El Banco utilizó sus reuniones anuales de octubre para presionar a los donantes a que aumentaran sus aportes para la Asociación Internacional de Fomento (AIF), brazo prestamista del Banco para los países de bajos ingresos. Sin embargo, documentos oficiales sugieren que la mayor parte del efectivo adicional provendrá de sus propias arcas, al tiempo que las ONGs continúan escépticas.
El documento de antecedentes para la reunión del comité de desarrollo del Banco en octubre no contiene un examen equilibrado o independiente del progreso, y más bien pretende demostrar que los programas de la AIF "obtienen resultados" y que producen "valor por dinero." La tercera reunión de suplentes de la AIF se llevó a cabo en octubre, estos son los funcionarios de los donantes que negocian el paquete de financiación y las reformas correspondientes para la reposición 16 de la AIF (ver Boletines 70 y 69). Las opciones se han reducido a tres, éstas van desde un 4,3 por ciento a un 15,5 por ciento de aumento en términos reales en comparación con la última reposición (ver Boletín 59). En la opción preferida del Banco, casi tres cuartas partes del aumento se deberán a las transferencias de los propios recursos del Banco, lo que indica que es poco probable que los donantes con problemas de liquidez hagan un aumento significativo de sus propios presupuestos. La última reunión de los suplentes de la AIF está prevista para mediados de diciembre en Bruselas.
Mientras tanto, las ONGs continúan escépticas sobre si el Banco debe ser el beneficiario de los escasos recursos de los donantes. En una reunión de noviembre con un ministro de desarrollo del Reino Unido, actualmente el mayor donante de la AIF, las ONGs sostuvieron que "la asignación de fondos adicionales a la AIF debe depender de importantes reformas institucionales, al lado del clima, la energía y el gasto en la educación, y que también es necesaria la reforma en lo que se refiere a la condicionalidad de los préstamos."