Importantes países en desarrollo han rechazado el marco propuesto por el FMI para los controles de capital, o sea, el ‘código de conducta’, como fue renombrado. El documento discutido por la junta en marzo de 2011 (ver Boletín 75) provocó críticas de Brasil e India, por ser demasiado prescriptivo y por sugerir que los controles sólo deben utilizarse temporalmente y como último recurso. Sin embargo estas críticas no fueron tomadas en cuenta y la política seguirá adelante.
El Ministro de Hacienda brasileño, Guido Mantega, lanzó un duro ataque a esta política durante las reuniones de primavera del FMI, a mediados de abril de 2011. En su declaración en las reuniones dijo: "Nos oponemos a cualquier directriz, marco o ‘código de conducta’ que trate de limitar, directa o indirectamente, las respuestas políticas de los países que enfrentan aumentos en los flujos volátiles de capital. Los gobiernos deben tener la flexibilidad y la discrecionalidad para adoptar las políticas que consideren apropiadas."
En una reunión a principios de mayo de 2011, en la capital vietnamita de Hanoi, el Ministro de Finanzas hindú, Pranab Mukherjee, también echó un balde de agua fría en el código de conducta: "Lo que siento es que el marco [del FMI] para la gestión de los flujos de capital requiere un debate más intenso y por tanto es necesario que se continúe trabajando en él."
los flujos transfronterizos de capital son particularmente peligrosos
Ashok Upadhyay, un columnista del periódico financiero, Línea de Negocios Hindú, hizo mención de las fallas del FMI en Indonesia, Grecia, y más recientemente en Irlanda, y luego preguntó: "¿Acaso es sorprendente ver que las economías emergentes, después de haber sido quemadas por las desastrosas políticas del FMI, se hayan rehusado a aceptar su solución a los flujos de capital volátiles?"
A comienzos de mayo de 2011, Joseph Stiglitz, ganador del premio Nobel de Economía también dijo, "deberíamos haber aprendido de la crisis que los mercados financieros necesitan regulación y que los flujos transfronterizos de capital son particularmente peligrosos. Tales regulaciones deben ser una parte clave de cualquier sistema que garantice la estabilidad financiera; recurrir a ellos sólo como último recurso, es la receta para una inestabilidad permanente."
Mantega en su declaración de abril de 2011, también dijo, "no se ha dado suficiente consideración a los factores de presión, o a las políticas de las principales economías avanzadas que también han producido flujos de capital grandes y frecuentemente perjudiciales." Los académicos han argumentado que la política del país de origen debe tenerse en cuenta (ver Boletín 74). Mukherjee también pidió que los fondos fueran "abordados tanto al final en el lugar del flujo como en el punto receptor."
Al tiempo que el FMI con su código de conducta cambió su firme oposición a los controles de capital (ver Boletines 73, 72, 70), la práctica en los países en desarrollo y en los emergentes ha sido muy variada. Corea al igual que Brasil, está pasando por alto el código y confirmó a finales de abril que a partir de agosto impondrá un impuesto de hasta el 0,2 por ciento sobre la deuda externa contraída por los bancos nacionales. Por otro lado, Chile está de acuerdo con un análisis de finales de abril del FMI, de que los controles de capital adicionales no están garantizados en el país, a pesar de una fuerte presión para la apreciación de la moneda. A finales de abril, el informe de Perspectivas Económicas Regionales del FMI para el África Subsahariana menciona, pero no toma una posición sobre las medidas que tomaron Tanzania y Zambia para reforzar los controles de capital con el objeto de desalentar la especulación. Por otro lado contiene una larga descripción de las políticas monetarias, fiscales y financieras que deben ser seguidas antes de recurrir al "control temporal."
Puerta abierta para más discusión?
A finales de mayo de 2011, en Río de Janeiro, el FMI copatrocinó con las autoridades brasileñas una conferencia sobre los flujos de capital. Algunas voces del mismo FMI han indicado que el Fondo tiene que ser menos prescriptivo. Al final de la reunión, el jefe economista del FMI, Olivier Blanchard, dijo que los países necesitan fortalecer su capacidad para utilizar los controles de capital antes de las entradas masivas, y que "debe haber una infraestructura permanente."
Luciana Badin, investigadora de la ONG brasileña Ibase, comentó: "Debe ser aceptado el derecho que un país tiene de hacer cumplir los controles de capital cuando sea necesario, y los países individuales deben tener autonomía para decidir cuándo este derecho debe ser ejercido. Los Artículos Constitutivos del FMI reconocen el derecho, de hecho el deber de los países, de gestionar sus cuentas de capital."
La junta del FMI discutirá el tema en septiembre de 2011, para la consideración de un documento sobre los "aspectos multilaterales", y en octubre, para el documento prometido sobre la gestión de los derrames de capital.