El director general del FMI, Dominique Strauss-Kahn, dijo que los acuerdos alcanzados en la reforma de la gobernanza del FMI eran "históricos". Sin embargo, un análisis más detallado revela que los cambios en los votos son menores que lo anunciado, y aunque después de dos años la estructura de poder básica del FMI incorporará mejor a los grandes mercados emergentes, ésta seguirá siendo dominada por Estados Unidos y Europa.
La reunión de finales de octubre de los ministros de finanzas del G20 en Gyeongju, Corea del Sur, acordó "cambios de más del 6 por ciento en las cuotas relativas a los países dinámicos [mercados emergentes y en desarrollo] (EMDCs), y a los países insuficientemente representados, al tiempo que protege la proporción de votos de los más pobres, para lo cual nos comprometemos a trabajar y a tenerlo listo para las Reuniones Anuales de 2012." También acordaron "una revisión exhaustiva de la fórmula de la cuota para enero de 2013" y "una mayor representación de EMDCs en la junta ejecutiva a través de dos sillas superiores menos para Europa" y "moverse a una junta donde todos sean electos."
A principios de noviembre, la junta del FMI aprobó formalmente la duplicación de las cuotas del FMI y el cambio de las cuotas compartidas, lo cual ahora tendrá que ser ratificado por los ministros de finanzas y, en muchos países, por los parlamentos. La junta electa requerirá una modificación de los Artículos de Acuerdo del FMI, lo cual también necesitará de la aprobación por los Estados miembros. La secuencia contenida en el acuerdo por sí mismo explica las razones de la gran demora para la aplicación de las reformas.
Falsa presentación sobre cuotas
Los cambios pondrán a China como la tercera accionista y colocarán a India, Rusia y Brasil entre los diez primeros. Más de la mitad del cambio del 6 por ciento para los países "dinámicos" vendrá de la pérdida en la cuota de votación de otros países en desarrollo. El documento con los acuerdos de la junta muestra que el porcentaje de votos de las "economías avanzadas" caerá del 57,9 por ciento al 55,3 por ciento, una pérdida de sólo el 2,6 por ciento.
El FMI clasifica a Corea del Sur y Singapur como países en desarrollo beneficiados por el cambio, aunque el informe principal de análisis del FMI, Perspectivas de la Economía Mundial (WEO- World Economic Outlook), los clasifica como "economías avanzadas". En las definiciones WEO, las economías avanzadas experimentan una pérdida neta de sólo el 2 por ciento. África, como continente, verá caer su cuota de voto del 5,9 por ciento al 5.6 por ciento.
El acuerdo de noviembre también muestra formalmente que el FMI no estará cumpliendo su promesa de 2008 de reformar la fórmula de cuotas del FMI antes de que fuera utilizada de nuevo (ver Boletín 72). La fórmula, que fue aprobada sólo para uso temporal en 2008, ha sido fuertemente impugnada por el grupo G24 de países en desarrollo como mal especificada. Esta vez la fórmula fue utilizada en combinación con una serie de reglas complejas de distribución negociada para conseguir la lista final de 54 países que se beneficiarán del proceso. Los países en desarrollo que estarán perdiendo en la proporción de su cuota de voto incluirán a Venezuela, Nigeria, Sudáfrica, Argentina, Camerún, Argelia, Pakistán y Marruecos.
Richard Calland de la ONG sudafricana Instituto para la Democracia en África, dijo: "El reciente acuerdo con el FMI simplemente no es lo mejor para África. No sólo los países ricos mantienen su posición dominante, sino que importantes países en desarrollo participantes como Sudáfrica salen perdiendo. Además tendremos que esperar por años para que estos cambios tan lastimosamente pequeños sean implementados."
Sin cambiar las reglas para las decisiones
El acuerdo también deja en su lugar el veto unilateral de Estados Unidos sobre algunas decisiones del FMI. A principios de noviembre, Klaus Stein, director ejecutivo alemán hizo hincapié en que el veto de Estados Unidos es "anacrónico en este momento. Para un país, no importa lo grande que sea, tener el derecho de dominar las decisiones en esa forma ya no es legítimo." Fuentes internas informaron que algunos de los grandes países desarrollados se opusieron a las propuestas europeas para eliminar el veto de Estados Unidos, por temor a perder su capacidad de bloquear decisiones como grupo.
Cuando Strauss-Kahn estaba haciendo campaña para ser elegido como director general del FMI, él prometió explícitamente el uso de decisiones por doble mayoría en la junta (ver Boletín 57), pero hasta el momento no ha realizado ningún progreso en ese sentido. Con la actual ronda de reformas ya casi terminada, cualquier adopción de esta propuesta probablemente tendrá que esperar hasta 2013 como pronto.
El documento sobre el acuerdo de la junta revela que los países europeos cederán dos escaños completos en la junta, en vez de los dos escaños parciales que habían ofrecido rotar con los países en desarrollo, en una propuesta hecha antes del acuerdo. Sin embargo, los europeos, quienes aún no han llegado a un consenso interno sobre cómo reestructurar sus distritos electorales, mantendrán por lo menos ocho escaños hasta 2012.