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¿Habla en serio el FMI sobre la medición de los impactos de la condicionalidad?

3 marzo 2011

Surgen más críticas sobre los programas del FMI, en la medida en que comienza el proceso de otra revision de la condicionalidad. Al mismo tiempo, la agitación política en Irlanda y las continuas protestas en Grecia llaman la atención sobre la polémica del asesoramiento del FMI sobre la política económica.

Un nuevo documento oficial publicado en la Revista Internacional de Servicios de Salud en enero de 2011, encuentra que los países con programas del FMI no aumentaron el gasto de salud pública al recibir ayudas adicionales para la salud. El análisis estadístico de 119 países entre 1996 y 2006, que los autores admiten se basa en datos débiles y susceptibles al sesgo de selección, considera que «en los países que recibieron préstamos del FMI no hubo esencialmente ningún beneficio adicional de la ayuda externa para la salud – cada US$1 adicional de ayuda dio como resultado en promedio, menos de US$0,01 añadido al sistema de salud (desplazamiento total). Sin embargo, en los países que no recibieron préstamos del FMI, cada US$1 adicional de ayuda dio como resultado en promedio, alrededor de US$0,45 añadido al sistema de salud.»

El FMI denunció el estudio diciendo que tenía «graves problemas metodológicos, y que no tenía en cuenta la situación económica de los países prestatarios del FMI, los cuales casi siempre enfrentaban perturbaciones económicas graves.» Los autores del documento argumentaron que, incluso con países en crisis «es razonable esperar que la ayuda de los donantes tenga al menos algún impacto positivo en la financiación de la salud, sobre todo teniendo en cuenta que las necesidades de salud son mayores aun en esos momentos.»

en los países que recibieron préstamos del FMI no hubo esencialmente ningún beneficio adicional de la ayuda externa para la salud

El FMI también sostuvo que sus programas animan a los países pobres a aumentar sus gastos de salud, pero su respuesta no pudo distinguir entre el uso de la ayuda en general y lo específico de la investigación, a saber, «los cambios en la ayuda.» Una réplica de los autores señala que «las respuestas del FMI a las críticas plantean una cuestión más profunda. Al ser cuestionado sobre este tema, [el Fondo], a menudo invoca los problemas que enfrentan los países a los que presta. Sin embargo, esto no puede sustituir la evidencia de los efectos de las políticas del FMI.»

Revisión de la condicionalidad del FMI

El FMI estará lanzando este año una revisión interna de la política de condicionalidad. El Fondo se negó a compartir públicamente el documento de síntesis sobre la metodología para la revisión antes de que la Junta la hubiera discutido y acordado a mediados de febrero de 2011. Cinco ONGs incluyendo Red del Tercer Mundo y Oxfam, escribieron al jefe del departamento de política del FMI en diciembre, argumentando que «el examen de la condicionalidad también debe evaluar la pertinencia de los objetivos cuantitativos incluidos en los programas del FMI», y que «una evaluación de la condicionalidad debe implicar un diálogo con las personas afectadas.»

Si bien no recibieron una respuesta oficial, el personal del FMI dijo que la revisión investigaría si había logrado un equilibrio justo entre el ajuste y la cantidad de financiamiento del FMI, así como el impacto de los programas del FMI sobre el crecimiento y el empleo. El personal se esforzó en explicar diciendo que no se debería esperar demasiado del análisis del impacto de los programas del FMI, debido a las limitaciones del presupuesto y del tiempo disponible para llevar a cabo la revisión.

Nuevos préstamos, más críticas

A raíz de la polémica en torno al préstamo del FMI y la Unión Europea a Irlanda (ver Boletín 73, 72), el gobierno cayó a mediados de enero de 2011, por lo que habrá elecciones tempranas a finales de febrero. Los dos principales partidos de oposición pidieron una renegociación del préstamo, mientras que los pequeños partidos de la oposición como el nacionalista Sinn Fein, han pedido la expulsión del FMI y de la UE del país.

Mientras tanto continúan las protestas en Grecia. Los trabajadores griegos del transporte realizaron una huelga de un día en diciembre de 2010 y otra a mediados de enero de 2011, seguido por los médicos y trabajadores de la salud a principios de febrero. Los trabajadores del sector público les seguirán a finales de febrero. El plan de privatización griego, exigido por el FMI y la UE, fue publicado a mediados de diciembre. Este incluye la liquidación de las empresas estatales ferroviarias y del transporte, el aeropuerto de Atenas, los activos inmobiliarios, el abastecimiento de agua y las empresas de servicios públicos, el servicio de correos y cientos de concesiones portuarias y viales.

En contraste, el FMI aprobó un aumento de la condicionalidad libre de México con la Línea de Crédito Flexible (ver Boletín 65) de US$47.000 millones a US$72.000 millones a comienzos de enero de 2011. A finales de enero, Polonia también aumentó su línea de crédito, de US$21.000 millones a US$30.000 millones. La nueva Línea de Crédito de Precaución (ver Boletín 72), que se supone tiene condiciones menos onerosas que un programa estándar, también vio su primer cliente a mediados de enero con Macedonia, con un acuerdo de programa de €475 millones (US$650 millones). El FMI dijo que en realidad no esperaba que Macedonia aprovechara los recursos, pues el país todavía enfrenta la condicionalidad en su déficit fiscal y en el nivel de reservas de divisas.