no habido suficiente participación de los interesados en el desarrollo de estos planes nacionales, en la primera fase de la financiación PPCR (ver Boletín 71).
La ONG británica Movimiento para el Desarrollo Mundial (World Development Movement) ha sonado la alarma de que estas subvenciones están siendo combinadas con grandes préstamos. La ONG citó la pesada carga de la deuda en estos países y el hecho de que los países en desarrollo no son mayormente responsables del cambio climático. Por ejemplo, el paquete del programa de Bangladesh incluye US$49 millones en dinero de la subvención de la PPCR, US$60 millones en préstamos del PPCR, un préstamo de US$300 millones de la Asociación Internacional de Fomento (AIF) y US$215 millones en préstamos del Banco Asiático de Desarrollo.
También continúan las preguntas sobre la publicación de los convenios de financiación PPCR entre el país y el organismo de ejecución. Actualmente no está claro si las subvenciones o los préstamos se están dando, cuáles son las condiciones de los préstamos y si hay condicionalidades.
Controversia REDD
La silvicultura continúa siendo un área de controversia (ver Boletines72 y 65). Una reunión a principios de noviembre celebrada en Washington sobre la Reducción de Emisiones por Deforestación y Degradación (REDD) congregó a funcionarios de las Naciones Unidas y a quienes trabajan con la Facilidad para la Asociación de Carbono Forestal y el Programa de Inversión Forestal. Un tema central en los debates fue la propuesta del Banco para permitir que otras instituciones multilaterales se convirtieran en socios de la entrega para su financiación relacionada con la REDD. Susanne Breitkopf de la ONG Greenpeace Internacional ha advertido que esto podría conducir a una "carrera hacia el fondo", donde los países podrían buscar las agencias con las menores salvaguardias ambientales y sociales. Los programas REDD del Banco Mundial son controvertidos, en parte debido a su falta de incorporación de las normas reconocidas internacionalmente para proteger los derechos de los pueblos indígenas y el impacto potencial que REDD podría tener en la propiedad de la tierra y la equidad de los recursos.
Noruega y el Banco Mundial también llegaron a un acuerdo a mediados de noviembre para administrar el Fondo de Inversión Guyana REDD +. Aunque los detalles son aún incipientes, la ONG del Reino Unido Programa de los Bosques de la Gente (FPP – Forest Peoples Programme) ha planteado la preocupación de que otras instituciones como el Banco Interamericano de Desarrollo serán invitadas a participar, y que no está claro qué salvaguardias serán aplicadas y cómo.