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Pensamiento grupal’ – Crítica al FMI por los errores cometidos antes de la crisis

3 marzo 2011

La OEI -Oficina de Evaluación Independiente [IEO – Independent Evaluation Office] informa sobre fallas importantes del FMI antes de la crisis financiera, incluyendo la promoción de la «regulación mínima», lo cual pone en duda la capacidad del Fondo para contribuir a domar las finanzas mundiales.

El informe de la OEI sobre el desempeño del FMI en el período previo a la crisis financiera y económica, publicado a principios de febrero de 2011, cubre la labor del Fondo desde 2004 hasta 2007. El informe muestra cómo «la capacidad del FMI para identificar correctamente los riesgos en aumento se vio obstaculizada por un elevado grado de pensamiento grupal, por la captura intelectual, por enfoques analíticos inadecuados y por una creencia generalizada de que era muy poco probable que se diera una crisis financiera importante en las grandes economías avanzadas. La débil gobernanza interna, la falta de incentivos para trabajar integralmente entre todas las unidades y para tener opiniones auténticas y contrarias y un proceso de revisión que no ‘conecta los puntos’ o garantiza el seguimiento, también jugaron un papel importante. Las restricciones políticas también pueden haber tenido algún impacto.»

El informe analiza la vigilancia multilateral del FMI y la supervisión bilateral de 40 países, incluyendo al G20 y aquellos con centros financieros. Un ejemplo de cómo «el FMI pasó por alto elementos claves subyacentes a la crisis en camino», fue el análisis defectuoso de los sistemas financieros estadounidenses, respecto a los cuales el personal del FMI «sentía gran admiración». Según la OEI, «el FMI elogió a Estados Unidos por su normas y supervisión mínimas que permitieron la rápida innovación financiera, pero que finalmente contribuyeron a los problemas del sistema financiero. Además, el FMI recomendó a otros países avanzados que siguieran el ejemplo de los enfoques de los sistemas financieros de Estados Unidos y del Reino Unido.»

la capacidad del FMI para identificar correctamente los riesgos en aumento se vio obstaculizada por un elevado grado de pensamiento grupal

En sus recomendaciones el informe critica duramente las reformas anteriores del gobierno interno del Fondo (ver Boletines 65, 61, y 51), «El FMI expresó la necesidad de adoptar medidas similares después de las crisis anteriores, sin embargo algunas de ellas nunca fueron ejecutadas y los resultados de las otras no fueron tan positivos como se esperaba.» En una fuerte crítica a la falta de voluntad del FMI de aceptar las evaluaciones independientes, la OEI respaldó «la necesidad de abordar las deficiencias en la gobernanza del FMI, un tema recurrente en las evaluaciones de la OEI.» También hizo numerosas recomendaciones para cambiar la «cultura insular», «el comportamiento y la mentalidad de silo», y para «incentivar activamente las alternativas y/o los puntos de vista divergentes.»

Retórica sobre la regulación

El informe de la OEI llega en medio de la lucha del FMI con la regulación financiera, por lo que no está claro qué tanta influencia pueda tener. En 2010, el director general, Dominique Strauss-Kahn empezó a abogar por una reforma financiera más profunda y sistémica. En su discurso en las reuniones anuales de octubre de 2010, el FMI dijo: «Vamos a arreglar el sector financiero. Crearemos nuevas reglas para tener un sector financiero más seguro. Prometimos mucho, pero entregamos poco.»

Una nota de octubre de 2010 del personal del FMI, refleja la opinión del personal, la cual no ha sido respaldada por la Junta Directiva – sobre cómo formar el nuevo sistema financiero y contiene una crítica fundamental sobre la forma y el tamaño del sector financiero. La nota dice que este sector está «distorsionado», es «opaco», y «tiene demasiadas palancas» y que «una porción cada vez mayor de la actividad financiera no parece responder a las necesidades de la economía real». El informe recomienda «ampliar el perímetro de regulación», la imposición de «recargos sistémicos y gravámenes al capital», una «mayor vigilancia de las agencias de calificación crediticia» y más «información exacta y oportuna, además de la divulgación pública.»

La nota de la posición del personal también aboga por una mayor cooperación global en materia de regulación. En la discusión sobre la forma de coordinar la resolución bancaria transfronteriza, en julio de 2010, el directorio del FMI «reconoce que la ‘desglobalización’ de las entidades financieras puede, en cierta medida, paliar el problema de la ausencia de un régimen de resolución internacional», sin embargo argumentó en contra de este enfoque porque «seguramente conlleva pérdidas de eficiencia», una posición respaldada por el documento de política. «Una limitación importante del enfoque del FMI es que no ve la globalización financiera como un problema en sí», dice Fernando Carvalho, de la Universidad Federal de Río de Janeiro. «Más bien, a juicio del Fondo, las reformas en la regulación financiera deben limitarse a evitar la pérdida de las ‘ganancias de la desregulación y la globalización financiera’, lo cual significa que de ninguna manera las reformas propuestas van a enfrentar las causas profundas de la crisis de 2007.»

¿El FMI en busca de un nuevo papel?

Muchos se han preguntado si el FMI está tratando de asumir un papel de regulación financiera. En noviembre de 2010, José Viñals, la cabeza del Fondo para los mercados del capital dijo que debido a que las instituciones financieras podrán trasladar sus operaciones a jurisdicciones de baja regulación, «sin duda habrá una necesidad por una coherencia internacional. Dada su composición casi universal, su mandato de vigilancia y experiencia del sector financiero, el FMI puede ser útil facilitando esta tarea.»

Carvalho responde diciendo que «el peso de los diferentes votos de cada país miembro del FMI da un fuerte sesgo a la institución en favor de los países más ricos. Además, debido a la formación y la experiencia del personal del FMI, éste siempre ha compartido la opinión de que el modelo anglosajón de capitalismo es superior a todas sus alternativas, por lo tanto, no se puede esperar un cambio significativo.»